Los cambios que generará la reforma a la LFT requerirán tiempo y dinero, advierten expertos

Jessica Xantomila

 

Periódico La Jornada
Jueves 25 de abril de 2019, p. 11

Especialistas en materia laboral destacaron que los cambios que deriven de la reforma laboral que se discute en el Senado no se verán de manera inmediata y se requerirá más presupuesto para su puesta en marcha.

El abogado laboral Ricardo Ramírez dijo que la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) cuenta con los elementos suficientes para transitar a una opción más democrática, pero su avance será paulatino.
Señaló que, por ejemplo, con los cambios previstos se obligará a los sindicatos a que demuestren, cuando menos, tener 30 por ciento del apoyo de los trabajadores. Van a tener que conseguir una constancia de representatividad, lo que actualmente no sucede. Ramírez añadió que con lo anterior se delineará no de manera inmediata sino paulatina, primero la simulación y extorsión, después, que verdaderamente los trabajadores estén debidamente representados y en consecuencia que los contratos colectivos sean operativos.
Respecto de los contratos de protección que ya existen, dijo que como se acordó en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá el plazo para que se ratifiquen por la mayoría de los trabajadores es de cuatro años.
El socio fundador del despacho De la Vega & Martínez Rojas reiteró que cambios como estos requieren una partida presupuestal.
José Manuel Cervantes, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconoció que pese a las modificaciones a la ley para democratizar a los sindicatos, su transparencia y la libertad gremial, todavía no se puede competir en muchos temas, como el salarial, con los trabajadores de Estados Unidos.
A su juicio, uno de los puntos débiles de la reforma es lo referente a la contratación libre. Las empresas, dijo, pretenden que ésta la lleven ellas sin tomar en cuenta al sindicato, lo que se llama la cláusula de admisión. Eso va a traer como consecuencia que no exista un punto de equilibrio entre ambos, lo que generará movimientos de huelga, emplazamientos, titularidades de contrato, y que puedan tener un poco de ineficiencia en los primeros años en lo que se acomoda todo esto.

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