Manifestaciones y represión: paso a paso el registro de lo sucedido en la toma de protesta de Peña

Manifestaciones y represión: paso a paso el registro de lo sucedido en la toma de protesta de  Peña
No fue, en definitiva, una mañana de serenidad ciudadana sino de imposición militar y policíaca

Revista EMET

Un día, el de ayer, lleno de mensajes no escritos, no hablados, pero que dejan muy en claro cuáles y de qué dimensiones serán las acciones que habrán de emprenderse por lo menos en la primera etapa del gobierno federal que inicia. También fue revelador del grado de inconformidad que existe en los terrenos por todos conocidos y, sin duda, que la etapa de lo insólito se hizo presente con la llegada de Felipe Calderón al recinto legislativo, al sitio al que tuvo que entrar por la puerta trasera a su llegada y al que el priísmo le concedió una salida totalmente distinta que de ninguna manera, en la opinión pública, significa aprobación de mandato, sino una cortesía que tiene diversas interpretaciones que van desde la caballerosidad hasta la complicidad.

Fueron muchos los puntos dentro de la capital de la Republica en donde se registraron manifestaciones de inconformidad y rechazo. El caos reinó en el centro de la Ciudad pese a que este punto fue más que acordonado, sitiado, desde la tarde del viernes, por elementos del Ejército Mexicano, sin embargo se desastó ahí la violencia. Lo mismo sucedió en las principales avenidas que rodean el recinto de San Lázaro y ni que decir de lo sucedido en Paseo de la Reforma, en donde se llevó a cabo la concentración de MORENA con el discurso de López Obrador al pie del Ángel de la Independencia. También la zona de Polanco, a unas cuadras de la residencia oficial de Los Pinos, se vio sacudida no sólo por la vigilancia sino por las acciones de los manifestantes y la represión policíaca. Hubo destrozos en comercios en la Avenida Juárez, en la recién remodelada Alameda capitalina, frente al edificio de Bellas Artes, en el Eje Uno Norte destrozaron un camión de la Coca Cola y prendieron fuego a llantas.

Aunque también en el interior de país se vivieron jornadas parecidas. Las manifestaciones de diversos grupos se presentaron en Chilpancingo y Zihuatanejo, Guerrero en donde la represión provino de las fuerzas federales; también en Pachuca, Hidalgo; en Tlaxcala; en Mérida, Yucatán; Querétaro; Morelos con el bloque de la autopista México-Cuernavaca; Oaxaca; Villahermosa, Tabasco; Tepic, Nayarit; y los reportes siguieron recibiéndose minuto a minuto hacienda referencia en todos los casos de la intervención militar y policíaca.

No fue, en definitiva, una mañana de serenidad ciudadana sino de imposición militar y policíaca. Pese a todo, el rito en el Congreso se cumplió cabalmente, aunque la diferencia con los de la etapa priísta interrumpida por la llegada del PAN a la máxima tribuna de poder en México fue muy marcada: de nuevo no fue ese el punto en el que el primer mandatario lanza su primer informe al pueblo de México y de ahí se traslada al sitio en donde le toma la protesta a los integrantes del nuevo gabinete. Después de las salutaciones de rigor de quienes conformaron una valla para que abandonara el recinto, Peña Nieto se trasladó a Palacio Nacional y, en el escenario televisivo que le montaron en pleno patio central, tomó el juramento de servicio de los funcionarios con los que compartirá tareas.

Se refirió a cada uno de ellos y sus carteras y al pasar a lo central del evento saludó representantes de los otros dos poderes, a Juan Silva Meza del Judicial y a Jesús Murillo Karam y Ernesto Cordero del Legislativo, a los gobernadores –no faltó ninguno-, a los jefes de Estado y gobierno, embajadores, miembros de las fuerzas armadas, a las agrupaciones religiosas, a los líderes, a los intelectuales, a los artistas, a los representantes de los medios de comunicación, e hizo hincapié en la presencia de Josefina Vázquez Mota, su contrincante en la lucha por alcanzar la presidencia, lo cual hizo obvia la posición tanto de López Obrador como de la facción de izquierda que representa.

