Repudian miles de españoles la reforma constitucional que recortará gastos sociales

Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de septiembre de 2011, p. 23

Madrid, 6 de septiembre. Decenas de miles de personas se manifestaron este martes en ciudades de España para rechazar la reforma constitucional emprendida por la vía de urgencia por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con el apoyo de su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del conservador Partido Popular (PP).

Tanto sindicalistas como ciudadanos indignados, que marcharon juntos pero con cierta distancia y hasta con choques verbales en Barcelona, exigieron la convocatoria a un referendo para consultar a la sociedad sobre las modificaciones en la Constitución de 1978.

Un día antes de que se apruebe en el Senado la reforma constitucional que limitará, por ley, el déficit público de la administración –central, autonómica y local–, los principales sindicatos –Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT)– convocaron a una marcha contra el "reformazo" y de rechazo a "la dictadura de los mercados".

Hubo movilizaciones en Madrid, Barcelona, Coruña, Zaragoza, Bilbao, Valladolid, Alicante y una decena de ciudades más, en las que se escucharon duras críticas contra el gobierno y los dos principales partidos, que a su juicio se han plegado a las exigencias de los mercados especuladores.

La enmienda constitucional, también llamada "regla dorada", pretende imponer una reforma fiscal para incrementar la recaudación de impuestos y severos ahorros en diversos sectores sociales. Como ejemplo de esto, según estimaciones de CCOO y UGT, a los recortes en el sector educativo, que ya causaron la pérdida de 8 mil plazas interinas de maestro, se sumarán otros 5 mil de manera inmediata, cifra que podría llegar a 15 mil puestos perdidos en el curso del periodo escolar vigente.

Durante la jornada de protesta, en Madrid y Barcelona hubo algunos enfrentamientos verbales entre simpatizantes del movimiento de los indignados, que mantiene desde hace una semana protestas por la reforma con los líderes sindicales, a los que señala como una parte más de un "modelo atrofiado".

Así, les dieron "las gracias por venir", con ironía, mientras que les exigían "luchar más y menos pactar". Incluso había pancartas con un mensaje explícito de "deja el sindicato y únete a la lucha verdadera". En Barcelona, la tensión obligó a terminar la marcha antes de completar el recorrido.

Los sindicatos coinciden con los indignados en que la reforma sin un referendo supondrá que la "calidad de la democracia se resienta seriamente", y significará la ruptura de facto del pacto de la Constitución de 1978, que "permitió una transición pacífica y ordenada de una dictadura a una democracia" en España.


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