Para adquirir canasta básica se requiere salario mínimo de 180.92 pesos: UNAM
Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Jueves 22 de diciembre de 2011, p. 17
En lo que va de este sexenio el nivel adquisitivo de los trabajadores ha descendido drásticamente, el incremento al salario mínimo no supera 28 por ciento, en tanto que los precios de los alimentos básicos se han incrementado por lo menos al doble, subraya el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En su reporte de fin de año, el grupo de investigación advierte que para poder adquirir la canasta alimentaria recomendable, en 2012 es necesario un minisalario de 180.92 pesos, y el más reciente incremento a este ingreso fue apenas de 4.2 por ciento, para colocarse en 62.33 pesos; por ello, los trabajadores tendrían que laborar casi 24 horas al día sólo para alimentarse.
Los académicos señalan que 65.45 por ciento de la población ocupada en el país percibe menos de tres salarios mínimos y "carece diariamente del ingreso para adquirir los alimentos suficientes, por lo que está condenada a vivir en niveles de desnutrición".
El análisis reporta que entre 2006 y 2011 los precios de algunos alimentos de la canasta básica se duplicaron, mientras que el salario mínimo creció de 48.67 a 62.33 pesos por una jornada de ocho horas diarias.
Agregan que de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo y la Constitución, el salario mínimo debe garantizar los niveles necesarios para que el trabajador pueda subsistir dignamente. Sin embargo, los incrementos raquíticos incumplen con la ley.
Resaltan que una familia no sólo tiene que alimentarse, sino cubrir otras necesidades básicas, como vestido, calzado, vivienda, salud, pago de servicios, educación y entretenimiento, para lo cual actualmente se necesitaría un ingreso diario de aproximadamente 850 pesos.
El grupo de investigación, conformado por Luis Lozano Arredondo, Irma Otero Fonseca, Nallely Vázquez Sandoval y David y Javier Lozano Tovar, calcula que, aunado a lo anterior, de 1982 a la fecha el salario mínimo presenta una pérdida acumulada de 82 por ciento.
Fuente
Periódico La Jornada
Jueves 22 de diciembre de 2011, p. 17
En lo que va de este sexenio el nivel adquisitivo de los trabajadores ha descendido drásticamente, el incremento al salario mínimo no supera 28 por ciento, en tanto que los precios de los alimentos básicos se han incrementado por lo menos al doble, subraya el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En su reporte de fin de año, el grupo de investigación advierte que para poder adquirir la canasta alimentaria recomendable, en 2012 es necesario un minisalario de 180.92 pesos, y el más reciente incremento a este ingreso fue apenas de 4.2 por ciento, para colocarse en 62.33 pesos; por ello, los trabajadores tendrían que laborar casi 24 horas al día sólo para alimentarse.
Los académicos señalan que 65.45 por ciento de la población ocupada en el país percibe menos de tres salarios mínimos y "carece diariamente del ingreso para adquirir los alimentos suficientes, por lo que está condenada a vivir en niveles de desnutrición".
El análisis reporta que entre 2006 y 2011 los precios de algunos alimentos de la canasta básica se duplicaron, mientras que el salario mínimo creció de 48.67 a 62.33 pesos por una jornada de ocho horas diarias.
Agregan que de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo y la Constitución, el salario mínimo debe garantizar los niveles necesarios para que el trabajador pueda subsistir dignamente. Sin embargo, los incrementos raquíticos incumplen con la ley.
Resaltan que una familia no sólo tiene que alimentarse, sino cubrir otras necesidades básicas, como vestido, calzado, vivienda, salud, pago de servicios, educación y entretenimiento, para lo cual actualmente se necesitaría un ingreso diario de aproximadamente 850 pesos.
El grupo de investigación, conformado por Luis Lozano Arredondo, Irma Otero Fonseca, Nallely Vázquez Sandoval y David y Javier Lozano Tovar, calcula que, aunado a lo anterior, de 1982 a la fecha el salario mínimo presenta una pérdida acumulada de 82 por ciento.
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