En el mensaje que tuvo una duración de 46 minutos, Peña Nieto sostuvo que se tiene una oportunidad histórica para convertir al país en una potencia y que la primera obligación que asume es la de cumplir y hacer cumplir la ley. A su arribo al patio central de Palacio Nacional, punto que ya se tenía prácticamente en el olvido y que solo representaba un atractivo turístico cuando sus puertas se encontraban abiertas –lo cual no sucedía muy a menudo-, el mexiquense fue largamente ovacionado por los mil quinientos invitados a ese evento entre los que se encontraban empresarios tanto nacionales como extranjeros, líderes, representantes de diversas organizaciones civiles, ciudadanos que tienen representación entre la ciudadanía dadas las características de sus denuncias y demandas, líderes de opinión, comunicadores, el clero y las fuerzas armadas. Obviamente, los gobernadores y un buen número de representantes de otros gobiernos tanto en este Continente como en el Europeo.

Habló de la necesidad de entregar resultados tangibles y, al referirse a los jóvenes, habló también de contar con una educación de calidad y del cambio que se exige con seguridad, con rumbo, con dirección que logre elevar el nivel de vida de los mexicanos. Señaló el daño que se le ha hecho a la imagen del país en el exterior y del impulso que deben recibir todos los motores del crecimiento. Uno de los ejes del gobierno que inicia será, dijo, la diplomacia moderna, quiera esto decir lo que mejor se interprete.

Se refirió a los otros ejes: el perfeccionamiento de la Ley de Víctimas y el papel de la Consejería Jurídica en esta encomienda; reformas para contar con un código penal y otro de procedimientos penales único y con aplicación nacional que sean un paso contra la impunidad; establecimiento inmediato de una cruzada nacional contra el hambre; puesta en marcha a partir de enero de un seguro de vida para las jefas de familia quienes contarán con el apoyo estatal hasta que sus hijos terminen la universidad.

Ampliación del programa 70 y más a un mayor número de personas; reforma educativa y rectoría de la política educativa, cancelación de plazas vitalicias y arbitrarias y reformas a la Ley de Educación y al Artículo Tercero constitucional, lo que incluye la creación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa. Aceleramiento del programa nacional de infraestructura y transportes que permita la conectar el sur de México a la economía global. Reactivación del sistema ferroviario nacional para pasaje y carga a través de trenes modernos. Reconocer el derecho de acceso a la banda ancha y generar mayor competencia en telefonía así como licitar dos nuevas cadenas de televisión abierta en los próximos meses.

Al aceptar que la deuda de estados y municipios ha llegado a niveles inaceptables, sentenció que se enviará al Congreso el proyecto de ley de responsabilidad hacendaría con el que se busca poner orden en los Estados. También refirió el objetivo de llegar a un cero en déficit presupuestal y solidez en las finanzas públicas así como marcar una política de austeridad racionando el gasto corriente y mayores recursos en inversión de obras. “Soberanía plena bajo el imperio de la Ley”, prometió.


PASO A PASO
Como ya se tenía conocimiento, las áreas aledañas al recinto legislativo de San Lázaro fueron literalmente sitiadas con una semana de anticipación. Hubo, como se informó, una contraorden que permitió que regresara la fluidez vehicular y que no se molestara de manera tan grotesca a los habitantes de más de seis colonias que circundan el lugar. Sin embargo, el desfile con uniformados a bordo de diferentes vehículos empuñando armas y los retenes permanecieron. Así, el cerco volvió desde la tarde del viernes con todo rigor y se extendió hasta un punto que hasta entonces no había registrado este tipo de movimientos: el zócalo capitalino.

Eran las cinco de la mañana y ya era visible el movimiento en San Lázaro. El personal y los ayundantes de los legisladores que decidieron pernoctar en las oficinas permanecían expectantes. Algunos mostraban un rostro sonriente y la certeza de la operación política realizada por Jesús Murillo Karam, por Miguel Ángel Osorio Chong, por Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones tendría los resultados esperados, es decir, una sesión diferente a la que se instaló hace seis años y, por supuesto, que la toma de protesta de Enrique Peña Nieto en un ambiente disciplinado. Desde esas horas quienes conforman la Banda de Guerra del Ejército Nacional Mexicano realizaban ensayos al igual que los integrantes del Colegio Militar. Las instrucciones a través de comunicadores auriculares giraban reportando números de placas de vehículos y de camiones que empezaron a transportar a legisladores, periodistas e invitados.

Pero también a esa hora se discutía si se realizaría una marcha que tenían planeada los diputados perredistas y que partiría del Monumento a la Revolución hacia la Cámara, lo cual, tiempo después, decidieron por mayoría no llevar a cabo por lo que prácticamente en masa se presentaron en el inmueble. En otro escenario aparecieron los inconformes, aquellos que se han visto en los últimos años agredidos por las determinaciones adoptadas, los que sufrieron pérdidas familiares provocadas por la inseguridad y las acciones emprendidas tanto por las mafias como por los errores de las propias autoridades e incluso de los militares.

