Estudiantes y profesores rechazados

Estudiantes rechazados, maestros rechazados, pueblo rechazado; ¿Todos serán admitidos por el narco?
Pedro Echeverría V.

1. El 90 por ciento de estudiantes que presentan exámenes en la UNAM son rechazados año tras año por falta de presupuesto; el rector lo ha denunciado muchas veces sin que el gobierno haga nada para resolver el problema. Hoy se publicó que más de 21 mil profesores egresados de escuelas normales, así como docentes en servicio, concursaron ayer por mil 774 plazas en sedes y planteles de varias entidades, por falta de presupuesto, es decir, de más de 21 mil solicitantes 20 mil se quedarán sin una plaza. Si esos 90 mil estudiantes se unieran con los 20 mil profesores fácilmente podrían estrangular a la SEP rodeándola en sus calles aledañas hasta lograr que todos, o por lo menos un 80 por ciento de los estudiantes y profesores, sean admitidos. Pero, como cada año sucede, no pasará nada; cada quien irá a su casita a llorar su “mala suerte”. Espero estar equivocado y que realmente se organicen y logren el presupuesto necesario.

2. Pero quizá los estudiantes y profesores no deben preocuparse mucho porque hay chamba por otro lado. Ayer mismo se publicó que la llamada “delincuencia organizada” ha sido “la mejor productora de empleos, más de 600 mil en los últimos tiempos”. ¿O será que el incapaz gobierno, así como impulsa la migración de millones de sin trabajo a los EEUU poniendo en peligro sus vidas en el tránsito “ilegal”, pretenda enviar a otros desocupados para engrosar las filas del narcotráfico y la llamada “delincuencia organizada” para que vean que los requisitos son aún más rigurosos? ¿Y si a estudiantes y profesores sumamos al pueblo rechazado que no encuentra empleo en ningún lugar? Con razón, de manera desafortunada, el narcotráfico y la llamada “delincuencia organizada” jamás se acabarán pues cada año crece mucho más que el empleo formal. ¿Para qué entonces 50 mil muertos, entierros clandestinos y miles de millones en presupuesto militar?

3. Los estudiantes que cada año presentan exámenes en la UNAM para ingresar a la preparatoria, el CCH o a alguna Facultad vienen de la secundaria o de un bachillerato después de recibir su certificado oficial que garantiza su preparación, por tanto no deberían presentar ningún examen de admisión y su ingreso debería ser automático. Así fue hasta los años sesenta, cuando todas las escuelas tenían cupo y crecían al mismo ritmo de sus solicitantes. Ninguna familia acudió a hacer fila a las escuelas 24 horas antes –bajo frío, sol o lluvia, para “ganar turno para una inscripción para sus hijos” ¿Qué pasó entonces si cada año debería planificarse el crecimiento de la población, de los niños y jóvenes en edad escolar, para hacer crecer las escuelas, contratar a más profesores y el servicio que necesita la institución? Pues simplemente que los malditos gobiernos dejaron de invertir en educación y como criminales les ha bastadoa decir a los a los estudiantes y profesores: ¡No hay cupo!

4. Ningún pinche gobierno del país tiene justificación alguna para decir que no hay trabajo ni hay cupo. Mi primer trabajo de gobierno fue de profesor de primaria antes de cumplir los 20 años de edad y sin estudios de normalista, pues era un simple bachiller. Los profesores normalistas tenían entonces una plaza automática después de 12 años de estudio. ¿Por qué la Normal subió de dos a tres, luego a cuatro años y más adelante a licenciatura, es decir, a un total de 17 años? ¿Por aquella bobería de tener mayor preparación? Nada de eso; subió el número de años en la escuela porque no había plazas para maestros aunque en todo el país había millones de alumnos sin maestro. ¿Por qué los gobiernos no planearon el crecimiento de los solicitantes, el dinero para contratar profesores y hacer crecer las escuelas? ¿Por qué en el IMSS y el ISSSTE no planearon que crecería el número de pensionados y no estar usando el argumento de que no hay dinero?

5. Me imagino familias: Los millonarios, los dueños del poder, jamás planifican en su casa porque tienen el dinero de sobra; en esas familias sólo existe la demanda de la esposa y de los hijos de libertad para dilapidar lo que carajos quieran. En el caso contrario, las familias más pobres no pueden planear porque sus ingresos son insuficientes e inseguros; los pobres cuando tienen algo lo gastan de inmediato en pagar deudas y consumir lo que hace mucho desean. Quienes sí planean son las clases medias (no todas) que deciden cuántos hijos tener, cuánto agrandar la casa, cómo ahorrar para que los hijos estudien y demás. Los pinches gobiernos quieren administrarse como las clases altas: dilapidan hasta no poder, les vale un carajo que al año siguiente hubiera que aumentar el presupuesto; en lugar de hacer crecer las casas de estudio para que quepan todos los estudiantes solicitantes y den lugar a la contratación de más profesores, siguen dilapidando.

6. Nunca hay que aceptar el argumento –como hacen los tontos y pusilánimes-de que no hay dinero. Basta preguntar a los Slim, Azcárraga, Salinas Pliego y demás si tienen dinero; les podrán responder que lo tienen para hacer más negocios y cada año hacerse más poderosos de acuerdo a las listas Forbes de los más ricos del mundo. Igual responden los gobiernos ante las huelgas, las movilizaciones de protesta y demás: el gobierno tiene dinero pero no para los trabajadores, sean campesinos, obreros, desempleados; el gobierno tiene dinero para hacer negocios y asegurar el apoyo de los más ricos y de los de la clase política. Y hay se van los tontitos sufriendo su desgracia porque el gobierno o la empresa “no tienen dinero y están en crisis”. Pero luego vemos que a los trabajadores les aumentan el 3 o 4 por ciento en la revisión salarial y los empresarios anuncian que ganaron este año mil millones de pesos y el gobierno se subió su salario en una 50 por ciento.

7. Si los estudiantes y profesores no hacen nada por cobardía o falta de iniciativa no tienen el menor derecho de quejarse. Yo particularmente ya estoy hasta la madre de escuchar quejas de gente que no hace nada para organizarse y pelear en la calle; ya no les doy la razón, prefiero mantenerme en silencio y preguntarle lo que hace para acabar con esta situación. La realidad es que en vez de luchar se pasan horas frente a la TV, emocionándose con el fútbol, viendo telenovelas, acudiendo a la iglesia y en las pláticas de vecindad. Para eso sirven los medios de información: para construir una ideología individualista y de consumo que convierta a los seres humanos en simples piezas del engranaje capitalista. Espero que los estudiantes y profesores rechazados en la UNAM y en la SEP logren romper con la ideología que los mantiene sumisos y salgan a la calle para rodear a la SEP durante el tiempo que sea necesario para lograr sus objetivos.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

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