Fracaso total de los programas de salud

Fracaso total de los programas de salud
Aunque se aceptara sin conceder que se realizó la afiliación de toda la denominada población objetiva del Seguro Popular, uno de los grandes chascos de los sexenios panistas, del de Vicente Fox y de Felipe Calderón

Revista EMET



Dentro de la sarta de mentiras que se difundieron desde la residencia oficial de Los Pinos con motivo del VI Informe de Gobierno de Felipe Calderón resaltó la afirmación, repetida una y mil veces a través de la televisión y la radio, de que la actual administración federal logró la cobertura nacional de salud. Eso no existe más que en la calenturienta mente de los publicistas del michoacano y el tamaño de la farsa que encierra la frase “hoy, como nunca antes en la historia de México, la atención médica está al alcance de todos”, es constatada todos los días, en cualquier parte del territorio nacional, por los mexicanos más necesitados precisamente de los servicios de salud y quienes son los que más resiente su falta.
Aunque se aceptara sin conceder que se realizó la afiliación de toda la denominada población objetiva del Seguro Popular, uno de los grandes chascos de los sexenios panistas, del de Vicente Fox y de Felipe Calderón, este hecho no garantiza para nada una cobertura universal en salud. No creció la infraestructura nacional del sector, a pesar de que el informe calderonista dedique decenas de páginas a desglosar cifras de lo que se hizo durante este sexenio en la materia, que no son más que compendio de falsedades escritas tan sólo para justificar los presupuestos aprobados en el Congreso en esa materia y cuya aplicación, al ver los resultados, no cristalizaron, a pesar de que al mes de junio de 2012, el gasto público federal para los servicios de salud ascendió a 197 mil 199.4 millones de pesos, cifra superior en 11.3 por ciento al monto erogado en el mismo periodo del año pasado. De ese total, 119.318 millones de pesos lo ejercieron las instituciones que cubre a la población asegurada, sobre todo en el IMSS.
La calidad en los servicios de salud está por lo suelos en prácticamente todo el país. Hasta el 2011, de las 12 mi 743 unidades médicas existentes, sólo se había acreditado al 75 por ciento, es decir, 9 mil 542, las cuales si lograron los estándares mínimos de calidad, el resto no. A eso hay que agregar que existen deficiencias en todo el sistema de salud, además de una gran desigualdad entre regiones. Si nos vamos a las cifras en cuanto a la infraestructura existente nos damos cuenta de que sólo existe 0.6 consultorios por cada mil habitantes sin seguridad social, y algunos municipios la cifra se reduce a sólo 0.3. ¿Cuál cobertura universal?
Por si fuera poco, los mexicanos, trabajadores y no derecho habientes resienten el cobro de medicamentos y de los servicios, que constitucionalmente son gratuitos. Y si nos vamos otra vez al seguro popular, las encuestas que han medido la calidad del servicio acusan que el 40 por ciento de los mexicanos que han tenido que recurrir a él, no recibió las medicinas prescritas. En algunos estados ese porcentaje sube hasta superar el 60 por ciento. Esa es la necia realidad que se aferra a desmentir los spots del calderonismo.
Lilia Arellano - Opinión EMET
 

Comentarios