Diputados de Crimea adelantan el referendo para la anexión a Rusia

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Manifestantes pro rusos frente al edificio del parlamento local en Simferopol, capital de Crimea, en Ucrania. En la península 60 por ciento de la población es ruso hablante, 28 por ciento son ucranios y 12 por ciento tártarosFoto Ap
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Hombres uniformados, que se cree que son militares rusos, cerca de una base militar de Ucrania en la aldea de Perevalnoye. En esta crisis, incluso China, que muchas veces coincide con Rusia en materia de política internacional, respalda el respeto a la soberanía y la integridad territorial ucraniaFoto Reuters
Juan Pablo Duch
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 7 de marzo de 2014, p. 26
Moscú, 6 de marzo.
Los diputados del Parlamento de Crimea, península de jure bajo jurisdicción de Ucrania y de facto bajo control de militares rusos y grupos de autodefensa locales, aprobaron este jueves incorporar la república autónoma a Rusia.
Para ello, adelantaron la fecha del referendo que estaba previsto para el 30 de marzo y sustituyeron la pregunta de la consulta popular –la cual ampliaba las facultades de Crimea, pero no afectaba la integridad territorial de Ucrania–, que ahora se va a celebrar dentro de diez días, el 16 de marzo, y los habitantes de Crimea tendrán dos opciones:
¿Apoya usted que Crimea forme parte de Rusia en calidad de sujeto de la Federación Rusa?
¿Apoya usted restablecer la Constitución de la República de Crimea de 1992 y el estatus de Crimea como parte de Ucrania?
La respuesta que resulte más votada será, según los diputados, la voluntad de los habitantes de Crimea, cuya población está formada por 60 por ciento de rusos, 28 por ciento de ucranios y 12 por ciento de tártaros.
El nuevo gobierno de Ucrania calificó de ilegal la convocatoria del referendo, y Rusia, como firmante del memorando de Budapest en 1994, se comprometió a garantizar la integridad territorial de su vecino país eslavo, junto con Estados Unidos y Gran Bretaña.
La administración de Barack Obama de inmediato decidió sancionar –cancelando visas y congelando bienes, activos y cuentas bancarias– a los funcionarios rusos y crimeos que atenten contra la integridad territorial de Ucrania, lo cual no deja de tener cierta gracia proviniendo del país, Estados Unidos, que a lo largo de la historia acumula la lista más extensa de agresiones a países soberanos, y no duda en hacerlo cada vez que los principios del derecho internacional no se corresponden con sus intereses.
Rusia, que aboga por un nuevo orden internacional y logró reunir el consenso de muchos países para forzar a Estados Unidos a no bombardear Siria en septiembre pasado, ahora enfrenta el dilema de tener que elegir entre la libre determinación de los pueblos y la integridad territorial en el espacio postsoviético, por segunda ocasión en los años recientes.
La primera vez, después de la guerra ruso-georgiana de 2008, optó por la respuesta que más convenía a sus intereses y reconoció la independencia de Abjazia y Osetia del Sur.
En esta ocasión es mucho más lo que está en juego y aún no es claro si el Kremlin, en el supuesto más que probable de que el resultado del referendo crimeo apoye la adhesión a Rusia, satisfará una solicitud que el resto de la comunidad internacional podría calificar de anexión.
A diferencia de Abjazia y Osetia del Sur, donde los georgianos fueron expulsados, en Crimea es mayoría la población rusohablante, pero también hay enemigos de la separación y una minoría categóricamente en contra de la incorporación a Rusia, los tártaros, cuya asamblea decidió no reconocer la validez del referendo y convocó a todos los habitantes de la península a no participar para no desestabilizar más la situación.
Incluso China, que muchas veces coincide con Moscú en materia de política internacional, respalda el respeto a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y propone que el conflicto de Crimea se resuelva mediante negociaciones.
Por eso, no se descarta que para Rusia el referendo crimeo sea sólo una carta adicional para que las regiones del sur y del este de Ucrania negocien con Kiev, poniendo sobre la mesa como alternativas la separación o la obtención de amplia autonomía, sin excluir alguna fórmula de Federación o Confederación.
Del lado ucranio también puede ser sólo un elemento de presión para frenar las exigencias del sur y este del país el anuncio de que la Rada tiene la intención de despejar el camino para el ingreso de Ucrania en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Por lo pronto, el primer ministro Arseni Yatseniuk desmintió hoy en Bruselas que haya ido a pedir que se aceleren los trámites y afirmó que la actual crisis sólo puede resolverse por medios políticos, no militares.
