Obama os ama

lunes 16 de mayo de 2011


Gustavo Herren (especial para ARGENPRESS.info)

Las operaciones negras (black ops), encubiertas y de Inteligencia, como la supresión de Osama bin Laden, son parte de la nueva estrategia contraterrorista lanzada por el gobierno de Obama, que incluye una creciente ofensiva de Ejecuciones Extrajudiciales con la táctica de Decapitación del Liderazgo, mientras por otro lado busca morigerar las acciones militares en gran escala.

Ante los dudosos resultados de la guerra global contra el terrorismo de G.W. Bush enfocada en operaciones militares en gran escala, la guerra contraterrorista de Obama renombrada como Operaciones de Contingencia en Ultramar (1), lanzó su nueva estrategia en que la eliminación de bin Laden marca un punto de quiebre con la de su predecesor. La estrategia se basa en el modelo israelí de ejecuciones extrajudiciales, también llamada de asesinatos selectivos, aplicada por el Mossad desde 1972 (después del asesinato de 9 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich). Sin embargo se sigue sosteniendo el concepto bushiano, que la única forma de terminar con los caníbales es comiéndose a los caníbales. La nueva estrategia tiene su correlación con la política exterior de Washington.

La técnica anti-terrorista de asesinatos selectivos fue y es utilizada esporádicamente por múltiples países como Francia, Rusia, Colombia pero actualmente, los principales especialistas que la aplican sistemáticamente y en forma creciente son Estados Unidos e Israel, hasta el punto de convertirla en práctica cotidiana (también se piensa extrapolarla al narcotráfico).

Como sucede con el terrorismo, no hay una definición unívoca de asesinatos selectivos. Una posible es, la muerte intencional de un civil o un combatiente ilegal específico, que no puede ser razonablemente capturado y está participando en hostilidades; la selección es hecha bajo dirección del Estado en el contexto de un conflicto armado internacional o no (2). Quienes la consideran una táctica legal, no como asesinato sino como homicidio sin responsabilidad penal, alegan el derecho a legítima defensa del país y que se trata de un acto de guerra.

En la doctrina estadounidense-israelí la lista de blancos para asesinatos selectivos cubre un amplio espectro dentro y fuera de las organizaciones insurgentes, como ser líderes máximos e individuos de alto perfil, comandantes de menor rango y militantes activos y pasivos, ideólogos, colaboradores y técnicos . Los homicidios se cometen aunque más no sea por sospechas, sin proceso alguno, por eso se denominan ejecuciones extrajudiciales.

Entre las causas para los asesinatos selectivos sobre individuos extraterritoriales, figura suprimir a aquellos elementos que son considerados una amenaza permanente para los intereses de ambos países y sus ciudadanos generalmente en relación a un conflicto armado. Y también las dirigidas contra la organización, para destruirla, paralizarla, o reducir su nivel de operación, la severidad y número de ataques produciendo un vacío de poder interno, eliminando operadores clave y sembrando la desconfianza y desarticulación.

Los asesinatos selectivos de líderes, es decir la decapitación del liderazgo tiene especial relevancia en la estrategia de Obama. La lista negra de Washington para asesinatos selectivos en Al Qaeda, incluye una decena de miembros de su cúpula, los próximos serían al Zawahirí sucesor de bin Laden, y Abu Zeid líder de Al Qaeda Magreb.

Las cabezas de las organizaciones, insurgentes desde el sistema de referencia de los Estados perpetradores se tratan como 'líderes terroristas', pero desde la óptica y leyes del bando contrario se consideran 'autoridades máximas'. Es decir, en última instancia la decapitación de liderazgos está autorizando en alguna medida el asesinato de ‘líderes’. De modo que las organizaciones insurgentes que no acatan la legislación de Occidente, podrían responder con magnicidios sobre los líderes occidentales, de hecho algunas lo han hecho. En 2007, el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, sufrió un violento intento de asesinato por parte del Talibán en una visita sorpresiva y secreta a la base militar de Bagram (Afganistán), la misma donde se entrenaron los comandos para la ejecución de bin Laden. Que los magnicidios no sean tan frecuentes se debe en parte, a que los atentados contra blancos civiles son mucho mas accesibles que contra líderes políticos protegidos y alertas.

