Electricistas apoyan a su dirigencia

Con el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) se han quedado sin sustento 44 mil familias. La mayoría de los jefes de familia no han podido conseguir empleo, ya que el gobierno federal se encargó de boletinarlos, por más que los funcionarios gubernamentales lo nieguen. Esta decisión fue tomada por Felipe Calderón debido a los compromisos contraídos con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como con los ricos que lo impusieron en la silla presidencial, pero además porque el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) siempre se ha opuesto a la privatización del sector energético.

La gota que derramó el vaso fue la fibra óptica. Antes del decreto, el SME presentó una propuesta para que el gremio manejara este sector. El gobierno se apresuró a hacer efectiva la desaparición de LFC, y un día antes de la inauguración del Mundial de Futbol, anunció la concesión –por 20 años– a Televisa y otros particulares, mediante una cantidad ridícula (diez veces menos de lo que le costó al pueblo construir la infraestructura).

Ése es el fondo de los hechos. Ni la mayoría de los diputados ni de los senadores han hecho valer su supuesta independencia y jerarquía y sólo unos pocos han dado la cara y el respaldo a los electricistas, los mineros y ahora a los trabajadores de la Compañía Mexicana de Aviación, a quienes también pretenden desaparecer. Qué casualidad, el presidente de esta empresa es uno de los 30 hombres más ricos del país, uno de los que ayudaron a Calderón a llegar a la presidencia: Gastón Azcárraga.
Fuente

Comentarios