Dieterich: Socialismo Siglo XXI, democracia participativa, economía de equivalencias

Dieterich: Socialismo Siglo XXI, democracia participativa, economía de equivalencias
Pedro Echeverría V.
1. “El Socialismo del Siglo XXI” es un trabajo de unas 130 cuartillas del investigador Heinz Dieterich Steffan, de origen alemán, pero con más de 20 años laborando como académico en México. El trabajo que he leído de un tirón los ha elaborado Heinz en varios años a partir de una serie de entrevistas teóricas y de investigaciones. Recuerdo haber asistido hace unos 10 años a un seminario en la UAM de Xochimilco convocado por él (Emancipación e Identidad en América Latina) en el que participaron como ponentes, entre otros, Hugo Zemelman, Luis Javier Garrido, Hugo Aboites. Luego conocí un libro de él: “La Sociedad Global: Educación, Mercado y Democracia”, con un trabajo de Naom Chomsky y con Javier Garrido como prologuista. ¿Puede olvidarse acaso que Dieterich mantuvo buenas relaciones con el presidente venezolano Hugo Chávez e incluso analizó con él esta idea del socialismo del Siglo XXI?

2. De entrada el libro: El Socialismo del… me parece un magnífico trabajo y al mismo tiempo cumple con la idea de diferenciar lo que se conoció como socialismo del siglo XIX, del socialismo real del siglo XX, con una nueva propuesta de socialismo para el presente siglo que revisa ideas y experiencias pasadas. Más que revisar el pensamiento de los viejos utópicos (Saint Simon, Fourier, Owen), ver lo que sucedió con el socialismo leninista y stalino que se puso en práctica en Rusia, las causas de su fracaso, para luego llevar a renovados planteamientos. Trabaja sobre el “Agotamiento estructural de las instituciones burguesas”; acerca del reino de la libertad; luego plantea la historia como motor social; se centra en la democracia participativa; explica la fase de transición al nuevo socialismo; presenta un programa de transición latinoamericana y por último habla de la participación en el nuevo proyecto.

3. Pienso que es un material que debe leerse y analizarse, así como otros trabajos que caminen por este sentido de propuestas alternativas ante el fortalecimiento de las grandes burguesías nacionales y globalizantes. Contrario a adoptar una posición pesimista, Dieterich piensa que hay un renacer de prácticas liberadoras que se manifiestan en múltiples rebeliones y movimientos populares: “desde el zapatismo en México, los Sin Tierra de Brasil, los bolivarianos de Venezuela, los indígenas de Ecuador, el “argentinazo” de 2002, hasta las luchas de los altermundista de Saettle y Génova”.; sin embargo reconoce la enorme facilidad con que Occidente ha obtenido sus sucesivos triunfos militares en Panamá. Irak, Kosovo y Afganistán estableciendo sus modos de operación en su fase de imperialismo clásico del siglo XIX: el binomio de ultimátum político, ataque militar, como instrumento fundamental de su política exterior.

4. En la parte central, Dieterich cita un párrafo del historiador y economista Peters: «Los países comunistas, igual que los capitalistas sólo pueden realizar históricamente el regreso a la economía equivalente a un nivel superior, si combinan la teoría sobre el valor del trabajo con el principio de la equivalencia. Entonces, el salario equivaldrá al tiempo de trabajo invertido, independientemente de la edad, del sexo, del estado civil, del color de la piel, de la nacionalidad, del tipo de trabajo, del esfuerzo físico, de la preparación escolar, del desgaste, de la habilidad, de la experiencia profesional, de la entrega personal al trabajo; independiente también, de la pesadez del trabajo y de los peligros que implique para la salud. En pocas palabras: el salario equivale directa y absolutamente al tiempo laborado. Los precios equivalen a los valores, y no contienen otra cosa que no sea la absoluta equivalencia del trabajo incorporado en los bienes. Así se cierra el circuito de la economía en valores, que sustituye a la de precios. Se acabó la explotación de los hombres por sus prójimos, es decir, la apropiación de los productos del trabajo de otros, por encima del valor del trabajo propio”.