Sólo el tiempo dará respuesta a la duda de qué es para el Kremlin el referendo de Crimea y, en un contexto más amplio relacionado con el conflicto entre Ucrania y Rusia, mucho va a depender de la capacidad de Kiev y de Moscú de contener a sus respectivos radicales, algunos de corte neonazi y otros con perfil de delincuente asalariado, que no es difícil encontrar a ambos lados de las trincheras.
Los ucranios del oeste y del centro no son los militantes de extrema derecha y ultranacionalistas de Pravy Sektor (Sector de la Derecha) que, en respuesta al anuncio del referendo crimeo, se ofrecieron a combatir en territorio ruso para ayudar a derrocar a Putin, ni los del sur y el este son gente como Pavel Guvariev que, con decenas de hombres armados, se proclamó gobernador popular de Donietsk y este jueves acabó detenido por la policía.
Washington no permitirá que Moscú o algún otro Estado desafíe leyes internacionales: Kerry
Ap, Afp, Dpa, Reuters, Xinhua y The Independent
Washington, 6 de marzo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso hoy una solución diplomática para resolver el conflicto en Ucrania durante una conversación telefónica con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin.
Durante la conversación de aproximadamente una hora, el mandatario explicó a Putin las sanciones adoptadas por Washington junto con aliados europeos contra Moscú, en respuesta al despliegue de tropas en Crimea, la cual aloja en Sebastopol la base de la flota rusa del Mar Negro, informó la Casa Blanca.
Horas después el Kremlin difundió la respuesta de Putin a Obama, en la que el líder ruso afirmó que las relaciones de sus dos países no deberían verse afectadas por su desacuerdo sobre Ucrania y Crimea.
El presidente de Rusia enfatizó la primordial importancia de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos para garantizar la estabilidad y seguridad en el mundo. Estas relaciones no pueden ser sacrificadas por desacuerdos en problemas internacionales puntuales, informó el Kremlin.
La conversación ocurrió después de que Obama advirtió que el referendo convocado en Crimea para ratificar su anexión a Rusia no es legítimo y es violatorio del derecho internacional, e insistió en una solución diplomática. Han quedado muy atrás los días en que las fronteras podían modificarse por encima de las cabezas de los líderes democráticos, agregó Obama.
El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, sostuvo que la soberanía de Crimea es parte de Ucrania, y Crimea es Ucrania. Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) impusieron sanciones a Moscú al suspender conversaciones sobre la flexibilización de visados y sobre un nuevo acuerdo económico y energético.
Desde Roma, Kerry aseguró que Estados Unidos no puede dejar que Rusia, o cualquier otro país, desafíe impunemente las leyes internacionales. El funcionario, que se ha reunido tres veces con su homólogo ruso Serguei Lavrov, en París y en Roma, se mostró también conciliador.
Queremos que el presidente Putin, Rusia y todo el mundo entiendan que preferimos un retorno a la normalidad. Kerry viajó primero a Kiev y luego a París y Roma para abordar el tema ucranio con sus aliados europeos y con Lavrov, a quien intentó, sin éxito, reunir con el ministro interino ucranio de Relaciones Exteriores, Andrii Deshchitsa.
Tras su segunda reunión en dos días con Kerry, Lavrov, se limitó a decir hoy que aún no hay acuerdo entre Moscú y Washington sobre la crisis de Ucrania, y agregó que la decisión de Washington de congelar activos y prohibir los visados de los rusos responsables de una incursión en Crimea era poco constructiva.
Los líderes de la Unión Europea acordaron suspender las conversaciones con Rusia sobre visados e inversiones como represalia por su intervención en Crimea. Además, el bloque amenazó con congelar los activos rusos en bancos europeos.
También apoyaron una decisión de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia –los miembros europeos del G-8– de suspender los preparativos para la cumbre de Sochi en junio, y con la posibilidad de no participar si Rusia no intensifica sus esfuerzos por resolver la disputa militar.
La UE se encuentra en una difícil situación. Aunque muchos estados miembros querrían imponer duras sanciones sobre Rusia, existe cautela porque hay una gran dependencia del gas y petróleo rusos.
Reino Unido también es cauto en ir demasiado lejos al imponer restricciones financieras sobre Rusia, por las enormes inversiones que empresarios rusos tienen en Londres. Si Rusia no responde a la presión, las divisiones entre estos países de la UE probablemente crezcan.
Los diplomáticos dijeron que el objetivo de la UE era presentar un proceso de tres pasos, con un aumento de la presión de las sanciones si Rusia no responde e inicia mediaciones.

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