Agujero en la capa de ozono amenaza el norte de Rusia

miércoles 12 de octubre de 2011

Konstantín Bogdánov (RIA NOVOSTI, especial para ARGENPRESS.info)

Sobre el Polo Norte por la primera vez en la Historia se registró una reducción récord del contenido de ozono en las capas altas de la atmósfera, informa a través de la revista Nature un grupo de investigadores. Parte de los territorios del Norte de Rusia podría encontrarse en zona de riesgo.

Alarmante estado de la capa de ozono en las regiones del Norte

Nuestro planeta se está enfrentando a la formación sobre las tierras árticas de un agujero en la capa de ozono de unos 2 millones de km2 de superficie, se señala en un artículo en la revista Nature que resume los resultados de los estudios de la capa de ozono sobre el Polo Norte. A diferencia del agujero sobre Antártida, cuya existencia se conoce desde 1985, el agujero potencial sobre el Ártico es capaz de afectar a las zonas densamente pobladas, incluida una parte del territorio ruso.

El grosor de la capa de ozono sobre las tierras árticas varía con regularidad. No obstante, en 2011 se ha hablado por primera vez de unas pérdidas del ozono comparables con las que se producen sobre Antártida, donde se formó y se mantiene durante varias décadas un agujero permanente. En invierno de 2011 las pérdidas del ozono en el hemisferio norte duplicaron los índices récord de 1996 y 2005.

Los científicos se mostraron alarmados en primavera de 2011. “La región ártica sufrió pérdidas del 40% del ozono en el período entre principios del invierno y finales de marzo. El mayor deterioro de la caza del ozono anteriormente registrado equivalía al 30% en todo el período invernal”, manifestó en abril de 2011 la Organización Meteorológica Mundial.

Ya no se está hablando de variaciones que dependen de la temporada, sino de un grave daño de la capa protectora del planeta y del peligro de la formación de un agujero en la capa de ozono. “Nos hemos visto obligados a plantear este problema así”, subrayó el investigador Neil Harris de la Universidad de Cambridge.

Las estaciones de control del Norte de Europa y de la parte europea de Rusia están registrando un cierto aumento de la radiación ultravioleta, hecho que de momento no conlleva peligro alguno, pero representa, sin embargo, una tendencia bastante alarmante.

Si a lo largo de muchos años la situación no cambia y el agujero sigue creciendo, podría llegar a amenazar a los habitantes del norte de Rusia y de los países escandinavos con un aumento de casos de cáncer de la piel y de cataratas.

La culpa es del frío

A diferencia del agujero permanente sobre Antártida, el grosor de la capa de ozono sobre las tierras árticas varía considerablemente. Los científicos creen que esta fluctuación brusca de la concentración de ozono podría deberse a una zona inusualmente fría que se iba formando a grandes alturas del hemisferio norte a lo largo de varios inviernos seguidos.

Los científicos temen que la situación podría empeorar: los cambios climáticos de los últimos años hacen que las oscilaciones de temperaturas por estaciones del año sean más fuertes. Por lo tanto, unas temporadas de frío invernal sin precedentes son capaces de acarrear nuevos récords del adelgazamiento de la capa de ozono sobre el Polo Norte.

“Dado que los factores que propician este adelgazamiento vertiginoso de la capa de ozono se siguen registrando, estamos a la espera de unas mayores pérdidas de ozono”, manifiesta Marcus Rex, investigador de la Unidad de estudios polares y marinos de Potsdam.

Los freones desaparecen, pero a un ritmo muy lento

La causa principal de la destrucción de la capa de ozono son, en opinión de los científicos, las actividades del hombre, en concreto, las emisiones industriales de los freones. Al subir a las capas altas de la atmósfera estas sustancias se desintegran bajo el efecto de la luz ultravioleta y liberan átomos de cloro y bromo que se consideran en la actualidad los principales “enemigos” de la capa de ozono.

Las emisiones masivas de los freones a la atmósfera hicieron empeorar hasta tal punto el estado de la capa protectora de la Tierra, que en 1987 se redactó y se formó el llamado “Protocolo de Montreal” que introducía una serie de importantes limitaciones para la producción de un número de sustancias químicas que dañaban la capa de ozono.

Se consiguió una estabilización parcial de la situación, no obstante, parece imposible limpiar la atmósfera de la contaminación ya existente, sólo queda esperar que el proceso se realice de manera natural. Al mismo tiempo, habría que evitar contaminar la atmósfera.

Según las estimaciones cautelosas de los expertos, el agujero en la capa de ozono sobre Antártida empezará a desparecer en la segunda mitad del siglo XXI. La atmósfera sobre las tierras árticas podría alcanzar el estado de los años 70 del siglo pasado algo antes: en unos 20 ó 30 años.

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