Redes de apoyo vecinal y campesinado catalán crean Banco de Alimentos

Foto: David Aguinaga

AlterBanc es una respuesta agroecológica para hacer frente a la pandemia.

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 30 de julio de 2020
El Banco de Alimentos alternativo, AlterBanc, se impulsó desde la agroecología y la economía social y solidaria. Nació de la alianza entre habitantes de los barrios Congrés-Indians y Nou Barris, en Barcelona, y pueblos de Catalunya para entregar canastas con productos orgánicos a familias afectadas por la crisis económica causada por la pandemia.
AlterBanc replicó la fórmula de EcoCentral, una central de compras locales de productos agroecológicas que abastece a comedores escolares para la distribución de alimentos: no cobran al campesinado para distribuir su producto, no especulan sobre el precio de los alimentos, cobran una cuota a los clientes por la logística y ellos pagan y pactan los precios a los productores.
Este Banco focalizó los centros de recolección de alimentos en las tiendas de barrios, para después centralizar en diferentes espacios del distrito y entregar las canastas a las familias. Ejemplo de un lugar de distribución es el Casal Popular 3 Voltes Rebel, ubicado en Nou Barris.
“Fomentamos que las personas que nos ayudan compren en el pequeño comercio de la proximidad, en lugar de los grandes supermercados”, señaló Mique Ruiz, integrante de la Red de apoyo del Congrés-Indians.
El trabajo colaborativo de AlterBanc, además de apoyar a la gente afectada por la actual crisis, intenta “huir de una lógica asistencialista y nos organizamos de forma autónoma entre vecinas”, explicó Berta Carreras, de la Red de Apoyo del barrio de Porta de Barcelona.
De acuerdo a la información de El Salto, en Catalunya, la pobreza alimentaria va ligada a la malnutrición más que a la desnutrición. A partir de la crisis de 2007, muchas personas tuvieron que adoptar dietas inadecuadas por cuestiones económicas, lo que llaman hambre oculta, que tiene consecuencias sobre la salud, el rendimiento escolar y la igualdad de oportunidades.
En ese sentido, Alejandro Guzmán, miembro del Banco de Alimentos, señaló que “obligarse a malnutrirse es una de las múltiples formas de violencia que sufren las personas empobrecidas. Nosotros repartimos lotes que, por calidad, podrían ser tanto para un multimillonario como para una persona empobrecida”.
El trabajo de AlterBanc, junto con la donación de la Fundación Carasso, ha apoyado a más de 250 personas durante nueve semanas. Las familias beneficiadas se implican en la recaudación y reparto de lo alimentos en la red de Congrés-Indians.
Con información de El Salto

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