8 razones por las que el planeta debe prestar atención a lo que está pasando en China

8 razones por las que el planeta debe prestar atención a lo que está pasando en  China
Son transformaciones que podrían influir en la manera en la que vive el mundo entero, como ha ocurrido en el pasado reciente.

Revista EMET


El Partido Comunista de China iniciará el 8 de noviembre el Congreso Popular, en el que se espera que se aprueben cambios radicales que se implementarán en el país en los próximos diez años.

Son transformaciones que podrían influir en la manera en la que vive el mundo entero, como ha ocurrido en el pasado reciente.

1. "Hacerse rico es glorioso"

Ya han pasado son 35 años de este famoso lema, que muchos atribuyen al exlíder chino Deng Xiaoping y que marcó el inicio de la apertura de país al mundo y que le ha permitido forjar una de las historias de éxito económico más relevantes en la historia de la humanidad

Su ascenso ha sido tan vertiginoso que en tres décadas China ha pasado de tener una economía más pequeña que la de Italia a ubicarse como la segunda más grande del planeta, hogar de alrededor un millón de millonarios (en dolares). No sería extraño que en el próximo relevo en la cúpula de poder, previsto para 2022, China compita con Estados Unidos por la supremacía económica.

Este ascenso ha cambiado la forma en la que el mundo hace negocios. La mano de obra barata en China ha permitido que se mantengan los precios de miles de productos en los mercados occidentales, desde unos simples mocasines hasta los paños para limpiar los teléfonos móviles.

China es ahora el mayor inversionista en África, lo que ha apartado la atención de este continente hacia Europa y Estados Unidos por primera vez en dos siglos. Y también es actualmente el mayor acreedor extranjero del gobierno de Washington, en una situación que algunos estadounidenses consideran arriesgado.

La clave en este momento es saber si los nuevos líderes podrán mantener el crecimiento al mismo ritmo que en los últimos años y ayudar, al mismo tiempo, al mundo a recuperarse financieramente.

La mayoría de los analistas esperan que el índice de expansión baje del 10% que registra anualmente a un todavía impresionante 6%-7%, pero alertan que es necesario que se implementen más reformas si China desea convertirse en una nación más rica que aquellos países considerados de ingreso medio.

Ese crecimiento seguramente contribuirá a crear la clase media más numerosa del mundo, ansiosa por acceder a las comodidades de un automóvil u otros lujos, sin importar el impacto ambiental.

2. Todo lo bueno tiene un límite

China ha crecido tan rápido que asusta detenerse a considerar el costo medioambiental que produce.

Es un tema que da mucho que pensar. La rápida industrialización y el auge de la construcción hicieron que China superara a Estados Unidos como el país más contaminante del planeta en 2007. Siete de las ciudades más contaminadas están en China y cada año mueren entre 500.000 y 750.000 personas prematuramente por esta causa.

El daño no sólo afecta a China. La polución en el aire transporta elementos como mercurio y plomo más allá de las fronteras, incluso atravesando el océano Pacífico hasta llegar a la costa oeste de Estados Unidos y otros países americanos.

Los líderes chinos parecen estar dispuestos a limpiar parte de este exceso, pero no cabe duda de que se trata de un reto de enormes proporciones.

"Si observas el tamaño de la economía y su población, te das cuenta, sólo por estos dos factores, de lo complejo que puede ser", explicó Edgar Cua, del Banco Asiático de Desarrollo.

Esto significa que China será crucial para los próximos acuerdos sobre cambio climático, pero Pekín se ha negado a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero y ha optado por cortar la "intensidad de carbón" -término que se utiliza para determinar la cantidad de contaminación que se genera en base a la intensidad de una actividad específica- entre un 40 y un 45% para el año 2020.

Pero con el ritmo de crecimiento, y la dependencia de China en el carbón para generar el 70% de sus necesidades energéticas, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarán en un 60% de su nivel actual, incluso si logra reducir su factor de emisión del carbón.

3. ¿Aprender mandarín?

China fascina desde hace tiempo a los países en Occidente, pero ha sido su crecimiento económico lo que ha reimpulsado el interés por su cultura e idioma.

Si hace treinta años la mayor parte de Occidente sólo conocía de China a sus líderes comunistas, hoy en día aparecen figuras de renombre internacional como la actriz Zhang Ziyi, el jugador de baloncesto Yao Ming y el artista Zhang Xiaogang.

Algunos colegios en Europa y Estados Unidos ya ofrecen mandarín a niños a partir de los seis años y algunas empresas ya publicitan sus productos con caligrafía china, como ocurrió en Londres durante los Juegos Olímpicos.

El gobierno chino ha reaccionado ante esta tendencia, ayudando a establecer cientos de Institutos Confucio en varias partes del mundo, teniendo como objetivo principal enseñar el idioma, y de paso ampliar el campo de influencia del país.

Pese a que el número de personas que dominan el mandarín está aumentando en el mundo, especialmente en Asia, la mayoría de los expertos consideran que todavía faltan muchos años para que éste pueda llegar a amenazar al inglés como idioma universal, en especial por lo difícil que es aprender su escritura.

4. Apostar por la paz

China adoptó la frase "ascenso pacífico" para tranquilizar y asegurarles a sus nerviosos vecinos que su reciente supremacía económica no lo convertirá en un matón

Pero sus disputas territoriales con Japón, Filipinas y Vietnam, además de su tensión a fuego lento con Estados Unidos, hacen a veces que esas palabras no pasen de ser una declaración de principios.

El Ejército Popular de Liberación chino es el más grande del mundo, con un contingente de tres millones de personas y un presupuesto oficial en rápido ascenso. Su primer portaviones acaba de entrar en funcionamiento y se cree que están invirtiendo fuertemente en tecnología, guerra espacial y seguridad cibernética.

