"Bolivia compensará" a Red Eléctrica, confía ministro español de Economía

El presidente de Bolivia, Evo Morales, con el presidente de Repsol, Antonio Brufrau, este martes al inaugurar la primera fase del complejo de procesamiento de gas natural Huacaya, en Margarita, provincia de TarijaFoto Reuters
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 3 de mayo de 2012, p. 27
Madrid, 2 de mayo. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, informó que se habían analizado los datos y los detalles de la nacionalización de la filial de Red Eléctrica de España en Bolivia, y que a pesar de que es una decisión negativa, reconoció que tienen la certeza de que el Estado boliviano compensará a la empresa española. La reacción del gobierno español estuvo en las antípodas a la que tuvo con motivo de la expropiación por parte del Estado de Argentina de la petrolera YPF, en la que llegaron incluso a amenazar con romper relaciones diplomáticas y comerciales.
Creemos que es fundamental mantener la seguridad jurídica en el proceso de inversiones en países como Bolivia, pero el gobierno de Bolivia nos ha dado garantías de que se va a compensar a Red Eléctrica Española por las inversiones efectuadas, explicó el ministro español, que se limitó a respetar la palabra dada por el gobierno de Evo Morales y en ningún caso atacó y vilipendió a la administración latinoamericana, como sí hizo el Ejecutivo español con el caso de Argentina.
A pesar del tono conciliador del gobierno español, la Comisión Europea expresó su preocupación por la nueva expropiación que afecta a una empresa española en América Latina, que a su juicio envía una señal negativa a los inversionistas internacionales, por lo que reclamó al gobierno boliviano una compensación rápida y adecuada por la nacionalización.
Confiamos en que las autoridades bolivianas respetarán plenamente sus acuerdos de inversión con España y garantizarán una compensación rápida y adecuada por esta expropiación, añadió el vocero de la Comisión de Comercio de la Unión Europea, John Clancy, quien apuntó que actuaciones como esta envían una señal negativa a los inversionistas internacionales sobre el clima de negocios e inversión en Bolivia.
Más contundentes se mostraron las organizaciones empresariales españolas, que calificaron de tomadura de pelo la nacionalización y exigieron al gobierno que adopte medidas drásticas y contudentes.

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