DESPIDOS INJUSTIFICADOS SE MULTIPLICAN
Lic. Eduardo Díaz Reguera 
colaborador  de Frecuencia Laboral
La cadena de tiendas de auto servicio más 
grande de América Latina OXXO, que su primera tienda la estableció en el
 año 1978 en Monterrey, hoy, pertenece a la empresa Femsa Coca-Cola, 
quien, desde el año de 1979 adquirió la primera franquicia del sistema 
Coca-Cola. A la fecha, dicho corporativo tiene bajo su tutela a las 
empresas: Jugos del Valle, Santa Clara, OXXO GAS, las Farmacias YZA, 
moderna, Farmacon, Cruz Verde, entre otras.
 El manejo de las mismas, lo viene realizando
 a través de Outsourcing, por lo que tiene la posibilidad de evadir 
responsabilidades derivadas de la relación de trabajo de quien se 
beneficia, es decir, de los trabajadores de todas esas empresas, 
incumpliendo lo dispuesto en los artículo 12, 13, 14 y 15, sin que se 
encuentren en la hipótesis del artículos del 15-A al 15-D, todos de la 
Ley Federal del Trabajo.
375 millones de 
consumidores de productos Coca-Cola, 11 millones de compradores 
diariamente en las tiendas OXXO; que ahora, con su incursión en la venta
 de gasolina, a través de OXXO GAS, cuenta con 382 estaciones de 
servicio y tarde que temprano Femsa tendrá el liderazgo en los 
consumidores mexicanos del combustible, franquicia para la venta de 
gasolina que adquirió, gracias a la reforma energética, misma que viene 
afectando al país y al propio funcionamiento de Petróleos Mexicanos. 
La costumbre en la tiendas OXXO, es el 
despido de los trabajadores, sin liquidación alguna, que contrasta con 
la permanente publicidad que mantiene en todas las tiendas de la 
contratación de trabajadores con prestaciones superiores a la Ley.
En
 la refinería Tula, perteneciente ahora a la denominada Empresa 
Productiva del Estado y su Subsidiaria Transformación Industrial, antes 
Pemex Refinación, donde se había anunciado la creación de la Nueva 
Refinería, se viene desmantelando la misma, empezando con los despidos 
de varios trabajadores, cerca de 300, entre personal sindicalizado y 
trabajadores considerados de confianza; la razón aducida es la 
reestructuración de la Refinería y la forma de hacerlo es a través de 
las liquidaciones y la jubilación forzada del 40% al 70%. 
Con la liquidación, los trabajadores pierden,
 no solo el trabajo, sino el servicio médico que tenían, pues Pemex 
nunca cumplió con la obligación de afiliarlos al IMSS y aunque 
directamente atienden a sus trabajadores, no estableció convenio de 
subrogación con el Instituto, y por tanto, perderán la seguridad social,
 es decir la atención médica y la posibilidad de una jubilación.
Se
 trata de trabajadores de la Refinería, entre Profesionistas y Técnicos,
 con más de 20 años de servicios, la mayoría en puntos clave la Pemex, 
como lo es la Planta Catalítica, en donde se produce principalmente 
gasolina, naftas y se refina el petróleo, misma que requiere del manejo 
adecuado y experto para su funcionamiento. 
La presencia de gente experta, también sobre 
seguridad industrial y evitar accidentes, es de la que está 
prescindiendo la empresa. En tal circunstancia resulta atentatorio a los
 derechos de los trabajadores, como lo es su estabilidad, su seguridad 
social y el derecho potestativo de jubilación, cuando ellos lo decidan y
 el porcentaje del 100% de acuerdo a lo establecido en el Contrato 
Colectivo de Trabajo y el Reglamento de Trabajo del Personal de 
Confianza de Petróleos Mexicanos y Empresas Subsidiarias, antes del 15 
de diciembre del 2015, pues posterior a esa fecha, estos dispositivos 
fueron modificados, aumentando la edad y los años de servicios, que 
algunos trabajadores lo combatieron a través de demandas de nulidad de 
los mismos.
En el caso de la 
reestructuración, aducida por la empresa, debió de llevar a cabo un 
procedimiento de juicio especial, denominado conflicto colectivo de 
naturaleza económica, ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje,
 establecido en los artículo del 900 al 919 de la Ley Federal del 
Trabajo, y, obtener una resolución favorable para la liquidación del 
personal, que debe ser el que tenga menor tiempo de servicios y no como 
lo está llevando a cabo Petróleos Mexicanos, donde despide a los que 
tienen mayor antigüedad y experiencia.
En la Compañía Hulera Tornel, S.A. de C.V., 
propiedad de un corporativo de la India, quien incursionó en México en 
la fabricación de llantas, con más de 1,200 trabajadores, se ha negado a
 cumplir el Contrato Ley de la Industria de la Transformación del Hule, 
incluso, a cubrir el aumento pactado en la última revisión, 
correspondiente al año 2017.
Por lo anterior los trabajadores se 
encuentran en una incertidumbre, pues la empresa, desde antes de la 
revisión les había advertido que no cumpliría con el Contrato Ley, 
proponiendo firmaran un Contrato Colectivo de Trabajo singular, y de no 
aceptar, empezaría a liquidar a todo el personal a su servicio y 
establecer nuevas condiciones de trabajo. Hasta la fecha, ha efectuado 
más de 90 despidos de compañeros, algunos, con más de 20 años de 
servicios.
Los trabajadores de 
Tornel desde hace más de 15 años llevaron a cabo un movimiento para 
democratizar a su organización sindical, que se encontraba en las redes 
del sindicalismo charro, ahora, deberán de hacer valer los principios 
que los inspiraron para lograr su independencia y someter, a la decisión
 de todos los afiliados, el de emplazar a huelga por violaciones al 
Contrato Ley y buscar el apoyo de otras organizaciones sindicales, en 
particular de los llanteros, quienes ya han experimentado estas 
situaciones, algunos con derrotas y otros con triunfos, pero que, sin 
duda, motivarán a los trabajadores de Tornel, para la toma de 
decisiones. 
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