Endurece Sarkozy su posición mientras se agudiza la huelga contra la reforma

Dpa, Afp y Reuters

Periódico La Jornada
Jueves 21 de octubre de 2010, p. 29
París, 20 de octubre. Cerca de 4 mil estaciones de servicio sin combustible, desalojos de la policía en los bloqueos de depósitos, endurecimiento de las reformas del gobierno y enfrentamientos más violentos entre manifestantes y fuerzas del orden es el resultado de la jornada de hoy en Francia, un día después de que se agudizó la huelga general contra la reforma a las jubilaciones.

En respuesta a las masivas protestas, el presidente Nicolás Sarkozy ordenó a las fuerzas de seguridad abrir los accesos a todos los depósitos de petróleo bloqueados por los manifestantes. Advirtió que no cederá en las reformas a las jubilaciones, a pesar del fuerte rechazo popular.

“La perturbación provocada por los bloqueos ha causado muchas injusticias. Si no terminan rápidamente tendrán consecuencias para el empleo al dañar el desarrollo normal de la actividad económica”, advirtió Sarkozy.

Se prevé que este jueves el Senado convalide la reforma que plantea elevar la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años y aumentar de 65 a 67 años la edad mínima para alcanzar pensión completa. Una vez aprobada por el Senado, la enmienda podría ser aprobada definitivamente el miércoles de la próxima semana.

Este miércoles los estudiantes prosiguieron con las protestas. Según un sindicato estudiantil, se impidió el acceso a unos 600 colegios en todo el país, pero el Ministerio de Educación dijo que fueron 200. Además, seis universidades se vieron afectadas por las protestas.

En Lyon, donde el martes se desarrollaron fuertes enfrentamientos entre jóvenes y policías, se volvieron a registrar disturbios. El ministro del Interior, Brice Hortefeux, advirtió que el gobierno va a actuar con dureza contra manifestantes violentos, mayoritariamente estudiantes, que se han enfrentado con la policía durante las protestas callejeras.

Hortefeux informó que en una semana fueron arrestadas mil 423 personas, la mitad de ellas menores de 18 años, durante las protestas en varias ciudades. En Marsella el prefecto pidió ayuda a Protección Civil para recoger la basura que se amontona en las calles por la huelga de recolectores.

La dureza de las protestas ha provocado las primeras comparaciones con la huelga general de 1995, que desembocó en la dimisión del que era primer ministro Alain Juopé. Entonces el gobierno debió dar marcha atrás con la intención de reformar el sistema de pensiones.
El martes por la noche unas 4 mil gasolineras, es decir, una cuarta parte de las 12 mil 500 del país estaban vacías o “aguardan por suministro”, como prefiere llamarlo el gobierno. Muchos franceses debieron trasladarse a otros países para conseguir gasolina.

Hortefeux dijo que tres depósitos importantes fueron desbloqueados durante la madrugada, una vez que Sarkozy aseguró que no dejará que se paralice el país por las protestas. El oeste de Francia y la región de París permanecen particularmente afectados por la escasez de gasolina.

Este miércoles numerosos sectores resultaron alterados, como la producción de energía y los aeropuertos, donde los sindicatos anunciaron el bloqueo de los accesos como en el Roissy-Charles de Gaulle. En el segundo mayor, el de Orly, se suspendió una cuarta parte de los vuelos; los aeropuertos de Nantes y Clermont-Ferrand estuvieron paralizados temporalmente. A ello se suma el bloqueo hecho por camioneros de importantes arterias.

La huelga también se siente en el sector eléctrico, pues Francia tuvo que importar este miércoles 5 mil 990 megavatios, debido a la baja de la producción decidida por los huelguistas de la empresa de electricidad EDF y el cese de actividad de numerosos reactores nucleares por mantenimiento e incidentes.

Lula promete controlar el real

Los ministros de Finanzas del G-20 evaluarán este fin de semana en Seúl, Corea del Sur la situación de la economía mundial y discutirán la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del sistema financiero, en medio de las tensiones creadas por la “guerra de las divisas” como telón de fondo de los debates.

La fuerte revalorización de las monedas latinoamericanas, que amenaza las exportaciones y la competitividad de la región es combatida por los gobiernos con medidas que van desde las grandes conmpras de dólares, al aumento de impuestos sobre operacionesa financieras de extranjeros.

El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva estimó que la reunión del G-20 debe buscar “una solución definitiva” a la “guerra de las divisas”. Lula anunció que está dispuesto a tomar “cuantas medidas sean necesarias apra no permitir que el real (la moneda de Brasil) se valorice mucho en relación con el dólar”.

Fuentes

Comentarios