La reforma laboral ha "precarizado" a la clase trabajadora: abogados y sindicatos

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Electricistas, maestros, petroleros, médicos, enfermeras, empleados bancarios y obreros han visto desaparecer las prestaciones laborales y elevarse la subcontratación, señaló el abogado laboralista Óscar Álzaga. En la imagen, aspecto de la marcha de organizaciones laborales del Ángel de la Independencia al Zócalo, el 1º de mayo de 2016Foto Jesús Villaseca
Patricia Muñoz Ríos
 
Periódico La Jornada
Domingo 30 de abril de 2017, p. 8
En México a la clase trabajadora se le han escatimado derechos fundamentales, como a un salario digno, y se le ha precarizado. La reforma laboral no ha traído los grandes beneficios que se ofrecieron al sector obrero, como la mejora de condiciones de trabajo, pero sí ha crecido el outsourcing y operan en auge los sindicatos de protección.
En este panorama el sindicalismo nacional conmemorará este primero de mayo, Día del Trabajo, aseguraron sindicatos, abogados laboralistas y especialistas en el tema.
En el país permean la simulación laboral y los bajos salarios, han desaparecido contratos colectivos, se han desmantelado el sistema de seguridad social y varios regímenes de jubilación, además de que 90 por ciento de los trabajadores no tienen representación gremial, advirtieron, en un pronunciamiento conjunto, sindicatos que integran la Nueva Central de Trabajadores (NCT).
Organizaciones como los sindicatos de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal y Mexicano de Electricistas, la Cooperativa Pascual y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación plantean que mientras se ha precarizado a los trabajadores, la concentración de la riqueza es de escándalo. Incluso los supuestos aumentos salariales fueron comidos por el incremento de 17.7 por ciento provocado por el gasolinazo a los productos de la canasta básica .
Esta central, a la que pertenecen también el Sindicato de Trabajadores de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal, la Alianza de Tranviarios y el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, resalta que los sindicatos de protección patronal se han constituido como verdaderas mafias al servicio de empresas nacionales y trasnacionales, que se aprovechan de los bajos salarios, mientras los empleados son forzados a pertenecer a organizaciones fantasmas.
El abogado laboralista Óscar Álzaga planteó por su parte que al panorama se añade el hecho de que los grandes contratos colectivos de trabajo del país han sufrido recortes. Electricistas, maestros, petroleros, médicos, enfermeras, empleados bancarios y obreros de casi la totalidad de sectores, tanto del apartado A como B, han visto desaparecer las prestaciones laborales y elevarse la subcontratación.
A los integrantes con menos de 20 años de antigüedad del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm) les quitaron el derecho a pensionarse por la empresa y se incorporarán al sistema de cuentas individuales, mientras a los miembros del sindicato petrolero les aumentaron cinco años la edad de jubilación y en plantas y complejos adjudicados al sector privado el personal es recortado, transferido u obligado a jubilarse.
La modificación de las condiciones laborales se ha generalizado en el país. En prácticamente toda la banca privada ya no se otorga a los jóvenes las prestaciones que tienen los empleados de mayor antigüedad. En otro caso, por acuerdo del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, los empleados de confianza de nuevo ingreso ya no tendrán derecho a jubilarse con el instituto ni al contrato colectivo.
Organizaciones pertenecientes a centrales como la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y el Congreso del Trabajo han visto reducirse sus condiciones laborales y cercenadas sus prestaciones. Líderes de sindicatos automotrices, textil, del juguete y metalmecánica reconocieron que se ha privilegiado mantener la planta productiva.
En cuanto a las remuneraciones, el estudio titulado El empleo en México y sus perspectivas para 2017, elaborado por la firma Manpower, advierte que los salarios mínimos en nuestro país son los más bajos de América Latina, Estados Unidos, Canadá y Europa.
El minisalario en México equivale a 3 dólares. En Venezuela el mínimo es de 5 dólares; en Bolivia, Colombia y República Dominicana, de nueve; en Brasil, de 10; en Guatemala y Ecuador, de 12; en Chile, de 14; en Argentina, de 16; en Panamá, de 24 dólares. En Estados Unidos y Canadá es de 92 dólares. No obstante que el gobierno federal ha insistido en que pocas personas ganan el mínimo, este reporte señala que 7.4 millones de mexicanos perciben este sueldo y 13.5 millones ganan entre uno y dos mínimos.
Así, hay poco que conmemorar en este Día del Trabajo.

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