México: creciente importación de alimentos podría provocar una crisis

martes 1 de febrero de 2011

PL

Más del 70 por ciento de los alimentos que consumen los mexicanos proviene de Estados Unidos, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de dicho país (USDA).

Según un reporte del diario mexicano El Universal, la importación de alimentos en el país aumentó de 10 a 40 por ciento en la última década, por lo que los especialistas coinciden en la necesidad de una política de estado dirigida a fortalecer la producción y competitividad agropecuaria nacional.

De igual forma, insisten en diversificar el origen de las compras de alimentos en el exterior, cuyos precios se han visto afectados por los vaivenes del mercado internacional, sobre todo en productos básicos como el trigo y el maíz.

Recientemente la Alianza Campesina del Noroeste alertó sobre una posible crisis alimentaria y una espiral inflacionaria en México provocada por esta situación, por una baja en las reservas mundiales de dichos productos y por el anuncio de Estados Unidos sobre una merma del 16 por ciento en sus inventarios.

Sin embargo, USDA refiere que el volumen de las ventas estadounidenses a México de granos duros como maíz, sorgo, cebada, centeno y avena podría aumentar en 60,6 por ciento para ubicarse en 16,7 millones de toneladas hacia 2020.

Luis Gómez, consultor de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), consideró correcta la política comercial agropecuaria de México en los últimos 20 años.

No obstante, acotó que precisa de una política de desarrollo productivo a largo plazo, que resuelva los problemas estructurales del sector y eleve la competitividad en el campo mexicano.

Con la apertura comercial en la década de los 80 y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) México dejó de producir en los 90 lo necesario para cubrir la mayor parte del consumo nacional, aseguró Hugo García, investigador del Colegio de México.

El académico afirmó que el país modificó su concepto de soberanía alimentaria por el de seguridad, sobre la base del principio de ventajas comparativas, pues en teoría encontraría en el mercado mundial precios más baratos en granos que necesita para cubrir su demanda de alimentos, cosa que no ha sucedido.

García consideró llegada la hora de dejar a un lado esa mentalidad y crear un inventario nacional de productos y una política de precios internos capaz de estimular a los productores de maíz, al punto de retomar el camino de la soberanía alimentaria.


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