Y, si bien todavía existe la duda sobre si se registró la pérdida de una vida humana en los enfrentamientos que se dieron entre granaderos y jóvenes del grupo #YOSOY132, la Cruz Roja en sus instalaciones reportó la llegada de varios, más de 30 heridos, tres de ellos de gravedad. Uno de ellos Carlos Valdivia, sufrió traumatismo craneoencefálico y desprendimiento de retina y el reporte hasta el cierre de estas líneas seguía señalando “muy grave”. Estos jóvenes, muchos de ellos encapuchados, madrugaron y desde antes de las cinco de mañana salieron del área cercana al Monumento a la Revolución. También hicieron su arribo al lugar más de 5 mil maestros, unos pertenecientes a la CNTE y otros a la Sección 22 de Oaxaca.

Así pues, una tras otra, se fueron registrando acciones en las que se buscó provocar que los manifestantes se replegaran, despejaran los sitios en los que se apostaron: Emiliano Zapata, Eduardo Molina, Fray Servando Teresa de Mier, la glorieta del Viaducto Miguel Alemán con Congreso de la Unión y el extremo que alcanza al Circuito Interior. Muchos de estos reportes llegaban al interior de San Lázaro y provocaron inquietud sobre todo cuando cerca de la hora en la que debería dar inicio la sesión de manera formal, las 9 de la mañana, se supo que había un camión incendiándose y con el cual los manifestantes pretendieron derribar una de las vallas que, por kilómetros, se instalaron en esa zona.  

Jesús Zambrano dio de nuevo la nota al hacer patente su rechazo pero a la violencia de los manifestantes y sin referencia alguna a la forma en la que se condujeron quienes tenían sitiado ese lugar, el Zócalo capitalino, y a partir de las once de la mañana los puntos cercanos al lugar en donde se llevará a cabo una comida que ofrece Peña Nieto, ya en su calidad de titular del Ejecutivo mexicano, a los del cuerpo diplomático, los jefes de Estado y otros invitados del extranjero así como a la “crema y nata” de la macroeconomía nacional.

Los grupos de manifestantes pasadas las 10:30 horas emprendieron la marcha hacia el Zócalo capitalino, sitio al que no pudieron llegar porque también se encontraba sitiado, resguardado, dicen, por cuestiones de seguridad.

PROTOCOLO Y RITO
Sin duda que en esta que es la segunda etapa de los gobiernos priístas, veremos el retorno de los ritos, del seguimiento del protocolo. Así es como dio inicio la sesión en la Cámara de Diputados, en donde registró la Orden del Día la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de la República con el respectivo juramento para cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Jesús Murillo Karam mantuvo una “doble cara”. Por una lado, permitió que seis diputados expusieran, fuera de la Orden del Día, sus inconformidades y que exigieran reportes sobre los hechos que se suscitaban fuera del recinto legislativo ya que, argumentaron, en su calidad de representantes populares necesitaban conocer si estaban agrediendo al pueblo.

Escuchaba con un silencio que pretendía mostrar paciencia en tanto que el rostro dejaba entrever todo lo contrario. Mencionando la rigidez del protocolo de una sesión de esta naturaleza se impuso el orden, se nombró a las respectivas comisiones que acompañarían a quien durante los últimos minutos del 30 de noviembre hizo entrega del mando militar y de seguridad llegando al momento en el que los representantes de los partidos políticos, uno por cada organización hizo patente su posición frente al mandato que inicia.

PARTIDOS POLITICOS

Un silencio sepulcral reinó en el recinto legislativo ante el pronunciamiento sobre la posición de Movimiento Ciudadano en voz de Ricardo Monreal Ávila, ex gobernador de Zacatecas, ex senador y cuya trayectoria política realizada dentro del PRI da un peso específico a sus palabras. Habló del estado de sitio en la sede del Congreso, de la fuerza militar excesiva, de la crueldad e injusticia que rodea a la reforma laboral, del avión presidencial cuyo costo es insultante ante un pueblo empobrecido; sostuvo que las características del nuevo gobierno son el autismo, la frivolidad y la gloria vana. “La presidencia cambio de siglas, pero el país no ambia de rumbo, no cambia de dueños”.

