Muere el lago de Chapala

Foto
El calor y la actividad humana, nuevas amenazasFoto Arturo Campos Cedillo
Foto
Foto Arturo Campos Cedillo
Fernando Camacho Servín
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de marzo de 2013, p. 2
 
Debido al aumento de las actividades humanas, entre ellas la sobrexplotación de agua para consumo humano, la descarga de residuos sólidos y la agricultura, el lago de Chapala está perdiendo aceleradamente su volumen, a tal grado que hoy tiene menos de la mitad de líquido que hace 78 años.

Así lo advirtió Ruth Villanueva Estrada, investigadora del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien junto con su equipo de trabajo estudia las variaciones en las dimensiones de dicho lago, que es una de las fuentes de abastecimiento de agua más importantes para la ciudad de Guadalajara y su zona metropolitana.

Lo que hacemos es utilizar la percepción remota como herramienta para ver cuáles son los cambios físicos y químicos del lago de 1973 a la fecha y cuantificar la transparencia, usando imágenes multiespectrales de los satélites Landsat y Spot, explicó la académica en entrevista con La Jornada.

Uno de los aspectos que monitorean los encargados del proyecto es la acumulación de materiales provenientes principalmente de zonas agrícolas dentro de la cuenca a la que pertenece el lago, lo cual contribuye a una carga excesiva de nutrientes que provoca un deterioro al ecosistema, proceso conocido como eutrofización.

El lago de Chapala se ha estado eutrofizando de forma natural, pero en años recientes ese proceso ha aumentado por la actividad humana, como la agricultura y la descarga de fertilizantes y azolve, aseveró Villanueva.

La ingeniera geofísica Alejandra Membrillo, integrante del equipo de investigación sobre este tema, aclaró por su parte que no se está reduciendo el área que ocupa el lago, sino su profundidad y volumen, lo cual afecta su capacidad de regenerarse.

El lago abastece de agua a Guadalajara, pero al dar mucho líquido y no recibir en la misma proporción pierde volumen. Hoy este vaso tiene menos de 45 por ciento del agua que tenía en 1935, que era en ese entonces de 9 mil 756 millones de metros cúbicos, lamentó.

Chapala, subrayó la especialista, es el vaso regulador de la cuenca hidrológica de Lerma, y si se llena de sedimentos corre el riesgo de azolvarse y ya no podría utilizarse como fuente de agua potable.

Hacemos un llamado a todas las personas que viven dentro de la cuenca Lerma-Chapala a que no tiren desechos en los cuerpos superficiales de agua y que ahorren y administren el líquido. Este es un ecosistema muy importante y si ya no hay vida en él, tampoco habrá agua ni sustento económico para los pescadores que trabajan ahí, alertaron las investigadoras universitarias.

Según los datos más recientes del Organismo de Cuenca Lerma-Pacífico, dependiente de la Comisión Nacional del Agua, el lago de Chapala tiene 3 mil 341 millones de metros cúbicos de agua, lo cual significa que se encuentra a 42.30 por ciento de su capacidad.

Aun estando en su punto más alto de almacenamiento este año, alertó el organismo, no superó los 4 mil 250 millones de metros cúbicos, equivalentes a 53.81 por ciento de su capacidad original, debido a que la escasez de lluvias y escurrimientos sólo permitieron una recuperación de 509 millones de metros cúbicos.
Además de las actividades humanas, el lago ha sufrido una merma considerable a causa de las altas temperaturas en esta región del estado de Jalisco. Al rebasar los 43 grados centígrados, el calor hace que se evaporen hasta 900 millones de metros cúbicos de agua al año.

Fuente

Comentarios