La OPEP logra su primer acuerdo para recortar producción desde 2008… y los precios suben 9%

Ciudad de México, 30 de noviembre (Cortesía elEconomista.es).– Tras meses de desavenencias y problemas entre los miembros de la OPEP, finalmente han llegado a un acuerdo en los términos pactados en septiembre. La confirmación de la organización, que engloba a los mayores productores de petróleo del mundo, señala que reducirá su producción en 1.2 millones de barriles diarios, algo menos del 1.5% de la producción mundial. Según han confirmado fuentes de la OPEP, Rusia también participará en los recortes con una reducción de 300 mil barriles al día en su producción. Los precios del petróleo, tanto de Brent como de West Texas, reaccionan con subidas que han llegado a superar el 9%, el crudo de referencia en Europa supera los 51.7 dólares por barril.
A pesar de que públicamente ha habido tensiones hasta el último minuto, el ambiente de esta mañana ya auguraba que iba a haber un acuerdo. De hecho, los precios del crudo ya avanzaban con fuerza, revirtiendo las fuertes pérdidas del lunes y del viernes, después de que el ministro saudí de Energía, Khalid al-Falih, expresara su confianza en que “se está acercando un acuerdo” entre los miembros de la OPEP, optimismo secundado por los representantes de Irak e Irán, considerado el principal escollo para lograr un pacto para reducir la oferta de crudo.
A su vez, el ministro iraquí de Petróleo, Jabbar al-Luaibi, aseguraba tras el desayuno de trabajo de hoy en Viena, que había unanimidad para un recorte de la producción que duraría seis meses y sería supervisado por un comité del cártel, unas declaraciones que se han confirmado tras el comunicado oficial de la OPEP. “Soy muy optimista sobre la posibilidad de obtener resultados fructíferos. Sí, va a haber recortes definitivamente”, dijo al-Luaibi, quien añadió que espera que el barril de petróleo supere los 55 dólares.
De este modo, se confirma la idea inicial de limitar las extracciones en un nivel de entre 32.5 y 33 millones de barriles diarios (mbd) a partir de enero próximo, desde el volumen récord de 33.64 mbd que alcanzaron en octubre. Lo que todavía no se ha aclarado es cuántos barriles debe retirar cada socio del mercado, lo que ha sido la causa del enfrentantamiento a Arabia Saudí con Irán e Irak. Aunque en la comparecencia oficial de la OPEP para comunicar el acuerdo se ha destacado que se publicará una tabla con los techos (o cuotas) que deberá asumir cada país.
¿Qué son las cuotas?
La OPEP introdujo en 1982 por primera vez un sistema de cuotas individuales de producción de crudo para sus miembros, limitando el techo conjunto en 17.1 millones de barriles diarios (mbd). En los años siguientes intentó mantener los precios mediante aumentos y recortes de esa oferta, repartiendo proporcionalmente las variaciones del caso entre todos los socios.
En 2011 el tope máximo de extracción conjunta había alcanzado los 30 mbd pero las cuotas nacionales quedaron obsoletas por los cortes de la producción en varios de los socios, como Irak, Irán, Libia o Nigeria, a raíz de diversos conflictos en esos países. De hecho, Libia y Nigeria quedan fuera del compromiso de reducir su bombeo para que puedan recuperar el nivel perdido. Indonesia ha sido excluida del cártel y así ha quedado fuera de este acuerdo, no obstante, su producción es de las más bajas del cártel (740 mil millones de barriles diarios) . Según los cálculos publicados en el último informe de la OPEP, en octubre las extracciones del grupo llegaron al máximo histórico de 33.64 mbd.
Con 10.53 mbd, Arabia Saudí es el indiscutible número uno del grupo al haber bombeado el 31.3% del total. Le siguen los rivales Irak (4.56 mbd o un 13.5%) e Irán (3.69 mbd o un 11%), pues ambos aspiran a ser el segundo productor del grupo. La producción de los Emiratos Árabes Unidos (3.0 mbd, 8.9%) y de Kuwati (2.83 mbd, 8.4%) supera a la de Venezuela, que se sitúa en sexto lugar con 2.07 mbd o un 6.15 por ciento.
Reunidos en Argel, los ministros de la OPEP alcanzaron en septiembre un acuerdo preliminar para dejar la producción entre 32.5 y 33 mbd en 2017, aunque sin un consenso sobre la forma de aplicar el recorte, es decir, la fijación de nuevas cuotas individuales.
Tras sellarse este acuerdo, las reducciones de cada país son las siguientes según la tabla con la que trabaja la OPEP: Arabia Saudí recortará 486 mil barriles por día, Irak 230 mil, Emiratos Árabes Unidos 139 mil, Kuwait 131 mil, Venezuela 95 mil, Angola 87 mil, Argelia 50 mil, Qatar 30 mil, Ecuador 26 mil y Gabón 9 mil. El resto de países no participará en esta operación de recortes.
¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA COOPERACIÓN?
La OPEP ha instado a sus principales competidores a adherirse a sus esfuerzos, algo que ha ocurrido ya dos veces este siglo. En 2008, cuando los precios habían caído por la crisis financiera mundial y la OPEP acordó el mayor recorte de su historia, de 4.2 mbd, Rusia y Azerbaiyán, que no pertenecen a la organización, se comprometieron a retirar 320 mil y 300 mil bd, respectivamente.
A fines de 2001 –el barril se había desplomado hasta los 17 dólares tras los atentados terroristas del 11S–, Rusia, México, Noruega, Omán y Angola añadieron 460 mil barriles al recorte de 1.5 mbd que pactó la OPEP.
Hoy Angola es miembro de la organización. Rusia se ha mostrado dispuesta a, por lo menos, congelar el nivel de su oferta. Asimismo, México, Brasil, Kazajistán, Azerbaiyán y Omán podrían acceder a un compromiso si la OPEP logra mañana el acuerdo.

¿QUÉ ROL JUEGA EL FRACKING?

Los altos precios entre 2011 y 2014 impulsaron las explotaciones de mayores costes al hacerlas rentables, como la del petróleo de esquisto o de lutita. Éstos se consigue mediante una combinación de tecnologías avanzadas como la explotación horizontal y la fractura hidráulica (fracking, en inglés), en un proceso que convierte en petróleo materia orgánica que hay en rocas.
En Estados Unidos este tipo de producción se disparó hasta los 4.5 mbd en 2014 y fue uno de los factores claves de la abundante oferta que desequilibró el mercado.
Liderada por Arabia Saudí, la OPEP optó entonces por defender su participación en el mercado abriendo las espitas y aceptando precios bajos para combatir así a la oferta rival. Los expertos calculan que en Estados Unidos las extracciones del esquisto han caído en cerca de 1.5 mbd en los últimos dos años.
Para la OPEP, el petróleo de esquisto supone un desafío que no había tenido antes: un crudo “rival” que amenaza con volver al auge en cuanto los precios se recuperen medianamente. Aunque Mohammed bin Saleh, ministro de Petróleo de Qatar, ha querido destacar en la rueda de prensa que la decisión de la OPEP tiene como objetivo equilibrar el mercado de crudo, la estrategias del grupo petrolero no están relacionadas con el fracking, según ha destacado este miembro que ha sido el encargado de comparecer ante los medios tras el acuerdo.

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