La reforma energética permitirá que extranjeros tengan refinerías

Susana González G. y Mariana Chávez
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 16 de agosto de 2013, p. 5
Querétaro, Qro., 15 de agosto. 

El subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), Enrique Ochoa Reza, aseguró que cualquier empresario, mexicano o extranjero, podrá construir y operar refinerías en México si es aprobada la reforma energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto.
En una conferencia de prensa realizada tras inaugurar el foro El hoy y mañana de las energías en México: el gas LP, el funcionario no descartó que la venta de gasolinas en el país pueda darse a través de una red de distribución distinta a la que existe actualmente y que opera con franquicias que otorga Petróleos Mexicanos (Pemex), pero acotó que ello no está incluido como tal en la propuesta del Ejecutivo federal y en todo caso corresponderá al Congreso discutir dicha posibilidad en la legislación secundaria.
Bienvenidas todas las propuestas
Si la reforma es aprobada este año calculó que para finales de 2014 se tendrán las herramientas para incrementar la explotación de hidrocarburos, pero declinó mencionar cuánto tiempo tardará que bajen las tarifas de las gasolinas, del gas y la electricidad, como anuncian las autoridades.
Interrogado sobre la iniciativa que presentará el Partido de la Revolución Democrática (PRD), indicó que ‘‘todas las propuestas son bienvenidas, porque es una política pública que se analizará en el Pacto por México y oportunamente en el Senado y en la Cámara de Diputados’’.
Ochoa Reza aprovechó el encuentro con los distribuidores de gas LP para exponer los principales lineamientos de la iniciativa presidencial sobre el sector energético, y reiteró que uno de sus principales objetivos es que el gobierno federal otorgue permisos para las actividades de refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento.
El subsecretario aclaró que la propuesta presidencial no contempla eliminar los llamados contratos de servicios o incentivados, los cuales fueron aprobados en el sexenio pasado para permitir la participación del sector privado, pero en los que Pemex asumía todo el riesgo, y dijo que se pretende que coexistan junto con los contratos de utilidad compartida propuestos ahora por el Ejecutivo federal.
‘‘No son excluyentes, son elementos complementarios’’, dijo. Explicó que la utilización de uno u otro tipo de contrato dependerá de la información geológica que se dé sobre los yacimientos, la política pública y la tecnología que se requiera para su explotación.
‘‘A partir de esos permisos el sector privado podría participar por sí solo, o a través de asociaciones con Pemex, para brindar servicio en estas cuatro áreas. Esto tendría como beneficio la creación de al menos medio millón de empleos adicionales durante este sexenio y 2.5 millones más para 2025. Creemos que el producto interno bruto (PIB) puede incrementarse un punto porcentual adicional en 2018 y dos para 2025’’, expuso.
–¿Con este esquema de permisos es posible la construcción y operación de refinerías por parte de la iniciativa privada? –se le preguntó.
–Sí, precisamente para eso es –puntualizó el subsecretario.

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