Se refirió también al atraso educativo, al rostro de bipartidismo, al error de diciembre que dejó sin empleo a 5 millones, seguido de los errores panistas que arrojaron a la calle a 7 millones más. Habló de la renta petrolera, de la disposición de esos recursos durante los últimos 25 años, los cuales, aseguró, ascienden a 15 billones de pesos. “PRI y PAN hicieron de la transición una transacción”. No podemos reconocer, puntualizó, a quien compró el cargo más altos del país y a quien no asume compromisos para la historia sino para la fotografía.

Lucila Gutiérrez del PANAL sostuvo que se mantendrán como una oposición responsable lista para debatir pero también para conciliar y habó de los hartazgos sociales y del ambiente de cambio y de deseo de transformación. “México necesita crecer y cambiar. No es un botín de nadie, es una fuerza vital que se mueve hacia delante”. Del Partido del Trabajo, Ricardo Cantú Garza se refirió a su vestimenta, blanco con moño negro, señalando que representa el luto por todos los asesinados en el gobierno de Calderón. Con respecto a la vigilancia en San Lázaro, puntualizó en que resultó reveladora de la magnitud del miedo que le tiene el gobierno a la población. Enfático sostuvo que no permitirán aumentos al IVA y que demandarán cuentas claras sobre la renta petrolera.

Del Verde Ecologista habló Arturo Escobar, quien fue en reiteradas ocasiones abucheado por la bancada de la izquierda debido a la verborrea intrascendente de su exposición que buscó de una y mil formas justificar su alianza con el PRI y enumerar renglones que por ahora solo se sitúan en la esperanza. Miguel Barbosa del PRD tuvo una intervención accidentada ya que por una parte se lanzó sobre la validez de la elección y lo que llamó un descomunal déficit de credibilidad en el que Monex y Soriana son dos elementos y, por la otra, habló del compromiso que tienen para lograr la transformación del país.

El panista Francisco Domínguez habló de un país que recibe Peña Nieto “fuerte y de pie;: con instituciones de seguridad fortalecidas para hacerle frente a la criminalidad” y sostuvo que los gobiernos panistas han cumplido y lo han hecho bien, lo que despertó de inmediato una rechifla proveniente de legisladores de todos los partidos políticos. Del PRI habló Heriberto Galindo Quiñónez, quien señaló que el sistema político está urgido de una renovación histórico y que tiene su partido el compromiso del diálogo respetuoso y de hacer prevalecer los intereses superiores de la Nación. Cual si fuera síntesis de campaña hizo referencia a los compromisos contraídos en esa etapa por el mexiquense y fue extraño escucharle sentenciar que las relaciones con Cuba y Francia serán replanteadas.

PROMETEN RESPETO A DERECHOS HUMANOS

En el Campo Marte, el presidente Enrique Peña Nieto pasó revista a los elementos de las fuerzas armadas, acompañado por el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, y el almirante Vidal Soberón, secretario de Marina. Al recibir la salutación de las fuerzas armadas del país, Peña Nieto, como Comandante Supremo de las mismas, hizo un reconocimiento a su disciplina y lealtad y les instruyó a garantizar la seguridad nacional del país. Los exhortó a actuar con integridad, orden y respeto a los derechos humanos.

En su discurso, Peña Nieto sostuvo que las fuerzas armadas son los pilares de la estabilidad de la Nación y resaltó que en cada uno de sus integrantes se encarnan los valores de libertad, independencia y soberanía del país, porque son las instituciones de mayor respeto entre los mexicanos, quienes les reconocen la protección que les brindan, en lugares y momentos en que más los necesitan.

El Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas señaló que México demanda que “vayamos hacia delante”, en el proceso de transformación del país en el mundo. Dijo que hoy el Ejército, la Marina-Armada de México y la Fuerza Aérea del país ratifican su compromiso con un México en Paz. Insistió en que “cada uno de ustedes” contribuirá con patriotismo, orgullo y honor en la misión de transformar a México, porque los mexicanos confían en sus fuerzas armadas.

Los secretarios de Defensa y Marina Armada de México, Salvador Cienfuegos y Francisco Vidal Soberón, respectivamente, le prometieron al Presidente trabajar para garantizar la paz en el país “con estricto apego a los derechos humanos”. Al final, Peña Nieto presenció un desfile de los cuerpos de fuerzas especiales del Ejército, elementos de la Escuela Superior de Guerra, del Colegio Militar y de la Escuela Superior del Aire.

Lilia Arellano - Revista EMET

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