Estos desarrollos son naturales para un país con semejante tamaño e influencia, explica China, sin ninguna intención de cambiar de rumbo.

"Cada país debe defender su seguridad e intereses territoriales, lo que no significa volverse agresivo, sino que es una manera de alienar incluso a los amigos", dijo Wu Jianmin, exembajador en Francia.

Pero la pregunta en cuestión es cómo los nuevos líderes de China le venderán esta nueva política a EE.UU. Ellos son más jóvenes y tienen más experiencia en el mundo exterior, por lo que, ¿serán capaces de dejar de lado las sospechas arraigadas en sus ejércitos rivales? La historia muestra que las inevitables fricciones entre una superpotencia y un contendiente emergente derivan en más tensiones que distensiones.

5. ¿La Luna como destino?
Antes de llegar al poder en 1949, el Partido Comunista chino graficó el siglo como bajo la humillación de Occidente. Así que el exitoso programa espacial de China ha sido considerado como la prueba necesaria para demostrar que el país ha recuperado su prestigio a nivel internacional.

Sin embargo, el inmenso costo del programa desata la controversia, dado que 150 millones de chinos todavía viven con un dólar o menos al día.

Después de haber enviado una nave no tripulada a la órbita de la Luna, China ha dicho que enviará su primera sonda espacial en 2013. También ha hablado de los planes preliminares para enviar humanos a la Luna, aunque no han fijado fecha.

Si la misión sigue adelante, los televisores de todo el mundo comenzarán a mostrar a China desafiando al predominante líder mundial en poder espacial: EE.UU.

6. Adiós a los elefantes, rinocerontes, mantarrayas, cerdos...

La nueva riqueza china ha sido tachada de culpable de fomentar la caza furtiva de animalesen peligro de extinción para usarlos como afrodisíaco, decoración o tomarlos con la sopa.

Miles de elefantes africanos son asesinados cada año por su marfil, un trofeo para los cuchillos cazadores chinos, y el gobierno chino ha recibido críticas por no fijar una política respecto del comercio de marfil.

El problema radica en que las reformas económicas que han sacado a cientos de millones de la pobreza han creado también consumidores voraces.

El consumo de cerdo grafica bastante bien este impacto. China consume hoy cinco veces más cerdo que en 1979 y es el hogar de 460 millones de cerdos, la mitad del total mundial.

El problema es que alimentarlos es prácticamente imposible, dada la falta de terrenos. Así que los agricultores han resuelto importar un 60% de las exportaciones mundiales de poroto de soya, presionando el alza de los precios para todos los demás y aumentando los temores respecto del impacto ambiental de la industria.

A futuro se prevé que estas presiones se intensificarán, dado que China alimentará al 21% de la población mundial con sólo el 9% de su territorio cultivado. Algunos expertos creen que todos tendremos que acostumbrarnos a un alza en los precios de la comida y a que los granjeros chinos compren cada vez más terrenos en el extranjero.

7. Es mejor viajar que leer 10.000 libros

No hace tanto tiempo, en 1995, solicitar un pasaporte para salir de China requería someterse a una larga prueba de seis meses a través de muchos niveles burocráticos, y la mayoría de quienes lo pedían eran oficiales.

Ahora el trámite demora sólo días y millones de chinos están aprovechando la oportunidad para viajar al extranjero, sea como turistas o estudiantes.

De hecho, los turistas chinos son los terceros que gastan más dinero en sus viajes, por detrás de los alemanes y estadounidenses. En 2011 hubo más de 70 millones de viajeros chinos alrededor del mundo, en comparación con los 4,5 millones de 1995.

Si bien la mayoría suele quedarse cerca de casa y viaja a sitios como Hong Kong y Tailandia, cada vez son más lo que se aventuran a destinos más tradicionales como Francia o Estados Unidos, o con algún significado especial como el pueblo natal de Karl Max, en Tréveris, hoy Alemania. Un ejemplo de ello es que en una de las empresas de cruceros sobre el río Sena en París, el mandarín desplazó al japonés en preferencia.

Cada año, cerca de 300.000 estudiantes chinos se inscriben en universidades de Estados Unidos y Australia. Buscan el prestigio de un título en el extranjero para optar a un trabajo mejor cuando regresen a su país. Otra de las razones es evitar pasar por el difícil proceso de ingreso a las universidades chinas.

8. Comprar el planeta

La riqueza que se ha creado en China ha repercutido alrededor del mundo

La demanda interna ha producido que el valor del cobre haya alcanzado precios históricos por la necesidades de cables en el crecimiento de las ciudades e infraestructura. Asimismo ha reimpulsado la venta de marcas de lujo como Louis Vuitton y Hermes, cuyos productos son objetos del deseo en la reciente obsesión por el estatus y la cultura de los regalos. China también está importando y consumiendo más vino Bordeaux que Alemania.

Pero tal vez el impacto más espectacular, que muchos consideran una burbuja, se está produciendo en el arte chino. Tres de las 10 pinturas más caras que se vendieron en 2011 fueron de artistas chinos, incluyendo la más cara, una obra de US$57,2 millones de Qi Baishi.

Es posible que en la próxima fase de crecimiento los gigantes industriales de China comiencen a mirar hacia otros mercados y nuevos conocimientos.

De ser así, habrá elementos que inviten a la controversia a raíz de que la mayoría de estas empresas están controladas por el Partido Comunista y es posible que en áreas como las telecomunicaciones y energía, las compañías que dominan los mercados en Occidente tengan algo que decir.
Revista EMET - BBC
 

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