En BCS, el Panal reparte a escolares propaganda política

Karina Avilés

Periódico La Jornada
Lunes 17 de enero de 2011, p. 5

El Partido Nueva Alianza (Panal), de Elba Esther Gordillo, aprovecha el espacio público en el interior de las escuelas para repartir, con la complicidad de directivos, maestros y la estructura sindical del magisterio, miles de cuadernillos, loncheras y mochilas con propaganda electoral de ese organismo político, los cuales son entregados a niños desde tres años de edad, en prescolar, hasta adolescentes de 15, en secundaria. Así, los escolares son utilizados como vehículo para llevar el mensaje político de los candidatos y obtener los datos confidenciales de sus padres.

Lo anterior es constitutivo de varios delitos de carácter electoral y penal, cuyas sanciones van desde el retiro del registro al organismo político, hasta la pena de uno a nueve años de prisión a los responsables, advierte el especialista en derecho electoral e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), John Ackerman.

Al conocer el contenido de dicha propaganda –en poder de La Jornada–, pedagogos y politólogos coinciden en un llamado a terminar con la impunidad en este tipo de acciones, mismas que consideran "un abuso" y un "atentado educativo" por parte de la estructura de Gordillo.

El reparto se realiza con la probable complicidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dicen. “Sería ingenuo pensar que (la dependencia) no lo sabe… Y si no fuera así, es muy grave, porque es la autoridad y debe estar enterada; pero si lo sabe es aún más grave, porque hay complicidad. Por otra parte, todos sabemos quién está al frente de la Subsecretaría de Educación Básica (Fernando González Sánchez, yerno de la maestra) y quién es la dueña del Panal”, expresa la investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) Etelvina Sandoval.

El Panal imprimió diferentes tipos de cuadernillos –incluso hay uno que lleva por título Los derechos de los niños– para repartir a cerca de 30 mil infantes y adolescentes en mil 100 escuelas de enseñanza básica en Baja California Sur, donde el próximo 6 de febrero los ciudadanos elegirán gobernador, diputados y presidentes municipales, afirma Esteban Ojeda Ramírez, secretario del comité democrático de la sección 3 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en aquella entidad.

La propaganda, destinada a los niños más pequeños, es un cuaderno para colorear que consta de 29 páginas. El libro introduce a Nueva Alianza como "un nuevo partido político y nuestro trabajo consiste en apoyar las aspiraciones y deseos de los jóvenes". Así, se invita a los niños a "que conozcan un poquito más de cómo vemos las cosas y qué es lo que proponemos". Pero desde las primeras páginas, el Panal les hace una sola petición: "Queremos saber más de ti y de tu familia. Si tienes alguna duda o comentario, llena el cupón que se encuentra al final del libro y háznoslo llegar".

En efecto, al final de las ilustraciones viene un cupón donde se les solicita nombres, apellidos, calle, número exterior e interior, colonia, estado, delegación, lada, teléfono 1 y 2 y hasta e-mail, de ellos "o de alguno de tus papás". El instructivo les dice que después de llenar el cupón lo entreguen en las oficinas de "Nueva Alianza en tu estado".

Esto indica que se trata de un cuaderno cuyo formato puede ser utilizable en cualquier entidad. De hecho, en su portada hay una pegatina con los nombres de los candidatos del Panal. Sin embargo, las denominaciones cambian de acuerdo con el distrito electoral en donde se ubica la escuela; de tal modo, algunos promocionan al aspirante a la alcaldía de La Paz, Jorge Miguel Cota Katzenstein –ex secretario de la sección 3 del SNTE–; al candidato a diputado por el quinto distrito, Guillermo Aguilar Villavicencio –actual secretario general de la sección 3 del SNTE–, o a la candidata a gobernadora, la profesora Blanca Meza Torres, entre otros.

Esteban Ojeda Ramírez sostiene que dicha propaganda es y ha sido repartida a los menores de edad por dos vías: en los propios salones de clase, por medio de maestros y directivos de escuelas afines al charrismo sindical, y en el interior de los planteles, mediante un contingente de comisionados del sindicato y de un grupo de jóvenes a quienes les pagan de 100 a 300 pesos diarios por realizar esa tarea.

El especialista John Ackerman explica que los maestros que se han prestado para entregar esta propaganda electoral son, ante todo, funcionarios públicos –y no actúan como integrantes del SNTE–, por lo que tienen prohibido utilizar un cargo y un espacio público para hacer proselitismo en favor de un partido o candidato en horas laborables.

El artículo 407 del Código Penal establece que se "se impondrán de 200 a 400 días de multa, y prisión de uno a nueve años, al servidor público" que, entre otras acciones, "destine de manera ilegal fondos, bienes o servicios que tenga a su disposición en virtud de su cargo, tales como vehículos, inmuebles y equipos, al apoyo de un partido político o de un candidato, sin perjuicio de las penas que puedan corresponder por el delito de peculado" o "proporcione apoyo o preste algún servicio a los partidos políticos o a sus candidatos, a través de sus subordinados, usando del tiempo correspondiente a sus labores de manera ilegal".

Afiliación corporativa

Por otro lado, añade, el artículo 41 constitucional señala que "quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa", de tal forma que las organizaciones gremiales, como el SNTE, no pueden afiliarse o hacer trabajo para los partidos.

Esta es una evidencia más, apunta Ackerman, de "la relación orgánica, íntima, entre el SNTE y el Panal". Sin embargo, el Instituto Federal Electoral (IFE) se ha "hecho de la vista gorda al respecto, pero de comprobarse esta vinculación lo que procede es el retiro del registro de ese partido".

También existe una violación a los artículos 134 y tercero de la Constitución. Con respecto al primero, porque los servidores públicos tienen "la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos" y, por otra parte, el artículo tercero habla de una educación democrática e imparcial, principios que se violan en tanto el docente aprovecha la relación con el alumno para difundir una determinada ideología y hacer propaganda.

Asimismo, para la coordinadora de Investigación del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Martha Singer, este caso revela "una estrategia de adoctrinamiento que se ha utilizado en regímenes autoritarios para obligar a un compromiso de manera irracional, ya que no pasa por una actividad crítica de quien lo lee", porque el Panal aprovecha la ingenuidad de los destinatarios de esa información.

Es el equivalente a la repartición de tortas para llevar a la gente a un mitin, con la diferencia de que "aquí se meten con una población que no se puede defender, que no tiene la capacidad de decidir qué hacer con lo que se le está distribuyendo".

Rosa María Torres, docente de la UPN, considera que lo cuestionable es el procedimiento que utiliza el SNTE-Panal para repartir estos materiales. El buen sentido que pudiera existir para que los niños conozcan –como ocurre en otros países– sobre la función de los partidos políticos, se pierde porque la estructura escolar actúa en paralelo a una organización sindical. Y no es lo mismo que cualquier persona entregue a los estudiantes este tipo de cuadernos a que lo haga un maestro; este último tiene un "peso moral".

Desde la óptica pedagógica, apunta por su parte Etelvina Sandoval, los niños confían en la escuela, creen que lo que les dicen y entregan sus maestros como materiales es positivo y forma parte de sus obligaciones. Aprovecharse de los menores de edad para difundir propaganda es una traición a la confianza de los estudiantes, es un abuso hacia los niños y hacia la escuela.

“¡Ya basta. Esto es indignante. Se deben tomar, ya, medidas muy fuertes contra quienes han participado en estas acciones… No es posible que el SNTE se aproveche de los niños y de la educación para adoctrinarlos hacia un partido. Es un atentado educativo!”, concluyó.

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