5. Advierte Dieterich que la humanidad ha caído en manos de una elite delincuencial, compuesta por unos diez mil banqueros, industriales y políticos profesionales que usan los recursos del planeta y los frutos de nuestro trabajo, para sí. Monopolizan estos señores los beneficios de la energía, de la tecnología, de la ciencia, de los alimentos, de la educación y de la salud, dejando a las mayorías en la miseria y el desamparo. De esta manera, Heinz Dieterch argumenta de las tres virtudes del ser humano: a) el pensamiento crítico-racional; b) su capacidad estética (artística) y, c) su potencial ético (moral), no se pueden desarrollar, lo que constituye una violación de sus derechos humanos más elementales. Para devolverle el derecho de vivir y evolucionar dignamente, la humanidad tiene que recuperar a la sociedad global y hacerla suya. El único medio que tenemos para lograr este objetivo es la Democracia Participativa (DP) frase en la que insiste es la alternativa a la llamada democracia formal de la burguesía.

6. Dieterich argumenta acerca de cuatro necesidades que deben resolver los seres humanos para poder existir. Lo que falta por hacer es la determinación de algunas características del programa de transformación que nos conducirá de nuestra realidad actual hasta la nueva sociedad, sin perdernos en el camino. Para eso es necesario recordar algunos hechos básicos: a) De la necesidad de comer nace la economía, con sus relaciones e instituciones. b) La necesidad de la cultura y el lenguaje para entenderse con los demás para poder vivir y actuar en comunidad; c) La necesidad de tomar y ejecutar decisiones (políticas) en nombre de la colectividad (comunidad) y d) La necesidad de defenderse físicamente ante agresiones e imposiciones. En resumen: La calidad de vida de las personas y de las comunidades depende de cómo se organizan esas relaciones e instituciones básicas del ser humano.

7. Durante el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela se habló mucho del Socialismo del Siglo XX; incluso se comentó de Dieterich era uno de sus principales asesores políticos para construir un sociedad socialista con “democracia participativa”. No sabemos lo que haya sucedido después ni parece ser importante. Recuerdo que en Rebelión la campañera cubana Celia Hart Santamaría tuvo una breve diferencia con los planteamientos de Dieterich que no continuó por el fallecimiento de la valiosísima compañera y que hace algunas semanas al opinar Heinz sobre la sucesión de Chávez se armó alguna polémica. Lo que sea: el documento El Socialismo del Siglo XXI va a hacer mucha historia por la profundidad de sus análisis y por la necesidades que tiene la izquierda de conocer más propuestas en lugar de denuncias y denuncias que sólo llevan a lloriqueos complacientes. (24/III/13)


¿Dos estrategias chinas para vencer al imperialismo mundial y poder construir el socialismo?

Pedro Echeverría V.

1. Parecería, se podría pensar, que por fracasar en China Mao Tsetung (hoy Mao Zedong) en su estrategia revolucionaria socializante para derrotar al capitalismo y al imperialismo, ahora se inventa una nueva estrategia -radicalmente diferente- que persigue el mismo objetivo, sólo que a partir del mismo sistema capitalista. Mao encabezó el triunfo revolucionario de 1949 hasta que falleció en 1976; a partir de entonces el gobierno está en manos de Deng Xiaoping y la batalla contra el imperialismo –según se puede ver- continúa, sólo que a partir de la competencia en los mercados, es decir, de la lucha intercapitalista. Jamás pensé en que este fenómeno pudiera darse de esta manera, pero lo que se observa en los mercados y en la confrontación política internacional parece ser de lo más importante. ¿Puede acaso olvidarse que la Primera y Segunda guerra se desataron a partir de broncas mercantiles y control territorial?

