EU busca participar de modo directo en México en la lucha anticrimen, denuncian legisladores

De la redacción

Periódico La Jornada
Jueves 9 de septiembre de 2010, p. 4
Las bancadas de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) en el Senado criticaron las declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton de que México se parece a la Colombia de hace dos décadas; advirtieron que conllevan propósitos intervencionistas y resaltaron que el Congreso no permitirá que en el país se ponga en marcha un plan semejante al aplicado en la nación sudamericana.

Pidieron además a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) enviar una nota diplomática de protesta al gobierno de Barak Obama por las declaraciones de la funcionaria estadunidense, ya que esconden un afán de participar directamente en la lucha contra el narcotráfico.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro, diputados de PAN, PT y PVEM demandaron a la cancillería mexicana pedir una explicación al país vecino, ya que la producción y el tráfico de drogas en México tienen origen en el alto consumo existente en territorio estadunidense.

La dirigencia nacional del PAN rechazó la afirmación de Clinton, y negó que haya comparación entre lo que pasa en México y la nación sudamericana.

Por ejemplo, señaló, en ese país, en 2002, cuando ya había avanzado el Plan Colombia, se cometieron 28 mil 837 homicidios y mil 645 ataques terroristas, mientras en suelo mexicano sólo ha habido uno, y hay un número similar de muertes, pero en más de cuatro años.

En voz de Rodrigo Iván Cortés, director de relaciones internacionales del blanquiazul, agregó que en la cuestión territorial tampoco hay equiparación, pues mientras la mitad del territorio de Colombia estuvo en manos de la guerrilla y grupos paramilitares, no sucede eso en México, sin negar la gravedad de la situación que se registra.

Por su lado, la titular de la SRE, Patricia Espinosa, dijo en entrevista radiofónica que no comparte la visión de la funcionaria estadunidense, pues mientras en la nación sudamericana surgió la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) –con una agenda política–, la cual en diversas etapas se vinculó con la delincuencia, en México se trata de crimen organizado.

En contrapartida, Alberto Anaya, dirigente nacional del PT, compartió la crítica de Clinton. Sus palabras, sostuvo, “no reflejan más que la difícil situación que vive México”. La comparación con la Colombia de hace 20 años, cuando los narcotraficantes controlaban algunas partes del país, es “una calificación muy dura y nos confirma que necesitamos un cambio de modelo económico y un gobierno que garantice seguridad a la población. Estamos de acuerdo con lo dicho, porque México es un Estado fallido”.

Durante la glosa del cuarto Informe presidencial en materia de política interna, el panista Santiago Creel refutó que la inseguridad y violencia que se padece en el país sea similar a la del Estado sudamericano, y recalcó que no habrá repetición del Plan Colombia en territorio nacional, porque no tiene caso llegar a los mismos o peores resultados.
Recordó que la última decisión del ex presidente Álvaro Uribe fue permitir el establecimiento de bases militares y no se puede dejar pasar el hecho de que no han logrado frenar la producción de cocaína y las FARC siguen controlando parte del suelo colombiano.

El senador del PRI Jesús Murillo Karam denunció que existe un plan de seguridad nacional de Estados Unidos “que pretende segregar un pedazo de territorio” a México, el del istmo de Tehuantepec, para que sea el cerco fronterizo sur, lo cual “daría un espacio peligrosísimo para este Plan Colombia”.

El también secretario general del PRI recalcó que el Plan Colombia lo único que resolvió en esa nación fue la violencia en ciudades medias, pero no el problema de fondo, que persiste.

El coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, advirtió que el gobierno mexicano debe hacer llegar una nota diplomática de protesta a la administración de Obama por las declaraciones de Clinton, que esconden un afán de intervenir directamente en la lucha contra el narcotráfico, dada la incapacidad mostrada por Felipe Calderón para frenar la ola de violencia e inseguridad.

El priísta Fernando Castro Trenti consideró que la secretaria de Estado debe ser censurada por sus recientes expresiones, ya que pasa por alto que Washington es corresponsable del avance del narcotráfico en México, no sólo por el consumo de drogas en su territorio, sino porque no ha frenado el tráfico de armas a nuestro país.

Pedro Vázquez, coordinador de la bancada del PT en San Lázaro, calificó los dichos de la funcionaria como una actitud injerencista: “está observando los problemas en otro país, cuando todos sabemos que son el principal consumidor de droga en el mundo, y son buenos para criticar a otros países y no reconocer que ellos son una parte importante de esta negra cadena de narcotráfico y crimen organizado. El pueblo de México debe rechazar cualquier actitud injerencista del gobierno estadunidense”.

El panista Alberto Pérez Cuevas consideró que la secretaria de Estado está obligada a sustentar sus declaraciones: “la dinámica de México en materia de seguridad es grave, pero no alcanza los niveles de Colombia”.

Cartina Sáenz (PVEM) dijo que debe ser más enérgica la posición del gobierno mexicano ante Estados Unidos con objeto de que frene la venta de armas y no solamente pretenda convencer con un discurso político.
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