Segun Obama, después de la muerte de Osama bin Laden el mundo está más seguro y es un mejor lugar (3). Además de las felicitaciones de los aliados de Estados Unidos, parece que el mundo debería estarle agradecido por su contribución a la paz global, asesinando al asesino. Paradójicamente el premio Nóbel de la paz aclaró que la guerra sigue ‘…No cabe duda que Al Qaeda seguirá intentando atacarnos. Tenemos que seguir alertas‘.

¿En que condiciones la decapitación del liderazgo disminuye la violencia y llega a destruir una organización terrorista? En el caso de al Zarqawi líder de Al Qaeda Irak, el asesinato selectivo en 2006, produjo un aumento significativo de la violencia, en cambio los asesinatos selectivos aplicados por Israel en Líbano y Palestina de varios líderes de Hezbolá y Hamás, provocaron una leve disminución de la violencia. La decapitación de liderazgo por sí sola no implica el colapso de una organización insurgente, ni el decrecimiento de sus ataques sino que puede generar el efecto inverso (4). Después de la decapitación de Al Qaeda, la organización amenazó con vengar a su jefe y anunció que continuará el yihad (guerra santa), y de hecho la violencia continuó a los pocos días, con el atentado de más de 80 muertos en la ciudad de Charsada cercana a Islamabad, perpetrado por los talibanes pakistaníes relacionados con Al Qaeda.

En el caso de organizaciones como Al Qaeda se ha estudiado matemáticamente y calculado estadísticamente, que la probabilidad de que colapse por asesinato de un líder principal es de 17%, y que se disuelva espontáneamente es de un 33%, es decir, que paradójicamente matando a bin Laden se aumenta la probabilidad que Al Qaeda sobreviva, de un 67% al 83%.

Pero sí bien no se espera eliminar a la organización, lo que se intenta es debilitarla en medio de la revuelta árabe ya que su vida media también depende del apoyo popular que sustente, pero además hay beneficios y oportunidades en política interior y exterior para Obama.

La guerra contra el terrorismo de G.W. Bush necesitaba a bin Laden como fetiche, las operaciones de contingencia en ultramar de Obama, no. La tortura de prisioneros en la cárcel que el Imperio plantó en Cuba, Guantánamo, ayudó a localizar a Osama, que finalmente fue ‘desaparecido’ (missing) en el momento oportuno, intentando cerrar para los estadounidenses el ciclo del 11/S. La población pedía justicia, Obama afirmó ’…Nuestro país ha mantenido el compromiso de ver que se haga justicia.’ El asesinato selectivo de bin Laden cierra el brutal escarmiento imperial que imbricado en las incertezas del 9/11, comenzó con el bombardeo e invasión a Irak y Afganistán. Obama elogió la unidad y el patriotismo de una multitud, que enajenada se reunió frente a la Casa Blanca, en el lugar donde estuvo el World Trade Center y en otros lugares del país, portando velas, banderas y cantando el himno nacional. Pero la alegría y el festejo de la muerte (aunque mas no sea la de un asesino), mas que de justicia habla de venganza. La tortura y la muerte como respuesta a la muerte, muestra la faz salvaje de parte de la sociedad de la superpotencia, un retroceso civilizatorio hacia la jungla de las tribus Shuaras (jíbaros) para quienes la justicia era la venganza, con reglas que la permitían en un nivel mayor que la ley del Talión, y que conducía a un círculo de muerte interminable, tal vez una versión menos sofisticada de los asesinatos selectivos.

La supervivencia de una organización terrorista sometida a decapitación, es proporcional al apoyo popular que mantenga. Para Al Qaeda el apoyo popular proviene principalmente mas que por su fundamentalismo religioso, por su posición anti-americana debida a las invasiones estadounidenses, a sus grandes operaciones militares sobre territorio islámico, y por su respaldo político a regímenes autoritarios. Se estima que en Egipto, Pakistán e Indonesia el 20% de la población apoya a Al Qaeda, y en Nigeria el 49% , aunque actualmente está decreciendo. Por eso el gobierno de Obama busca, intensificar las operaciones negras de Inteligencia y acciones encubiertas como los asesinatos selectivos con drones (5), ir reduciendo la presencia de tropas estadounidenses en Irak y Afganistán para disminuir el anti-americanismo, y moderar la política de apoyo a los regímenes represivos al menos en Africa del norte. En 2010, Barack Obama aumentó el financiamiento y extendió las operaciones encubiertas (black ops) a 75 países, contra los 60 autorizados por G.W. Bush.

