Cómo minimizar problemas y costos en instalaciones eléctricas

Ciudad de México (Redacción / Energía Hoy).- Cambiás el aceite de tu auto periódicamente. Esta acción económica de mantenimiento preventivo mantiene tu motor en funcionamiento y te ahorra tener que comprar un nuevo motor de repuesto, que representa alrededor del 20 por ciento del costo de un nuevo vehículo.
En el caso de tu auto, una pequeña prevención puede ahorrar miles. En el caso de tu instalación eléctrica, el mantenimiento preventivo puede ahorrarte millones.
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Está comprobado que los tableros de distribución con mantenimiento ineficiente tienen 62 por ciento más probabilidades de fallar[1]. Es más, la experiencia indica que los equipos duran más tiempo y funcionan mejor con un programa de mantenimiento preventivo. El costo total de propiedad se minimiza cuando se realiza el cuidado de los equipos en los intervalos adecuados, que para una instalación típica significa cada 2 o 3 años[2].
El mantenimiento consta de un componente correctivo, el tipo de trabajo realizado luego de una falla, y de una parte preventiva, que es el trabajo realizado antes de una avería. Los costos correctivos pueden ser muy altos y pueden reducirse mediante el mantenimiento preventivo[3]. Pero los gastos se incrementan debido a una mayor prevención y finalmente este aumento es mayor que la disminución en los costos correctivos. Por eso, existe un punto óptimo, una cantidad correcta de mantenimiento que minimiza el costo total de propiedad.
Encontrar este punto óptimo puede ser todo un desafío y habitualmente requiere ajustes en la frecuencia de mantenimiento. En general, puede lograrse siguiendo uno de tres programas comunes de planificación de mantenimiento preventivo, que se dividen de la siguiente manera:
Basado en el calendario: el mantenimiento se realiza luego de un período de tiempo determinado. Estas recomendaciones generalmente las define el fabricante. Este enfoque requiere la elaboración de registros y planificación. Además, se deben realizar inspecciones de rutina para determinar si un establecimiento funciona a un nivel óptimo o no.
Predictivo: prever cuando es necesario el mantenimiento depende de la condición real de los equipos, en lugar de la estadística de la vida útil promedio o esperada.
Prescriptivo: estas planificaciones las diseñan los expertos con la ayuda de un software de aprendizaje automático, basado en el análisis de datos de los equipos e información de fallas.
Cada uno de estos métodos de planificación de las tareas de mantenimiento requiere datos, y todos ellos necesitan la ayuda de un enfoque computarizado. Un método calendario es el más simple y posiblemente sea lo que recomienda un fabricante de equipos, un fabricante de tableros o un contratista eléctrico. Sin embargo, un programa basado en el calendario, predictivo o prescriptivo puede resultar en un menor costo total.
Para ver el motivo, consideremos qué sucede si se sigue estrictamente un enfoque basado en el calendario, y un establecimiento se cierra durante un período de tiempo prolongado debido a un feriado.  Los días con mínima actividad y un panel mayormente inactivo cuentan igual que los días de actividad. En este caso, puede haber mantenimiento excesivo y por lo tanto innecesario, lo que significa que el costo total de mantenimiento será mayor de lo que necesita ser.
Elegir el programa y frecuencia de mantenimiento adecuado puede ser difícil y no existe una respuesta correcta. Afortunadamente, Schneider Electric cuenta con soluciones escalables que responden a estos diversos tipos de programas de mantenimiento preventivo.

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