2. No puede desearse otra guerra mundial; aunque el mundo nunca ha estado sin guerras “limitadas” porque el imperialismo no puede vivir sin ellas. ¿A quién venderían los EEUU armas, tanques, aviones, helicópteros y todos los pertrechos que sirven a las guerras, que produce la gigantesca industria militar, si estas no son alentadas y provocadas? ¿No se sabe acaso que cuando hay amenazas de guerra e intervenciones la bolsa de valores y la economía de los EEUU siempre se va para arriba porque la economía armamentista se calienta? Por eso EEUU arma hasta los dientes a todos sus amigos y aliados como Israel, Pakistán, Colombia y decenas de países incondicionales como México, Costa Rica o Panamá. Pero también, con el fin de vender más, arma hasta a los enemigos. Los únicos que quieren y luchan por la paz son los pueblos.

3. Debe recordarse que la confrontación de Mao Tsetung contra Liu Shaochi, Peng Zhen y Deng Xiaoping en los años sesenta y setenta del siglo XX, fue muy fuerte, sobre todo por las acusaciones terribles de Mao y Lin Piao contra el derechismo y pro occidentalismo encabezados y por Liu y Deng. Y si se recuerda que en 1966 y 1967 fueron las manifestaciones más grandes y radicales de los jóvenes chinos y que esos años fueron claves en la guerra de Vietnam y en la polémica chino-soviética, se podrá entender el ultraradicalismo de la “Gran Revolución Cultural y Proletaria China”. Por eso el maoísmo estuvo en el corazón y en las pancartas de todos los jóvenes que nos enfrentamos a la burguesía en las calles aquellos años. No debe olvidarse que mandatarios Jruschov y Johnson jugaban entre tanto con la “competencia económica y la coexistencia pacífica”. “Pekín Informa” fue nuestra prensa diaria en los años sesenta.

 4. Pero en tanto la maoísta China mantenía posiciones radicales y la URSS andaba de brazos con el gobierno yanqui, en el interior de China se acusaba al grupo de Liu y Deng de ser agentes de los soviéticos, de ser derechistas y de querer que bajar la combatividad del pueblo chino. Mao era apoyado por un sector dirigente del Partido (La llamada “Banda de los Cuatro”) utiliza una gigantesca movilización estudiantil (Guardias rojos) para desacreditar al ala derecha, pro-capitalista. La realidad es que esa confrontación era real y definitiva; sin embargo a la muerte de Mao, la derrota de la Banda de los Cuatro, el ascenso del grupo Deng lleva a un cambio total de paradigmas. Deng ha declarado y ahí se puede ver su idea: “En el pasado, la banda de los cuatro” planteó que era preferible un socialismo pobre a un capitalismo rico; esto era absurdo… Al hacer la revolución tenemos por objeto emancipar las fuerzas productivas y desarrollarlas”.

5. Recordar que China perteneció al llamado “bloque de países socialistas” desde que en 1949 triunfó su Revolución encabezada por Mao Tsetung hasta que este gran líder y teórico falleció en 1976. Después surgieron luchas internas al interior del partido y del Estado que eliminaron a las corrientes izquierdistas que encabezaron en 1966 la Revolución Cultural, entre las que estaba la misma esposa de Mao. La derrota de la llamada “Banda de los cuatro” (que buscaba la continuidad del maoísmo) dio paso a la corriente derechista (dentro del mismo Partido Comunista) encabezada por Deng Xiaoping para obtener el control total del poder. Si bien China no era realmente socialista porque (como los demás países del bloque) aún persistía el trabajo asalariado y la plusvalía, a partir de finales de los setenta se impuso un nuevo modelo económico idéntico al modelo capitalista aunque políticamente se diga que es diferente.

