Repudian eurodiputados represión policiaca en Nochixtlán
 
      
     
          
            
    
        
          
     
El sepelio de Jesús Cadena, joven asesinado en Nochixtlán, Oaxaca. Foto: Octavio Gómez
PROCESO
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- 
Activistas mexicanos y europeos se reunieron hoy con tres eurodiputados 
–el catalán Josep María Terricabras, la alemana Ska Keller y Estefanía 
Torres Martínez– en Bruselas, Bélgica para exponerles la situación de 
crisis de derechos humanos que atraviesa México.
A su vez, éstos condenaron el asesinato de ocho civiles 
durante el violento desalojo del bloqueo carretero de Nochixtlán, Oaxaca
 el pasado domingo, así como la campaña de desprestigio que sufren los 
movimientos sociales en el país, informó Miguel Martin Zumalacarregui, 
director de la oficina de la Organización Mundial contra la Tortura en 
la capital belga.
Quince
 representantes de organizaciones de la sociedad civil mexicana se 
encuentran desde ayer en Bruselas para encontrarse con homólogos 
europeos y establecer una serie de recomendaciones a las autoridades de 
México y de la Unión Europea (UE), funcionarios que se encuentran en 
proceso de “actualización” del Acuerdo Económico Global.
Las organizaciones de la sociedad civil buscan, entre otros 
objetivos, evitar que las negociaciones “fragmenten” los distintos temas
 de la relación entre México y la UE, y en particular que releguen los 
derechos humanos en un segundo plano frente al acuerdo comercial.
El acuerdo de libre comercio actualizado entre México y la 
Unión Europea despierta preocupaciones en la sociedad civil, sobre todo 
por el amplio poder que otorgaría a las empresas y los inversionistas 
contra los Estados –México en particular–, y la ausencia de un capítulo 
que establezca directrices claras en materia de derechos humanos.
Las organizaciones señalaron que a la hora de operar 
megaproyectos en México, muchas empresas –nacionales y extranjeras– 
pisotean los derechos humanos y ambientales de las comunidades, por lo 
que urgieron a México y a la Unión Europea comprometerse a adoptar un 
tratado de derechos humanos para regular a las corporaciones 
transnacionales.
Un avance importante, según Fernanda Hopenhaym, integrante 
de Proyecto PODER, sería establecer obligaciones de extraterritorialidad
 las cuales permiten a una víctima demandar a una empresa en su país de 
origen y no limitarlo a la nación donde opera, con lo que se refuerza su
 derecho a obtener reparaciones.
El punto más destacado de las recomendaciones tiene que ver 
con “la corrupción y sobre todo la excepcional impunidad que la acompaña
 y afecta a la sociedad en general”, aspectos que “se suman a los graves
 problemas de detención arbitraria, tortura y desaparición forzada que 
se viven en México de manera generalizada”.
En esta materia, las organizaciones civiles recomendaron a 
la UE y México apoyar de manera pública las investigaciones del Grupo 
Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), así como el 
mecanismo de seguimiento de la Comisión Interamericana de Derechos 
Humanos (CIDH).
Al gobierno mexicano le urgieron a respetar los “más altos 
estándares internacionales” en materia de uso de la fuerza pública, así 
como a “implementar un plan de desmilitarización en operaciones de 
seguridad pública”.
Las organizaciones también emitieron recomendaciones para 
garantizar los derechos humanos de los migrantes durante su tránsito por
 México, sector que se volvió más vulnerable a raíz del endurecimiento 
de las políticas migratorias que implementó la administración actual en 
el verano de 2014 a través del Programa Frontera Sur.
Las organizaciones mexicanas mostraron su preocupación ante 
la situación de vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos en 
el país y precisaron que esta definición se aplica a todas las personas 
que se dedican a esta labor, incluyendo a los maestros, quienes 
“defienden la educación y la niñez”, según Solís.
Por lo anterior, instaron a las autoridades europeas y 
mexicanas a reconocer públicamente la labor de los activistas y 
garantizar sus derechos humanos. A México, de manera específica, le 
pidieron “poner fin al patrón de detenciones arbitrarias de personas 
defensoras de derechos humanos”.
Las ONG no pudieron acudir a las mesas de diálogo, ya que 
éstas se llevan a cabo a puerta cerrada. “Nos dijeron: Gracias por sus 
aportes, les tomaremos en cuenta”, compartió Hopenhaym.
 
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