A cambio de un subsidio de 7 mdd Trump salva mil empleos en Indiana

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Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ayer en su visita a una planta de Carrier, fabricante de aparatos de aire acondicionado y calefacción, en Indianápolis, donde anunció que mil empleos que la empresa trasladaría a México se quedarán en la entidad estadunidenseFoto Xinhua
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 2 de diciembre de 2016, p. 30
Nueva York.
El presidente electo Donald Trump arrancó este jueves una vuelta de la victoria para agradecer a votantes en varios estados por su triunfo y empezó con un acto en Indiana, donde se autoelogió por salvar mil empleos que estaban por ser trasladados a México, mientras se inicia un recuento del voto promovido por opositores del republicano en algunos estados claves.
Trump y Mike Pence, el vicepresidente electo y aún gobernador de Indiana, se presentaron en Indianápolis para anunciar que mil empleos en la empresa industrial Carrier se quedarán en ese estado en lugar de ser trasladados a una planta de la empresa en Monterrey y expresaron que esto es sólo el inicio del cuplimiento de su promesa de campaña.
La planta se volvió símbolo de lo que Trump prometía frenar durante su campaña electoral, el traslado de empleos de la rama manufacturera a otros países (nunca detalló cómo), resultado de acuerdos de libre comercio como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Dijo que lo lograría con una sola llamada desde la Casa Blanca a cada ejecutivo, indicando en particular que empezaría con United Technologies, dueña de Carrier.
Trump declaró en la planta: “vamos a hacer muchas llamadas telefónicas a empresas que estén pensando en dejar este país, porque no dejarán este país… No van a abandonar este país y los trabajadores van a mantener sus empleos”. Repitió que hará muy, muy difícil que una empresa traslade empleos a otras naciones, y advirtió que habrá consecuencias para las que se atrevan a hacerlo.
Lo que no comentó es que la negociación para convencer a Carrier, que produce aparatos de aire acondicionado y de calefacción, para mantener abierta esta planta, fue a cambio de un subsidio público por 7 millones de dólares (gran parte en reducción de impuestos y otros incentivos) ofrecido por el gobierno de Indiana a United Technologies.
Aunque mil empleos fueron rescatados, Carrier trasladará otros 600 de esa planta más otros 700 de otra en la misma zona a México, algo que no se comentó en las declaraciones de este jueves.
De hecho, desde que se anunció el acuerdo, el martes pasado, los críticos han señalado que en lugar de un entrenamiento prometido con empresarios para obligarlos a mantener empleos en Estados Unidos, la empresa fue premiada con concesiones que había buscado.
Bernie Sanders, senador y ex candidato presidencial, criticó este jueves la maniobra en un artículo publicado en el Washington Post, afirmando que Trump acaba de enviar un mensaje a todas las empresas estadunidenses de que pueden amenazar con trasladar empleos a cambio de beneficios e incentivos de impuestos. Agregó que, en esencia, United Technologies tomó en rehenes a Trump, y ganó. Eso debería enviar una ola de temor a trabajadores en todo el país.
Pero, como símbolo, el acto fue potente en un país cuyo sector manufacturero ha sido devastado y con ello han desaparecido miles de los empleos mejor remunerados, sobre todo para trabajadores sin educación superior, en gran medida porque eran sindicalizados. El mensaje populista de Trump tuvo enorme eco entre estos sectores, incluso entre trabajadores sindicalizados que anteriormente eran fieles al Partido Demócrata.
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El general retirado James Mattis (en imagen de hace unos días) fue nominado por Donald Trump para secretario de Defensa. El muy agresivo militar lideró la división de los marines durante la invasión a Irak en 2003. Conocido como Mad dog (perro rabioso), generó controversia en 2005 cuando dijo a jóvenes militares: uno llega a Afganistán y ve tipos que golpean a las mujeres porque no llevan velo, así que es muy divertido dispararles. Trump definió al futuro jefe del Pentágono como lo más cercano que tenemos a un George PattonFoto Afp
Entre 2000 y 2016 se han perdido más de 5 millones de empleos en ese sector (de 17.3 millones a 12.3 millones hoy día), reportó el New York Times. En Indiana se han perdido unos 147 mil en ese periodo. Aunque se ha generado más empleo en el sector de servicios, éstos pagan en promedio 20 mil dólares menos al año que los industriales, según cifras oficiales. Esa diferencia, afirman expertos, implica el fin de lo que se llamaba el sueño americano para millones de trabajadores.
Estas condiciones son parte de lo que impulsó la candidatura insurgente de Trump (como también la de Sanders) en estas regiones ahora llamadas el cinturón oxidado, que fueron la columna vertebral del sector industrial de Estados Unidos.
Economistas dudan que Trump pueda ofrecer acuerdos como el de Carrier por todas partes para frenar la hemorragia en el sector industrial, y muchas empresas comentan a medios que no tienen más alternativa que trasladar empleos a países con menores costos. Sin embargo, el voto para Trump, y el acto de este jueves, parte de la esperanza que repetirá el milagro por todas partes, aun si a fin de cuentas los que pagan son los ciudadanos.
Después del acto con los trabajadores, Trump y Pence viajaron a Cincinnati, Ohio, para un mitin de celebración (Trump ganó Ohio), en lo que será una inusitada serie de visitas en una gira triunfal en los próximos días a estados donde ganaron.
Mientras el populista de derecha se ofrecía como campeón de los trabajadores, cuatro de los integrantes de su gabinete en formación tienen fortunas personales combinadas de por lo menos 8 mil 100 millones de dólares, reportó el Wall Street Journal. Ellos son: el secretario de Comercio, Wilbur Ross; el subsecretario de Comercio, Todd Tickets; el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y la secretaria de Educación, Betsy DeVos.
Por otro lado, este jueves comenzó el proceso de recuento del voto presidencial en Wisconsin, impulsado por la ex candidata presidencial del Partido Verde Jill Stein –uno de por ahora tres estados claves donde se sospechan posibles irregularidades–, sobre todo votos descartados o anulados indebidamente. Aunque expertos y analistas descartan que esto logre revertir el triunfo de Trump, Stein insiste en que es necesario para asegurar a los ciudadanos de la integridad del sistema electoral. Los otros dos estados donde se solicitan recuentos son Pensilvania y Michigan. Hillary Clinton tendría que ganar esos tres para obtener la mayoría en el Colegio Electoral.
Mientras este proceso ofrece por ahora una mínima esperanza para opositores de Trump, otros sueñan con una rebelión –ya impulsada por unos pocos– dentro del llamado Colegio Electoral que emitirá sus 538 votos el 19 de diciembre.

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