6. La Revolución Cultural fue muy importante en la historia de la dirigencia China. Sus repercusiones llegaron a los jóvenes que dos años después gritarían en las calles sus consignas contra la cultura burguesa. Fue una batalla “contra los representantes del revisionismo soviético y el imperialismo yanqui representados por Liu ShaoChi y Deng Xiaoping”. En ese año los jóvenes radicales, dirigidos por Lin Piao, llevaban en las manos el “libro rojo” que contenía los pensamientos del presidente Mao en forma de citas. La realidad es que fue un año de grandes movilizaciones que buscaban que el pueblo chino radicalizara sus posiciones políticas apoyando al pueblo de Vietnam en su lucha contra el imperialismo yanqui invasor y repudiara las posiciones derechistas que se estaban fortaleciendo al interior del partido comunista. Muchos intelectuales, entre ellos Sastre, y millones de jóvenes se hicieron maoístas por la Revolución Cultural.

7. Los tiempos de Mao fueron realmente heroicos porque se tuvo que enfrentar una gran guerra contra Japón, se hizo una revolución desde el profundo campo chino, se defendió ante las amenazas y agresiones yanquis, se sorteó una gran polémica ideológica con la Unión Soviética y se logró que la ONU en 1973, al fin, la reconozca como parte de la organización. Durante más de 30 años mantuvo Mao la convicción y la enorme voluntad por hacer de China un país socialista igualitario; no puede ponerse en duda la honestidad de sus luchas por lograr ese objetivo, sin embargo (como sucedió en Rusia, Yugoslavia, Checoslovaquia, en todo el bloque, el socialismo sólo fue un buen deseo que nunca se logró. Fueron sociedades mucho menos injustas que las llamadas sociedades libres y democráticas en cuanto a la distribución de la riqueza, pero estuvieron muy lejos del gobierno autogestivo, de la superación del salariado y la explotación.

8. A pesar de que en los discursos se siga hablando de socialismo y de la continuidad del pensamiento colectivista y comunitario de Mao Tsetung, en la práctica China se ha metido a la competencia mundial en la producción y la exportación capitalista de mercancías. Lo que el mundo observa, porque es lo que más se difunde, es que China ha estado desplazando a casi todos los países en el comercio internacional, en el crecimiento económico anual (más del 10 por ciento) y, en el campo financiero, ese país oriental de más de 1300 millones de habitantes, ha empezado a desplazar a países como Japón, Alemania y EEUU. La pregunta entonces podría ser: ¿Le resultó a China mejor la vía capitalista que el llamado socialismo que “construía” hasta 1976? Ese es el punto que hay que evaluar. Hoy en China han surgido miles de multimillonarios nacionales y extranjeros, pero a su lado hay una gran masa de población pobre y miserable.

9. Desde hace cinco años, la economía del poderoso país asiático ha crecido por encima de casi todos los países del mundo. Se dice que han aumentado considerablemente los ingresos de la población china, tanto urbana como rural, así como el crecimiento del nivel de vida general. Sin embargo ese crecimiento “macro”, global, no ha beneficiado por igual a ricos y pobres ni en China ni en ningún país, aunque que se sigue hablando de democracia y socialismo. Por ejemplo su dirigente principal Hu Jintao ha declarado que se ha fortalecido el Partido Comunista Chino (73 millones de miembros) en su capacidad de gobernación del país y en su carácter de vanguardia. Apunta que “los problemas que aún subsisten en un país tan gigantesco y tan poblado como China también son objeto de atención, sobre todo en lo que se refiere a los recursos y el medio ambiente, y a los desequilibrios entre la ciudad y el campo, así como entre regiones”.

