Razones de la Nueva Central de Trabajadores

Sección:Articulistas Fecha:1 marzo, 2014

Unificación del sindicalismo independiente

Martín Esparza Flores


MArtin-Esparza

Como una inaplazable necesidad y respuesta al deterioro del nivel de vida y los derechos de la clase trabajadora en México, el sindicalismo independiente logró consumar el sueño anhelado por décadas: constituir la Nueva Central de Trabajadores que agrupa, de inicio, a 90 organizaciones obreras y de empleados públicos, lo mismo que representaciones de campesinos, jubilados y pensionados de 20 estados del país.
Los días 22 y 23 de febrero pasado, la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas se convirtió en el foro de convergencia de las organizaciones democráticas de los trabajadores donde, entre otros retos, se asumió la lucha contra las políticas neoliberales y el sindicalismo corporativo, corrupto y gansteril que se ha aliado con la clase empresarial para aniquilar los derechos laborales de millones de mexicanos, depauperando su fuerza de trabajo y su nivel de vida.
Por dos días, 375 delegados acordaron la impostergable tarea para construir propuestas que permitan a la clase trabajadora incidir “en el diseño y aplicación de políticas públicas”. La unificación del sindicalismo independiente marca un parteaguas histórico porque surge en el contexto de las contrarreformas que amenazan con despojar el país de sus riquezas naturales y a la clase trabajadora de sus conquistas históricas.
En el acto fundacional de la nueva organización quedaron bien definidas algunas de las tareas prioritarias, entre las que se enumeran disputar al sindicalismo charro los contratos colectivos de trabajo buscando democratizar las organizaciones sindicales, desenmascarando además los contratos de protección y los sindicatos fantasma bajo los que se cobijan y que han expoliado por años los derechos elementales de millones de trabajadores en México.
Los excesos y atropellos cometidos al amparo de las políticas neoliberales han llevado a niveles intolerables de explotación y marcada pobreza a la clase trabajadora; desde 1976, Cada sexenio la promesa de crear millones de puestos de trabajo se ve cancelada por la insistencia de mantener el modelo de economía liberal, cancelando una equitativa distribución de la riqueza que ahonda la brecha entre ricos y pobres, aniquilando la seguridad social y la estabilidad en el empleo con la puesta en marcha de la reforma laboral.
Cada sexenio la promesa de crear millones de puestos de trabajo se ve cancelada por la insistencia de mantener el modelo de economía liberal que permite la operación de un capitalismo voraz aliado a las trasnacionales cuya consecuencia inmediata es que, de los 54 millones de mexicanos en edad de trabajar, menos de la mitad tienen algún empleo formal; es decir, 27 millones se refugian en la informalidad.
De los trabajadores con empleo, sólo 15 por ciento está sindicado (menos de cinco millones), pero desgraciadamente el 60 por ciento está con contratos de protección, en manos de sindicatos fantasma que los orillan a condiciones de subcontratación, flexibilidad e inestabilidad laborales. 

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