La influencia de Al Qaeda y bin Laden sobre el pueblo árabe del Magreb que generó las revueltas, no es significativa ya que tienen un carácter político, no religioso y el respaldo de Washington a los regímenes árabes autoritarios no es considerado en un primer plano por los manifestantes. Aunque Estados Unidos no está bien visto, la rebelión es contra los regímenes árabes locales represivos en sí, buscando una democracia y no un Califato. De hecho bin Laden intentaba hacer caer a los gobiernos árabes autoritarios pro-occidentales, pero no logró un apoyo popular suficiente con su metodología de fundamentalismo violento.

Por otra parte, su desaparición aumenta los grados de libertad de Obama en la política interna y para un desenlace en Afganistán. Al respecto afirmó ‘…Hemos hecho el compromiso de comenzar con el retiro de tropas en Julio de este año. Estamos en la transición; entrenando fuerzas afganas para que puedan comenzar a asegurar su país. Lo que pasó el domingo (muerte de bin Laden), reconfirma que podemos centrarnos en Al Qaeda, en las amenazas a nuestra patria, entrenando afganos de modo de permitirles estabilizar su país. Pero no necesitamos tener una presencia perpetua del tamaño de la actual.‘ (6)

Es poco probable, que la presencia durante los último 5 años de bin Laden en una deteriorada y peculiar vivienda tendenciosamente llamada mansión, a 800 metros del Colegio Militar de Pakistán, en una barriada de clase media, en la ciudad de Abbottabad (fundada en 1853 por el mayor James Abbott del Ejército Británico, cede también de la Segunda División del Cuerpo de Ejército Norte), hubiera pasado desapercibida por las 9 agencias de Inteligencia de Pakistán (y por consiguiente en algún momento por el Pentágono y la CIA), ni tampoco a nivel de distrito por la vigilancia policial y local. Teniendo en cuenta, que en particular en la Inteligencia Militar y el ISI (Pakistan Inter-Services Intelligence) existen divisiones, entre los simpatizantes de Al Qaeda, los del Talibán y los pro-estadounidenses, bin Laden pudo muy bien haber sido traicionado y negociado. Obama, había anunciado aumentar para los próximos cinco años en 2000 millones de dólares, la ayuda destinada al Ministerio de Defensa paquistaní para la lucha contra el terrorismo.

De todas maneras Washington acusó a su aliado de falta de información sobre bin Laden, lo que fue mal visto por Islamabad que le reprochó la penetración furtiva en su territorio. Las relaciones se tensaron cuando 5 días después de la ejecución, Washington volvió a marcar el territorio con el asesinato selectivo de más de 15 supuestos milicianos en Waziristán Norte (Pakistán), con misiles lanzados desde 4 drones estadounidenses, presionando al gobierno pakistaní para que endurezca su ataque a los extremistas. Como respuesta a la crisis, el 11 de Mayo el presidente de Pakistán, Zardari, realizó una gira oficial por Rusia buscando diversificar relaciones.

Los métodos usados para realizar los asesinatos selectivos no tienen límite. Para Osama, el Pentágono había considerado varios posibles cursos de acción. Desde el bombardeo a la vivienda por aviones B-2 Spirit no detectables por radar (stealth) con bombas de una tonelada (2000 libras), (lo cual se descartó ya que dificultaría la identificación física del objetivo, y causaría brutales daños colaterales (muertes civiles) en la zona urbana); el empleo de francotiradores, o de drones Reaper (Segadores) con misiles Hellfire (Fuego del infierno), (descartado por estar la vivienda dentro del sistema de defensa del espacio aéreo de la capital, Islamabad).

Finalmente se decidió por una operación comando codificada como Arpón de Neptuno (Operation Neptune's Spear), en una acción relámpago con una dinámica similar, salvando las diferencias, a la operación colombiana Fénix del gobierno de Uribe que asesinó selectivamente al segundo comandante de las FARC, Raúl Reyes, violando la soberanía de Ecuador.

