Deja el segundo debate a AMLO y a Peña Nieto como finalistas

Enrique Méndez y Roberto Garduño
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de junio de 2012, p. 3
El contenido y el resultado del segundo debate presidencial definió la condición en que se encuentran los candidatos a 20 días de la elección. Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto privilegiaron las propuestas de sus eventuales gobiernos, y en contraste Josefina Vázquez Mota emprendió la descalificación y el ataque, incluso contra Gabriel Quadri, utilizando recursos de la guerra sucia de 2006.




En un golpe de efecto, López Obrador anunció ante la audiencia nacional la integración de buena parte de su gabinete presidencial, y aseguró que gobernará para todos, que no habrá venganzas y enfrentará la corrupción.
Al finalizar el encuentro, en Guadalajara, el candidato del Movimiento Progresista convocó a todos los mexicanos a un pacto para salvar a México, mientras que Peña Nieto pidió un voto de confianza, Vázquez Mota llamó al voto útil de los indecisos: priístas que no estén del lado de la corrupción y de la izquierda moderada. Dijo vota así, mientras exhibía una cruz color azul que se pintó en su palma izquierda.
Y Quadri aseguró: Si todos ustedes saben que soy el mejor candidato y votan por mí, seré el próximo presidente.
Fallas técnicas, negrito en el arroz
A lo largo del debate se registraron algunas fallas técnicas, como malos encuadres de los candidatos y las gráficas que exhibieron; la imagen de Andrés Manuel López Obrador se perdió unos segundos porque se congeló, y Vázquez Mota de plano desapareció y se fue a negros (desapareció), como se dice en el argot televisivo.
Los dos candidatos que al parecer disputan el triunfo, López Obrador y Peña Nieto, dedicaron la mayoría de los 30 minutos 30 segundos que les correspondían de participaciones a proponer y describir sus proyectos. Entre ellos no se atacaron. Del lado contrario, Vázquez Mota buscó votos del Panal, al entrar al terreno de la descalificación hacia Gabriel Quadri, quien le respondió provocando un evidente malestar en la panista.
Esa estrategia le valió que sus dos principales oponentes la ignoraran, pero sí le replicaron con dureza en su momento: López Obrador reviró que la panista mintió cuando lo acusó de haber pertenecido al PRI en 1971, durante la represión a jóvenes en San Cosme –aunque ella dijo que fue en Tlatelolco–, de haber compuesto el himno del PRI tabasqueño y no haber renunciado a su militancia tricolor en ese año.
El ex jefe de Gobierno aclaró con una frase que provocó la única risa en el estudio: A Josefina le digo que en 1971 estaba en primero de preparatoria. Aparento más edad, pero tengo 58 años. Lo que pasa es que estoy aflojado en terracería. Es mentira lo que usted dice; lo mismo en el caso del himno: tampoco es cierto, es la misma calumnia de siempre. Pero la respeto mucho.
Peña Nieto reprochó que ella utilizara su tesis de licenciatura dedicada a Arturo Montiel y sostuvo que si en la actual legislatura no se aprobaron más reformas, fue debido a sus largas ausencias como diputada o por su incapacidad para lograr acuerdos.
Vázquez Mota pretendió llevar a los otros candidatos al terreno del escándalo político y al no recibir respuesta se olvidó de su plataforma electoral; cuando la recordaba señaló: Déjenme regresar de manera breve a mis propuestas. La panista subestimó a Gabriel Quadri, al cuestionar su cercanía con la maestra Elba Esther Gordillo.
Tiene un grave problema, señor Quadri, porque cada voto es para una familia, pero no para las que me escuchan, sino de la profesora Gordillo, que claramente está buscando una posición en el Congreso... lástima que cada voto es para una familia que ha venido acumulando tanto poder.
La respuesta fue demoledora. Quadri exhibió una fotografía donde aparecen sonrientes Felipe Calderón, Vázquez Mota y Elba Esther Gordillo y debajo la frase Querida amiga, que la panista prodigó a la lideresa magisterial. “Pedirle nos explique por qué antes tenía una opinión tan favorable, tan zalamera de la maestra Elba Esther. Ahí les dejo el video ‘Querida Amiga’, que puede consultarse en Internet”, le reviró.
Desencajada, como se le observó en la televisión, la panista trastabilló en su réplica: He tenido civilidad política. No me preocupa, candidato cuadro (sic) esa expresión, sino su complicidad.
En el transcurso del debate, Enrique Peña Nieto y López Obrador prefirieron hablar de sus proyectos y propuestas en temas de política exterior, desarrollo social y política y gobierno.
Josefina Vázquez Mota continuó en la tesitura de atacar. Como en 2006, pero ahora contra PRI y PRD, insistió en que ambos son dos caras de la misma moneda. Al tricolor lo identificó con el autoritarismo, rendido ante el crimen organizado y ejemplo del abuso del poder; al otro rostro del PRI le endilgó la intolerancia, el rencor, la confrontación, el populismo y las crisis económicas.
La candidata del PAN sostuvo que los jóvenes pueden manifestarse sin el temor de un presidente autoritario y reclamó a Peña Nieto haber llevado 400 autobuses al estadio Azteca con simpatizantes a reprimir y golpear jóvenes que no piensan como usted, y repuso al priísta: “El caso más patético es su visita a la Ibero, donde no sólo le tiene miedo a los jóvenes (sino) terminó encerrado en el baño”.
Peña replicó: Fue un momento importante, no sólo de experiencia en la campaña, sino de este proceso democrático. No es cierto, carece de la más mínima verdad, no me escondí, hice frente a los grupos que se expresaron legítimamente en contra. Son voces que respeto.
López Obrador, en tanto, expuso su confianza en lograr una gran transformación del país por el bien de todos y para gloria de México. Sólo podrá impedir este hecho histórico y trascendente la desinformación, la desorientación y el miedo al cambio, inducido por los que no quieren que las cosas cambien.
En la salida, el moderador Javier Solórzano convocó a todos los ciudadanos a acudir el primero de julio, y a tomar una decisión por quién queremos que nos gobierne.

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