El país, con crecimiento económico mediocre… a pesar de reformas

Peña, Videgaray y Carstens en Los Pinos. Foto: Eduardo Miranda
Peña, Videgaray y Carstens en Los Pinos.
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (apro).- La economía mexicana no está estancada, sino en franca desaceleración: el Banco de México -por tercera vez en el año y por cuarto trimestre consecutivo- redujo su estimación para el crecimiento de este año, ahora a un intervalo de entre 1.7 a 2.5%, un promedio de 2.1%
El 19 de noviembre de 2014, cuando dio a conocer el informe trimestral sobre la inflación, correspondiente al periodo julio-septiembre de 2014, el banco central estimó para 2015 un crecimiento económico de entre 3 y 4%, que daba un promedio de 3.5%.
Más tarde, el 18 de febrero de este año, cuando dio a conocer el informe sobre el trimestre octubre-diciembre de 2014, estimó para el 2015 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 2.5 y 3.5%, un promedio de 3% de avance para la economía nacional.
Luego, el 19 de mayo pasado, en su informe correspondiente al periodo enero-marzo de este año, bajó su pronóstico a un rango de 2 a 3%, para un promedio de 2.5%
Ahora, este miércoles 12, en la presentación del informe del trimestre abril-junio de 2015, el Banco de México bajó drásticamente su pronóstico a un intervalo de 1.7% a 2.5%, que da un crecimiento económico promedio de tan sólo 2.1% para este año.
El mismo crecimiento mediocre registrado en 2014 -siete décimas más que el 1.4% de 2013-, pero ahora… con todo y reformas estructurales.
El Banco de México, para revisar a la baja sus pronósticos, se basó, “por un lado, en que el ritmo de crecimiento de la actividad económica en México en el primer semestre de 2015 fue menor que lo esperado, reflejo de un débil desempeño de la actividad industrial, al tiempo que los componentes de la demanda interna registraron un crecimiento moderado.
“Por otro lado, hacia adelante se prevé que la actividad económica en México mejore en la segunda parte del año, aunque a un menor ritmo que lo anticipado en el Informe anterior.
“Se espera que el crecimiento de la demanda interna continúe siendo moderado, de manera que la recuperación estaría asociada principalmente a una mayor producción manufacturera de México, reflejo a su vez de mayores exportaciones de este sector ante una mejoría en la actividad industrial de Estados Unidos y la depreciación real del peso respecto del dólar”.
Y si la economía va a la baja, habrá menos posibilidad de crear más empleos. En su nueva estimación, Banxico cree que podrían crearse en este año entre 560 mil y 660 mil nuevos puestos de trabajo.
La estimación anterior, en mayo pasado, fue de entre 580 mil y 680 mil nuevas plazas. Y en enero había calculado entre 600 mil y 700 nuevos empleos.
Entre la primera estimación del año y la que hoy se anunció hay una diferencia de 40 mil empleos menos en ambos extremos del rango.
Según el informe del Banco de México, el escenario para el crecimiento del PIB está sujeto a diversos riesgos, tanto a la baja como a la alza.
Los riesgos que podrían deteriorar aun más las posibilidades de crecimiento están, según el banco: 1) que las exportaciones manufactureras sigan registrando un bajo dinamismo en caso de que el sector industrial en Estados Unidos mantenga un débil desempeño; 2) un deterioro en las perspectivas de los inversionistas ante la falta de resultados favorables en torno a la implementación de la reforma energética y/o ante un debilitamiento adicional en la percepción sobre el estado de derecho.
También: 3) que la recuperación de la plataforma petrolera en México se retrase y esto afecte el dinamismo del sector industrial en el país, y, 4) un incremento adicional en la volatilidad en los mercados financieros internacionales que deteriore las condiciones de acceso a financiamiento externo para la economía mexicana.
Entre los factores al alza para el escenario de crecimiento, dice Banxico, destacan: 1) un mayor dinamismo del sector exportador ante una recuperación de la demanda externa mayor a la prevista, y, 2) avances más satisfactorios en la implementación de las reformas estructurales y/o en el fortalecimiento del estado de derecho.

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