La crisis financiera promueve los rescates bancarios

viernes 2 de septiembre de 2011

Rafael Contreras (PL)

Las mayores potencias occidentales inyectan periódicamente millonarias cifras de dólares al sistema financiero global para resarcir los mercados de una compleja crisis, que cada vez más lleva a bancos grandes y pequeños a la ruina.

En las últimas semanas de agosto, varias entidades bancarias sacaron bandera blanca como señal de quiebra, mientras otras buscarán amparo en el complejo mecanismo de la fusión para no perderlo todo.

Para intentar resarcir el recrudecimiento de la situación, el gobierno norteamericano propuso recientemente un plan para adquirir los activos ilíquidos de entidades en problemas, el cual se encuentra en un complejo análisis en el Congreso, donde se genera una enconada contradicción sobre los beneficios o no de su implementación.

La estrategia prevé continuar la inyección a los mercados de millonarias cifras de billetes verdes, que engrosarían los gastos por este concepto, ascendentes a 1,1 millón de millones y representan alrededor del 13 por ciento del Producto Interno Bruto, según cifras oficiales.

Informaciones poco difundidas en agosto, revelaban que otros ocho bancos regionales quebraron en Estados Unidos, incluido el ShoreBank, con sede en Chicago, cuyos activos superaban los dos mil millones de dólares.

El Regulador Bancario estadounidense (FDIC), puntualizó que desgraciadamente las pequeñas entidades financieras también engrosan las filas de los grandes.

Indicó que entre 2010 y 2011 suman 118 los bancos que han quebrado en Estados Unidos frente a los 140 registrados en este período.

Hasta el 30 de junio, ShoreBank tenía activos por aproximadamente dos mil 200 millones de dólares, que fueron asumidos por el Urban Partnership Bank (también con sede en Chicago), explicó la FDIC.

La fuente indicó que, además, River Comunity Bank se hizo cargo de los activos de Imperial Saving and Loan Association, ambas instituciones con sede en Martinsville, Virginia.

En Florida, dos bancos, el Independent National Bank y el Community National Bank, serán asumidos por Center State Bank of Florida.

El organismo regulador anunció además la quiebra de cuatro bancos en California. Los activos de Padres Bank (aproximadamente 870,4 millones de dólares) serán incorporadas por Pacific Western.

Lo mismo hará Westamerica con los activos de Sonoma Valley, mientras que Rabobank adquirirá los de Butte Community Bank y de Pacific State Bank.

De esta manera, este grupo de casas bancarias, sumaron su suerte al cuarto mayor banco de inversión estadounidense, el Lehman Brothers, que en 2008 remató su quiebra tras vivir en ese período lo peor de su historia de 158 años.

Este fue el tercer organismo de su tipo que desapareció o cambió de manos en Estados Unidos, hecho que acarreó el descalabro de las bolsas del mundo.

Mientras el dilema continúa en su punto más álgido, la Reserva Federal decidió intervenir el sistema internacional con 30 mil millones de dólares, cuando Europa también busca opciones para restablecer el equilibrio en su región.

A finales de agosto, el Banco Central Europeo (BCE) anunció la inyección de 40 mil millones de dólares, situación que provocó el enfrentamiento entre Francia y Alemania.

En medio de esta coyuntura, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, alertó a los gobiernos y organismos de crédito para que estén atentos a los tambaleos que postran las finanzas globales.

No causa asombro, pues, que los seis principales bancos del mundo anunciaran medidas recientes coordinadas para afrontar el aumento de las presiones en los mercados de depósitos en dólares a corto plazo.

También el banco de Inglaterra subastó recientemente 40 mil millones de dólares como créditos a corto plazo, que se adicionan a los cinco mil millones puestos anteriormente en estas operaciones.

Por su parte, y en medio de su crisis económica, el organismo japonés ingresó una considerable suma, para revertir los efectos que llegan a los países asiáticos.

Por ello, el Banco de Japón asegura que vigilará concienzudamente las finanzas de su nación, mientras ha entregado dinero de rescate durante seis jornadas consecutivas por 131 mil millones de dólares.

La estrategia es seguida por otras economías importantes como China y Australia, pero en medio de una crisis que se extiende aceleradamente y en un momento en que los efectos están aun por aparecer.

Las certezas sobre si estas políticas sacarán a los países y sus finanzas del bache son nulas, pero millonarias cifras se pierden en el mundo en el intento de un rescate sin precedentes y sin resultados concisos.

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