Por elecciones, prohíbe España toda manifestación en sábado y domingo

Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 20 de mayo de 2011, p. 33

Madrid, 19 de mayo. La Junta Electoral Central de España prohibió hoy en todo el país cualquier manifestación desde las cero horas del sábado hasta las 24 horas del domingo, día de las elecciones municipales, en clara alusión a las movilizaciones del movimiento ciudadano Democracia Real Ya, que desde el pasado domingo se realizan en repudio al modelo político y económico vigentes, y que ya se extendieron a escala nacional.

Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, declaró poco antes que el gobierno sólo esperaba el pronunciamiento de la junta electoral para decidir si ordena a la policía la dispersión de los manifestantes.

En tanto, decenas de miles de ciudadanos indignados en la Puerta del Sol en Madrid, la Plaza de Cataluña en Barcelona, la Plaza del Pilar en Zaragoza y el Parasol de la Encarnación en Sevilla, entre otras, volvieron a romper el cerco policial, y una vez más repudiaron a políticos, banqueros y empresarios.

El movimiento que inició el domingo 15 de mayo, llamado ya aquí el 15-M, o la spanish revolution, se nutrió este jueves con cacerolazos multitudinarias en decenas de ciudades de todo el país para exigir el cambio de un sistema que consideran "injusto".

La revuelta crece cada hora. Comenzó con una convocatoria en las redes sociales e Internet para para repudiar la corrupción endémica del sistema y la falta de oportunidades para los más jóvenes y se extendió a la comunidad española en Italia, Reino Unido, Estados Unidos y México, entre otros.

En el quinto día de movilizaciones la afluencia aumentó sensiblemente, sobre todo en Madrid y en Barcelona, donde decenas de miles entonaron consignas durante horas. Una de ellas advertía: "si ustedes no nos dejan soñar, nosotros no los dejaremos dormir"

Se han desarrollado métodos de organización a través de comisiones por rubros –sanidad, comida, medios de comunicación, etcétera–, que deciden cada actividad.

En las asambleas generales se define la estrategia y se busca perfilar un mensaje político unificado en el que estén las principales razones del descontento y la protesta.

Este jueves, por ejemplo, se decidió mantener la movilización hasta el próximo domingo, cuando se celebren las elecciones autonómicas y forales y, lo más importante, confirmar la convocatoria de la manifestación para este sábado.

Más tarde, la Junta Electoral Central declaró ilegales las concentraciones, al considerar que no se ajustan a la ley electoral y exceden el "derecho de manifestación garantizado constitucionalmente". De hecho desde el pasado martes todas las movilizaciones, concentraciones y marchas de la spanish revolution fueron declaradas ilegales por la Junta Electoral de Madrid. En respuesta, el número de indignados se multiplicó.

Tras conocer la decisión de este jueves de la Junta Electoral Central, el movimiento ciudadano decidió simplemente mantener el campamento, al tiempo que estalló un grito unánime: "no nos moverán, esta revolución la vamos a ganar".

Después se dio lectura al manifiesto original en una decena de idiomas. Señalan a la clase política y a los medios de comunicación electrónicos como los grandes aliados de los agentes financieros, "los causantes y los grandes beneficiarios de la crisis". Advierten que "es preciso un discurso político capaz de reconstruir el tejido social, sistemáticamente vulnerado por años de mentiras y corrupción. Los ciudadanos hemos perdido el respeto a los partidos políticos mayoritarios, pero ello no equivale a perder nuestro sentido crítico. Antes bien, no tememos a la política. Tomar la palabra es política. Buscar alternativas de participación ciudadana es política".

La también llamada "revolución de los indignados" acusa de la situación actual al Fondo Monetario Internacional, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Unión Europea, las agencias de calificación, el Banco Mundial y, en el caso de España, los dos grandes partidos, el derechista Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

La reacción de la derecha

Desde la izquierda hay intentos de aproximación a los indignados. El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseveró que "hay que escuchar y ser sensibles porque hay razones para la expresión de ese descontento y esa crítica". El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, llamó a la "insumisión" y a acabar con el bipartidismo, propiciado por la actual ley electoral.

Pero el sector duro de la derecha política y mediática reclamó con insistencia la actuación policial para acabar con todos los plantones, sobre todo el de la Puerta del Sol, e incluso instó al ministerio del Interior a utilizar la violencia. Una de las imágenes del día fue la de quien fuera ministro de Defensa durante el gobierno de José María Aznar, Federico Trillo, insultando con el dedo a un grupo de ciudadanos de la "revolución de los indignados".

Si bien las descalificaciones más fuertes procedieron de los medios de comunicación conservadores y de la televisión pública madrileña, que acusaron al movimiento de ser "comunista, socialista, antisistema y tener relación con ETA". Uno de los ideólogos de la derecha, César Vidal, fue más allá y después de llamar despectivamente a los manifestantes como "perroflautas" aseguró que "estos jóvenes mantienen contacto regular con Batasuna-ETA y han recibido cursillos de Segi (la rama juvenil de la izquierda vasca) en guerrilla urbana".

El movimiento ciudadano tiene su propio canal, que emite sin cesar las imágenes de la Puerta del Sol (www.soltv.tv).

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