"Millones hablarán por mí", dice Lula al concluir gira por el sur de Brasil
Los que me quieren en la cárcel no están contentos con que un obrero metalúrgico que nunca tuvo un diploma sea el gobernante que más universidades creó, dijo ayer el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Curitiba, capital de Paraná, al cerrar su gira proselitista por el sur de BrasilFoto Afp
Afp, Ap, Xinhua y Sputnik
Periódico La Jornada
Jueves 29 de marzo de 2018, p. 19
Jueves 29 de marzo de 2018, p. 19
Curitiba.
Millones hablarán por mí, clamó el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) al comprometerse ante miles de seguidores a regresar al poder, pese a la
cacería judicialpor la que ya recibió una sentencia a 12 años y medio de cárcel.
Piensan que el problema de Brasil soy yo. Que van a arrestarme y a callarme. No saben que sólo soy uno, pero ustedes son millones. El día que me callen, yo hablaré por boca de ustedes, gritó entre aplausos y vítores desde una tarima instalada en la plaza Santos Andrade, de esta ciudad, en un acto con el que cerró su gira de campaña por el sur de Brasil.
Organizadores de la movilización estimaron en 15 mil el número de participantes; la policía dijo que eran mil 500.
El recorrido de 10 días se vio marcado por constantes agresiones de opositores, que le lanzaron huevos y hasta piedras. Pero el más severo fue el martes, cuando dos de los tres camiones de su caravana fueron atacados con disparos, sin dejar víctimas.
El ataque a tiros fue perpetrado por manifestantes de grupos de derecha y de Jair Bolsonaro, candidato presidencial del ultraconservador Partido Social Liberal, reportó la agencia de noticias Afp.
También sonaron claxonazos y cacerolazos durante el discurso del ex dirigente metalúrgico de 72 años. Además, los policías contuvieron a manifestantes del derechista Movimiento Brasil Libre, quienes gritaron:
Lula, ladrón, tu lugar es la prisión.
El líder de izquierda ironizó sobre los cohetes que interrumpieron con frecuencia sus discursos:
¡Guarden los cohetes para el primero de enero, fecha en que debe asumir el próximo presidente de Brasil.
Ellos no están contentos con que un metalúrgico, que nunca tuvo un diploma, sea el hombre que más universidades creó, que más escuelas técnicas construyó y que más democratizó el acceso a la enseñanza superior, añadió el ex mandatario, quien sin pruebas fue declarado culpable de haber recibido un departamento de la constructora OAS a cambio de licitaciones con la estatal Petrobras.
Vamos a volver a buscar la integración de América Latina, aseveró Lula, quien estuvo acompañado por su sucesora, la destituida Dilma Rousseff (2011-2016) y los precandidatos a las elecciones de octubre, Manuela Dávila, del Partido Comunista de Brasil, y Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, al que pertenecía la popular concejal Marielle Franco, asesinada el 14 de marzo en Río de Janeiro.
Por la tarde, Jair Bolsonaro, apologista de la dictadura militar (1964-1985), conocido por sus métodos de tortura, arribó al aeropuerto de Curitiba, capital de Paraná, y ante decenas de seguidores, algunos con máscaras de Lula y otros esposados, declaró:
Quiero una policía que en defensa del pueblo dispare a matar.
Con una actitud retadora, el ultraderechista gritó:
No podemos aceptar elecciones sin que Lula esté preso. También exigió una reforma de seguridad que dé carta libre a la policía para combatir la inseguridad.
Lula es favorito en la intención de voto para ganar las elecciones, aunque su candidatura podría ser invalidada por haber sido condenado a más 12 años de cárcel por un caso de corrupción relacionado en la investigación Lavado rápido. El Supremo Tribunal Fedetal decidirá su suerte el 4 de abril. El segundo en las encuestas es Bolsonaro.
El presidente, Michel Temer, condenó en Twitter el ataque contra la comitiva de Lula.
Desde que asumí el gobierno vengo diciendo que necesitamos reunificar a los brasileños. Necesitamos pacificar el país. Esa ola de violencia no puede continuar, advirtió.
Diputados del Partido de los Trabajadores, encabezados por Marco Maia, anunciaron que interpondrán una denuncia ante la Procuraduría General por la
tentativa de asesinatoen contra de su líder y candidato presidencial, y exigirán a la policía federal una investigación de alto nivel sobre este caso.
El gobierno de Venezuela y la ex presidente de Argentina Cristina Fernández también condenaron la agresión contra Lula.
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