Fracasada la AFI, sigue otro experimento calderonista: la Policía Federal Ministerial

El policía consentido de Felipe Calderón, Genaro García Luna, tiene un nuevo juguete: la Policía Federal Ministerial. Creada el año pasado ahora asume plenamente funciones y le da la puntilla a la AFI. La nueva corporación quedó a cargo de Vidal Díazleal, personaje de oscuro pasado y allegado al secretario de Seguridad Pública. Antiguos miembros de la Agencia Federal de Investigación comentan a Proceso que la nueva policía –que trata de imitar al cuerpo estadunidense de los marshals federales– está llena de personajes bajo sospecha de tener nexos con el crimen organizado.
A cuatro meses de concluir, el gobierno de Felipe Calderón no deja de improvisar en materia de seguridad. Frustrado su proyecto de hacer de la Agencia Federal de Investigación (AFI) un FBI a la mexicana, ahora intenta convertirla en una policía inspirada en el US Marshals Service, el equipo de alguaciles federales estadunidenses.
Después del fallido intento de unificar a la AFI con su Policía Federal (PF), el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, buscó una nueva forma de controlar el brazo policial de la Procuraduría General de la República (PGR).
Creador en 2001 de la AFI, 11 años después García Luna la sustituye con la Policía Federal Ministerial (PFM), de la que se hace cargo uno de sus hombres de confianza en la PGR, Vidal Díazleal Ochoa.
La corporación fue presentada el miércoles 25, dos días después de que Calderón publicara en el Diario Oficial de la Federación una nueva Ley Orgánica de la PGR, la segunda en este sexenio, que facilita el control de García Luna sobre ese brazo operativo.
En el papel la nueva policía depende de la procuradora Marisela Morales, quien enfrenta cientos de demandas de exagentes de la AFI que han sido despedidos durante la aplicación del Proyecto Fénix, creado presuntamente para depurar a las fuerzas policiacas.
El encargado de la presentación de la PFM fue el propio Díazleal, quien llegó a la PGR en mayo del año pasado después de trabajar en la PF, de la que salió temporalmente en 2007 luego de un incidente en Cananea que dejó 23 sicarios y policías muertos y del que se le responsabilizó por haber sido omiso.
Ahora con el título de comisario de la Policía Federal Ministerial, el hombre de García Luna confirmó que la nueva policía se parecerá a los alguaciles (marshals) estadunidenses hasta en el uniforme. Llevarán pantalón caqui y playera azul. “A partir de mañana ningún uniforme de los anteriores, azules, que traen el escudo de la AFI, podrá ser utilizado por los agentes”, dijo el miércoles 25 al presentar la corporación a la prensa en sus instalaciones en Lomas de Sotelo.
A esta especie de marshals mexicanos les fueron asignadas cinco tareas principales: cumplimiento de mandamientos judiciales; protección de testigos, colaboradores y víctimas; realización de servicios especiales de seguridad –incluida la movilización aérea–; vigilancia del Centro Federal de Arraigo y localización de fugitivos extranjeros a través de la oficina de la Interpol en México, que ahora depende de la propia PFM.
Se trata casi de una calca de las funciones del US Marshals Service, cuerpo que funciona desde 1789 en Estados Unidos y que depende del Departamento de Justicia.
También son responsables de la administración y operación de los prisioneros federales, del traslado aéreo de detenidos con permanencia ilegal en territorio estadunidense y de la seguridad de los testigos protegidos y sus familiares.
Sólo hay dos diferencias respecto a su copia mexicana: los alguaciles estadunidenses administran los activos que confiscan y participan en operaciones tácticas relacionadas con misiones sensibles y clasificadas, la seguridad interna, emergencias nacionales, crisis domésticas y la comunidad de inteligencia.
En México los bienes asegurados quedan a cargo del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes de la Secretaría de Hacienda; de las operaciones especiales se encargan otras dependencias, entre ellas la PF de García Luna.
Policía científica
Por iniciativa de García Luna en noviembre de 2001, durante el primer año de gobierno de Vicente Fox, la AFI sustituyó a la Policía Judicial Federal. Infiltrada por el narcotráfico, ésta fue sustituida, según dijeron Fox y García Luna, para dejar se der una policía reactiva y convertirse en una “policía científica”.
Como su antecesora, la AFI muy pronto se vio tocada por la corrupción y adquirió fama de arbitraria. Uno de sus casos emblemáticos en este sentido fue la detención de Florence Cassez, acusada de secuestro. En marzo último la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que la AFI violó las garantías constitucionales de la ciudadana francesa, ahora presa en el penal femenil de Tepepan.
Con el apoyo de Calderón, a través de la PF García Luna le quitó a la AFI el monopolio, como auxiliar del Ministerio Público, de la investigación y persecución de los delitos federales y de aquellos atraídos por la Federación o los que pongan en riesgo la seguridad nacional.
Al inicio del sexenio de Calderón el brazo operativo de la PGR fue objeto de discordia por las pretensiones de control de García Luna. Entre septiembre y octubre de 2008 decenas de agentes de la AFI se movilizaron para oponerse al mando único policial propuesto por el secretario de Seguridad Pública y que en la práctica significaba que la AFI se integrara a la PF.
García Luna también quería el control de la inspección migratoria, a cargo de la Secretaría de Gobernación, y de la fiscal y aduanera, que queda bajo la responsabilidad de Hacienda. La policía única fue rechazada incluso por el Congreso, que se opuso a reformar la Constitución y las leyes relativas a la operación de la policía en el país.
Ante ese fracaso Calderón primero reformó la Ley Orgánica de la PGR en mayo de 2009 para desaparecer paulatinamente a la AFI de la estructura de la procuraduría y crear la Policía Federal Ministerial, que quedó a cargo de Nicandra Castro Escarpulli. Luego, en junio de ese mismo año transformó oficialmente la PFP en PF, aunque ese cuerpo ya operaba como tal desde un año antes.
En septiembre de 2009 el procurador general Eduardo Medina Mora fue sustituido por Arturo Chávez Chávez, quien a su vez en abril de 2011 le dejó la titularidad de la PGR a Marisela Morales. Apenas llegó, la procuradora designó a Díazleal Ochoa director de la aún existente AFI y encargado de echar a andar el Proyecto Fénix para “limpiar la corporación”.
Díazleal, quien asegura que en octubre de 2011 comenzó la sustitución de la AFI por la PFM, fue uno de los seis mandos removidos en 2007 de la entonces PFP por un incidente catastrófico ocurrido en Cananea, cuando el responsable de la seguridad regional dejó pasar un convoy de varias decenas de sicarios durante unos 500 kilómetros de carreteras federales, hasta que hubo un choque con el Ejército que tuvo como saldo 23 muertos.
(Extracto del reportaje que aparece esta semana en la revista Proceso 1865, ya en circulación)

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