CFE y los personeros de los intereses creados II. Nevárez y los despojos del Edomex
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*Secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas
[OPINIÓN CONTRALÍNEA] [D] [SEMANA]
Fuente
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 Autor: 
Martin Esparza 
El costo social 
de la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, que implicó el 
despojo de tierras comunales en municipios del Estado de México, no 
logró subsanarse con la entrega de millones de pesos a supuestos 
representantes de comunidades como San Jerónimo Acazulco y Santa María 
La Asunción Tepezoyuca, ubicadas en Ocoyoacac.

Sería bueno que los encargados de la 
Función Pública echen un vistazo al juicio agrario 226/2018, promovido 
por campesinos afectados en contra del actual director de Distribución 
de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Guillermo Nevárez 
Elizondo, quien en octubre de 2015 desempeñaba el cargo de director 
general de Transporte Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de 
Comunicaciones y Transportes (SCT), para que se enteren a detalle de las
 tropelías cometidas por el ahora funcionario gubernamental en contra de
 más de 500 comuneros y sus familias.
Nevárez pisoteó lo mismo derechos 
agrarios que devastó zonas ecológicas como en la comunidad de San 
Lorenzo Acopilco, delegación Milpa Alta en la Ciudad de México. El 
encargo de su entonces jefe superior, Gerardo Ruiz Esparza, era 
continuar los trabajos de la todavía inconclusa obra, al precio que 
fuera.
La resistencia de las comunidades 
originarias tenía sólidos fundamentos, pues la obra era una amenaza a su
 régimen de propiedad comunal pero también a los ecosistemas de la 
región. La primera estrategia para iniciar el despojo de estas 
comunidades fue invocar por parte de los funcionarios de la SCT el 
decreto de 1958, que permitió el tendido de líneas de transmisión de la 
CFE, en la llamada red de la Ciudad de México-Ixtapaltongo.
El plan inicial de Ruiz Esparza era 
argumentar el uso legal de la zona comprendida en la Servidumbre de Paso
 –140 metros de ancho– para instalar los pilares que sostendrían las 
vías, pero como los comuneros iniciaron su lucha por la defensa de sus 
tierras, los funcionarios de la SCT decidieron buscar la forma de 
comprar voluntades para echar mano de la figura jurídica de “Transmisión
 de la Tierra”, para continuar sin problemas los trabajos.
En las demandas que se ventilan en el 
Tribunal Unitario Agrario de los Distritos 9 en Toluca y 8 en la CDMX, 
se detallan las irregularidades avaladas por las autoridades del 
Tribunal Agrario y ciertos notarios. Por ejemplo, que en la primera 
convocatoria para considerar legal la asamblea de la comunidad, deben 
estar presentes el 75 por ciento de sus miembros inscritos en el censo 
del Registro Agrario Nacional (RAN); y en la segunda convocatoria, al 
menos el 50 por ciento.
Como lo comprobaron en su demanda los 
afectados, en ambos casos apenas y se contó con la presencia del 20 por 
ciento de los comuneros, por lo que tanto las autoridades agrarias como 
los notarios debieron establecer con precisión que no se cumplía con los
 requisitos de ley.
Con la encomienda de doblar la 
resistencia de los habitantes de las comunidades, el entonces titular de
 Transporte Ferroviario y Multimodal de la SCT, Guillermo Nevárez se 
apoyó en otros funcionarios de la dependencia, también señalados como 
responsables del despojo de tierras a las comunidades, entre estos 
figuran el director adjunto de Regulación Económica y el director de 
Planeación, Evaluación y Proyectos Ferroviarios, que ayudaron a Nevárez 
Elizondo a echar mano de gente ajena a los pueblos afectados.
De acuerdo con lo contenido en el juicio
 agrario instaurado contra los exfuncionarios de la SCT del pasado 
sexenio, el 20 de octubre de 2015 se dio por concluido el convenio de 
transmisión de derechos de posesión. Tanto a Ruiz Esparza como a Nevárez
 poco les importó que la obra del tren interurbano careciera de los 
estudios de impacto ambiental. Además, siendo un estado gobernador por 
el PRI, era cuestión de mero trámite el uso de la fuerza pública para 
amedrentar y reprimir a los comuneros.
Será interesante preguntar al actual 
director de Distribución de la CFE bajo qué concepto salieron los 
recursos para comprar conciencias y la voluntad de unos cuantos 
comuneros que, como en el caso de Santa María La Asunción Tepezoyuca, 
permitieron que Valente Lira Hernández, ajeno al poblado, cobrara un 
cheque por la cantidad de 69 millones 560 mil 937 pesos con 48 centavos.
Otros tres cheques por 293 millones y 
223 millones 343 mil pesos y 800 mil pesos, fueron entregados y 
expedidos a nombre de Marcelino Pascual Nevárez de la O, cubriendo a los
 afectados de San Jerónimo Acazulco. Se estima que de los 500 miembros 
de ambas comunidades, menos de cien accedieron a prestarse al despojo 
organizado por los exfuncionarios de la CFE. El resto ni siquiera se 
enteró de la consumación del fraude cometido a sus espaldas.
Todos los documentos cobrados salieron 
de la cuenta HSBC sucursal 3817 de Plaza Metrópoli de la CDMX, a nombre 
de “SCT PROYECTO TREN INTERURBANO ME”.
Seguramente ni el titular de la SCT, 
Gerardo Ruiz Esparza, ni su director de Transporte Ferroviario y 
Multimodal pensaron que su partido perdería la Presidencia de la 
República en las elecciones de 2018 y con el ilegal acuerdo con un grupo
 minoritario de comuneros dieron por cerrado el despojo.
De hecho, fue tal la prepotencia de los 
encargados de seguir adelante con el tren interurbano que ignoraron la 
suspensión 118/2017 expedida a favor de las comunidades por el Tercer 
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, que 
dio la orden de detener los trabajos. Desde entonces, existió la 
percepción de las autoridades judiciales de que las cosas en la obra no 
iban por el sendero de la legalidad.
Los afectados se están dando a la tarea,
 además, de solicitar a través de los mecanismos de transparencia los 
conceptos por medio de los cuales Ruiz Esparza y Nevárez extrajeron de 
los recursos públicos los montos millonarios para cometer el atropello 
agrario en su contra.
El actual funcionario de la CFE tendrá 
que explicar en el juicio el por qué consintió la entrega de recursos 
públicos a personajes que carecían de la personalidad jurídica para 
representar a los comuneros, como han acusado los afectados, es el caso 
de Valente Lira Hernández. El fallo de las autoridades podría anular el 
procedimiento y proceder además a fincar responsabilidades al propio 
extitular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza.
Si se recupera el estado de derecho en 
la lucha de las comunidades mexiquenses, la CFE podrá quedarse sin su 
director de Distribución. (Continuará)
Martín Esparza Flores**Secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas
[OPINIÓN CONTRALÍNEA] [D] [SEMANA]
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