Reabre la Biblioteca Vasconcelos sin solución a los conflictos laborales

La Biblioteca Vasconcelos. Foto: Eduardo Miranda
La Biblioteca Vasconcelos. Foto: Eduardo Miranda

PROCESO

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Este domingo reabrió sus puertas la Biblioteca Vasconcelos, luego de haber cerrado por varios días debido a causas que consideró “ajenas a nosotros”.
La razón fue la protesta de trabajadores agremiados al Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SNDTSC), que tomaron varias instalaciones, desde la sede de la propia secretaría en Paseo de la reforma 175, colonia Cuauhtémoc, hasta las oficinas de la Dirección General de Bibliotecas y la Vasconcelos.

Los bloqueos terminaron, pero el anuncio del secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Carlos Urzúa de otorgar un incremento salarial a trabajadores del sector detuvo la entrega de la Biblioteca Vasconcelos.
En un boletín de prensa, la SC hizo un llamado a los representantes sindicales a “dialogar en el marco de la ley y la institucionalidad”, con el argumento de que “el cierre de sus instalaciones compromete el desarrollo de las actividades sustanciales y administrativas”.
La SC afirmó que el incremento salarial fue anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde diciembre pasado, pero su ejecución está en manos de la SHCP y así se les ha hecho saber a los diferentes representantes sindicales por lo que juzga como una acción “innecesaria” los bloqueos, en tanto “puesto que sus demandas han sido atendidas oportunamente y se han puesto a su disposición todas las vías de diálogo posibles”.
No lo consideraron así los representantes del SNDTSC que en un comunicado expresaron que la falta de respuesta es lo que los obligó a movilizarse y recordaron a la secretaria Alejandra Frausto, que la manifestación “es un ejercicio propio de la democracia”. Le sorprende el llamado al diálogo cuando las autoridades “se negaron a vernos y escucharnos”.
El diferendo revivió en redes la polémica que armó en su momento el nombramiento de Max Arriaga, como director de Bibliotecas, y el trato que recibió al ser despedido el promotor de la lectura Daniel Goldin. E hicieron ver que los problemas laborales y salariales no son causas “ajenas” a las instituciones.
La SC tiene abiertos varios frentes en materia laboral y salarial. Heredó de administraciones pasadas la falta de plazas laborales que provocaron la contratación de personal (técnico, manual, de investigación, académico, entre otros) por honorarios y los llamados capítulos mil y tres mil.
Muchos trabajadores contratados así esperaban que con el cambio de gobierno se resolviera su precaria situación laboral y hasta el momento viven en la incertidumbre o han sido despedidos.
En respuesta a lo señalado por la SC en el sentido de que está abierta al diálogo con los trabajadores, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SINITSEC), denunció a través de un documento que han sido marginados de las negociaciones con otros sindicatos y demandaron “inclusión y compromiso con todos los sindicatos” y ser convocados a “un trabajo colegiado con el resto de las representaciones”.


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