Los comandos estadounidenses SEAL (al menos 20) previamente entrenados en la base aérea de Bagram, partieron desde la base de Jalalabad (ambas en Afganistán) en dos helicópteros (con otro par de apoyo), penetrando en vuelo rasante para no ser detectados por los pakistaníes, unos 160 kilómetros en su espacio aéreo. La novedad es que los helicópteros presentaban características furtivas o sigilosas (stealth) para reducir la detección por radar, por ondas sonoras y la emisión de calor (infrarrojo) (el programa de helicópteros stealth se creía desactivado desde 2004). Mientras los comandos irrumpían en el complejo habitacional mediante explosivos, uno de los helicópteros que lo sobrevolaba se precipitó a tierra, siendo posteriormente destruido por los mismos SEAL. Durante la misión clandestina fueron interferidas en la zona todas las señales radioeléctricas y comunicaciones por varias aeronaves de apoyo que también habían sido desplegadas. Los helicópteros regresaron a Afganistán (base Jalalabad) con el cadáver de bin Laden, que según se dijo fue transportado al portaviones a propulsión nuclear Carl Vinson y tirado al Mar Arábigo.

Obama anunció horas mas tarde ‘…Después de un tiroteo, (el equipo de los americanos) mató a Osama bin Laden y tomó la custodia de su cuerpo.’ Mientras el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmaba ‘…Bin Laden fue baleado y muerto. No estaba armado.’ Su ultimación, cobra características de ejecución con la técnica de un disparo en el pecho y un tiro de gracia en la cabeza. Según el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa del Parlamento israelí, Shaúl Mofaz, ‘…Esta fue una operación para matar’.

En este caso, los integrantes de elite SEAL, condecorados luego a puerta cerrada por Obama en la base militar de Fort Campbell (Kentucky), no serían mas que los sicarios oficiales del imperio.

Haber tomado a bin Laden prisionero y someterlo a un proceso judicial, podría haber comprometido seriamente a no pocos líderes y capitalistas occidentales y saudíes, ya que se trataba de un ex-colaboracionista de Washington y la CIA. También sería relativa la información obtenida sobre Al Qaeda, que al parecer se trata de una dispersión de células independientes que actúan autónomamente por afinidad ideológica, por eso la magnitud y violencia desproporcionada de sus atentados terroristas. Al Qaeda no tiene un comando central que emita órdenes sino un líder simbólico, hoy desaparecido, y convertido vivo o muerto en su mártir espiritual…

Notas:
1) OCO, Overseas Contingency Operations
2) Gary D. Solis, ‘The Law of Armed Conflict: International Humanitarian Law in War’, Cambridge University Press, 2010. Profesor adjunto de leyes, especializado en leyes de guerra en el Georgetown University Law Center
3) Remarks by the President Awarding the Medal of Honor to Private First Class Anthony Kaho'ohanohano and Private First Class Henry Svehla, White House, May 02, 2011
4) Jenna Jordan, ‘When Heads Roll: Assessing the Effectiveness of Leadership Decapitation Against Terrorist Organizations’, University of Chicago, Security Studies, 18:719–755, 2009
Patrick B. Johnston, ‘Assessing the Effectiveness of Leadership Decapitation in Counterinsurgency Campaigns, Post-Doctoral Research Fellow, Belfer Center for Science and International Affairs, Harvard University, September 24, 2010
5) Los apodados ‘drones’ son vehículos aéreos no tripulados (UAV) teledirigidos y artillados. Replican la concepción terrorista de vigilancia y castigo, y constituyen la máxima expresión militar del concepto de panóptico, cuya versión civil son las cámaras de vigilancia en los espacios públicos para prevenir el delito, pero también de control y corrección para el orden social. Las guerras del futuro cercano que están siendo planificadas hoy en los centros tecnológicos y de estrategia, involucran enormes ‘enjambres’ de unidades de comando letales de todo tamaño (drones), inteligentes, automáticos, con coordinación electrónica entre ellos sin un orden central y con acceso permanente por satélite a la información en tiempo real.
6) Entrevista al presidente Barack Obama por el corresponsal Steve Kroft, ‘60 Minutes’, CBS News, May 06, 2011

Autor imagen: Pete Souza - White House

Fuente

Comentarios