Carlos Fernández-Vega Concluye este agitadísimo 2009 tal cual comenzó el calderonato: con escalada de precios, promesas incumplidas, deterioro del poder adquisitivo, caída del nivel de vida de los mexicanos, avance sostenido de la pobreza, inseguridad, violencia creciente y, como cereza del pastel, el peor resultado económico en ocho décadas. Nada para presumir, mucho menos para vivir mejor”, como en campaña ofreció el actual inquilino de Los Pinos, quien, dado el éxito registrado, goza de merecidísimas vacaciones. Calderón inicia su cuarto año de “gobierno” (así le llama) con la cuarta alza consecutiva en productos básicos, estimulada –como en 2006– por la brillante decisión de su impuesto delfín en la Secretaría de Hacienda (léase el carismático Ernesto Cordero) de “adelantar el ajuste” de precios en los combustibles con el fin de “no hacer tan pesada” la cuesta de enero. Pues bien, con ese magnífico criterio lo único que provocó fue “adelantar” la escalada de precios y hacer aún ...