De Sindicatos Universitarios 2018 INICIA CON EMPLAZAMIENTOS A HUELGA

Secretario de Prensa del SUTIN y
Durante el primer trimestre de 2018 se vencen los plazos legales para las revisiones contractuales de numerosos sindicatos. En particular, organizaciones de trabajadores universitarios, de centros de investigación e instituciones de cultura, realizan en estas fechas ya sea sus revisiones integrales de contratos colectivos o condiciones generales de trabajo o las correspondientes a los salarios.
Entre las organizaciones que emplazarán a huelga, están los sindicatos de las universidades Autónoma Metropolitana, los dos sindicatos de la Universidad Autónoma Chapingo, el del Centro de Investigación y Estudios Superiores, de la Universidad Iberoamericana, los del Colegio de México.
También los dos del Colegio de Postgraduados, el del Centro de Investigación en Alimentos y Desarrollo, el de Trabajadores de la Industria Nuclear, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, del Tecnológico de Sonora, Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, de las universidades de Puebla, Oaxaca, Sonora, Campeche y muchos más.
El primer obstáculo que enfrentarán, sin embargo, no está en los administradores de sus instituciones, sino en la política económica que desde la Secretaría de Hacienda se fija, que no solo anuncia la inflación que se espera para el año siguiente, sino que ata el salario de los trabajadores a este pronóstico, aun cuando la realidad se encarga normalmente de desmentir las previsiones gubernamentales.
El resultado es la imposición de topes salariales con los que se busca anular la lucha de los trabajadores y las negociaciones con sus respectivos patrones. Los incrementos salariales así, no dependen del esfuerzo y la organización de los trabajadores ni de los resultados obtenidos; mucho menos de las necesidades reales de sus familias. Lo que determina son las previsiones económicas oficiales. Por supuesto, el aumento real de los precios, las crecientes necesidades de las familias de los trabajadores y las condiciones para el desarrollo y crecimiento de las instituciones educativas, de investigación y cultura –casos que nos ocupan- están por completo alejados de los parámetros considerados por los funcionarios gubernamentales que dictan el rumbo económico del país.
Incluso en la industria se han llegado a dar casos en los que hay condiciones para incrementos salariales superiores al tope y desde la Secretaría de Hacienda se han entorpecido los acuerdos en este sentido entre sindicatos y patrones.
Volviendo al caso de la educación, investigación y cultura, un elemento que está claro en esta política de contención salarial, es el poco interés gubernamental hacia estos sectores que son fundamentales para el desarrollo de cualquier país. El argumento que se esgrime para no dar aumentos salariales que realmente logren la recuperación del poder adquisitivo del salario es la insuficiencia presupuestal. Esto permite ver que con estas políticas, se violan incluso leyes aprobadas por el propio Congreso de la Unión. Ya desde hace más de una década se aprobó destinar el 8 por ciento del Producto Interno Bruto a la educación y de esto, el uno por ciento a ciencia y tecnología, meta que debía alcanzarse en 2006. Más de diez años después se sigue en los mismos niveles de gasto que cuando se votó el incremento, a principios de la década pasada.
Pero la parte salarial no es la única que se ve afectada por la política diseñada desde los escritorios de Hacienda. Este abandono del salario se expresa también en las actividades sustantivas de las instituciones. En éstas, se carece de laboratorios equipados adecuadamente, de insumos para el trabajo de investigación, de bibliotecas que atiendan las necesidades de profesores, investigadores y estudiantes. Incluso las instalaciones físicas son insuficientes o están en mal estado, en construcciones provisionales sin terminar o inapropiadas para las funciones de enseñanza e investigación.
En varios de los procesos de revisión contractual, los sindicatos incluyen en sus demandas también las necesidades para realizar el trabajo en condiciones adecuadas. Se requiere de instalaciones apropiadas, condiciones de trabajo con seguridad tanto para el trabajo como para quienes lo realizan, infraestructura y recursos adecuados para el trabajo educativo, de investigación científica o de preservación del patrimonio cultural.
En uno de los agrupamientos de trabajadores del conocimiento, la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, de Educación Superior, Investigación y Cultura (CNSUESIC) se ha discutido la problemática y entre las conclusiones a que se ha llegado, está la urgencia de superar la dispersión que lleva a que cada una de las organizaciones luche por su lado, cuando se tienen problemas comunes, aspiraciones similares e incluso el patrón es el mismo.
Por ello se ha planteado, a partir de la firma de un pacto de unidad a principios de 2017, unificar las luchas a partir de hacer coincidir las fechas de emplazamiento a huelga y con otras acciones comunes.
Se propuso integrar a principios de enero un comité nacional de huelga y llevar las fechas de emplazamiento hacia fines de marzo. Esto se llevó a la discusión y toma de acuerdos en cada sindicato y al empezar el año se empezarán a ver los resultados.
Lo que está claro es que si no se unifican las luchas y se conjuga la defensa del salario y el contrato con el fortalecimiento de las instituciones y sus actividades sustantivas, si no se logra que el sindicalismo democrático y la sociedad hagan suyas las luchas por la educación, la investigación y la cultura, la dispersión actual permitirá que sigan las noticias como las que hace unas semanas anunciaron la quiebra práctica de universidades y la suspensión del pago de salarios a los trabajadores por falta de recursos. (Leer Noticia Relacionada: FIRMAN PACTO DE ACCIÓN UNIFICADA link: http://www.frecuencialaboral.com/cnsuesicfirmapactodeaccionunificada2017.html)

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