Ante movilización nacional, reprimen cuna de dirigentes del SME

Raúl A. Rubio Cano
23-Marzo-2010

Sitiados y prácticamente secuestrados por más de 1000 militares con uniformes de la Policía Federal y otros del Ejercito federal, los pobladores de Juandhó han visto como decenas de casas fueron cateadas sin orden judicial, sustraídos documentos y pertenencias de índole personal, detenidos y golpeados varios trabajadores electricistas (Diego Sánchez Mendoza, Sergio Mendoza Rivera, Adrian Monroy Mejía, entre otros) y del resto de la población civil, así como decenas de desaparecidos, aseguró Fernando Amezcua Castillo, secretario del exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Según denunció, la pequeña población de Hidalgo está viviendo este 'escenario de terror' desde la madrugada del día 17 de marzo, mientras que desde altas horas de la noche de ayer, fue suspendido el servicio de energía eléctrica, comenzaron los patrullajes y el sobrevuelo de helicópteros policiacos y militares, hostigando a los familiares de los sindicalistas, en especial, a la familia del Secretario General, Martín Esparza Flores, y en la búsqueda de Pablo Esparza Flores, Subsecretario General de la División de Juandhó y de Gregorio Ernesto Paredes Gómez, Miembro de la Dirección Sindical.

"Los delitos que cometió el pueblo de Juandhó son tener dignidad y haber parido entre sus hijos, a una buena cantidad de dignos trabajadores miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, que ayer decidió colocar las banderas rojinegras de Huelga. Ello ha encendido el enfermizo odio de Felipe Calderón Hinojosa y sus tropas contra los trabajadores, pero lejos están de amedrentarnos, y menos aún, de hacernos abandonar la lucha digna que nuestro Sindicato ha decidido encabezar", señaló el sindicalista.

El secretario del exterior del SME, lanzó una invitación a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, a los dirigentes de las organizaciones sindicales, sociales y políticas, a los intelectuales y ciudadanos en general, a visitar Juandhó y "constatar de cerca este secuestro masivo de una población inerme, pero dispuesta a no dejarse intimidar y golpear, para movilizarnos e impedir que continúe esta miserable política fascista de criminalización de la justa lucha social electricista".

Finalmente, responsabilizó al gobierno de Felipe Calderón de la integridad física de los trabajadores y especialmente de los familiares de Martín Esparza Flores y convocó a las organizaciones internacionales solidarias a realizar movilizaciones de protesta frente a las embajadas y consulados de México en sus respectivos países, para "detener la mano fascista que peligrosamente se enseñorea en México”.

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