10. ¿Un país con prácticas capitalistas bajo la dirección de un partido comunista que se autoproclama marxista? Parece absurdo, pero me hace recordar una polémica central en 1917 entre bolcheviques y mencheviques al interior del Partido Socialdemócrata Ruso. Los primeros apostaban la transformación del capitalismo al socialismo mediante la dictadura del proletariado, por eso Lenin se apresuró a la toma del poder en (octubre o noviembre, según calendario) porque “sólo el bolchevismo podría hacer tal cambio”. Los mencheviques, con Mártov a la cabeza, se opusieron a la toma del poder porque pensaban que en Rusia (dada las condiciones de atraso) sólo se podría construir el capitalismo y si se forzaban las cosas vendría una burocracia y la degeneración del ideal socialista. Se le conoció a esta posición como la revolución por etapas, pero allí esta la experiencia. En la China de hoy no es igual, pero es un elemento de análisis importante.

11. En los últimos años se ha venido planteando que el socialismo no vendrá de las luchas radicalizadas en las calles y que el socialismo, “según todas las experiencias”, sólo puede construirse a partir de la instituciones y se dan ejemplos de lo que sucede en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua. Dice Emir Sader, analista brasileño, que “la dificultad con los movimientos sociales es que, en muchos casos, no logran construir opciones políticas”. Que allí está el caso de Argentina, con todo lo nuevo que significaron los piqueteros, las asambleas. “Frente a la elección la consigna predominante es “que se vayan todos”. No se fueron y se corrió el riesgo de que llegara Menem”. Apunta: No se puede movilizar a la gente todo el tiempo. Este planteamiento de Sader no descarta las poderosas movilizaciones; al contrario, éstas siguen determinando los cambios, pero no debe olvidarse el papel de las “legalidades”.

12. ¿Puede entonces China construir el socialismo usando la economía capitalista y sus métodos de explotación y competencia? Desde el marxismo clásico lo que los dirigentes chinos hacen es totalmente contrario, aunque lo hagan desde el partido comunista y en nombre de Marx. Es posible que China se convierta en la primera o segunda potencia económica mundial y llegue a dominar a muchos países. Incluso puede elevar el nivel de vida de la mayoría de su población. Sin embargo el socialismo por el que hemos luchado durante muchas décadas es otra cosa: “No es ni el crecimiento económico, ni el consumo máximo, ni el aumento de un tiempo libre (vacío) en cuanto tales; sino la restauración, o mejor dicho, la instauración por primera vez en la historia de la dominación del hombre y la mujer sobre sus actividades y, por tanto, de su principal actividad: el trabajo. Se refiere a la transformación de todos los aspectos de la vida y en particular a la vida diaria, la primera de los asuntos importantes” Castoriadis. (23/III/13)
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La fe y la esperanza por cambios no desaparecen, pero se debilitan con las derrotas

Pedro Echeverría V.

1. Los pasados días 15, el 16, 17 y 18 de marzo asistí en la ciudad de México a diferentes eventos políticos que, en vez de darme alegría y combatividad –tal como la de los profesores de la CNTE que salió el viernes del Monumento a la Revolución- me causaron repudio –como el gigantesco acarreo del PRD al Monumento a la Revolución el pasado sábado- así como desánimo por la relativamente poca asistencia al mitin de Morena frente al Hemiciclo a Juárez y a la “marcha obrera” de ese mismo día que tuvo como escenario el Paseo de la Reforma horas después. La marcha de la CNTE que pasó por gobernación, Televisa, la secretaria del Trabajo -llevando varias demandas, esencialmente sobre educación- nunca han dejado bloquear avenidas, de ser fuertes y combativas; pero la del PRD fue idéntica a las del PRI, porque varios cientos de autobuses acarrearon a hombres, mujeres, niños y ancianos para concentrarlos en el Monumento a la Revolución.

2. La realidad es que (entre paréntesis) desde el 13 acudí invitado –como todos los años- al 17 Seminario Internacional “Los Partidos y una Nueva Sociedad” organizado por el Partido del Trabajo de México, que durante tres días reúne a representantes de izquierda y centroizquierda de unos 50 países del mundo que presentan ponencias. Países como Venezuela, China, Bolivia, Argentina, Cuba, Honduras Corea del Norte, España, Perú, Ecuador, representadas por dos o tres corrientes y entre éstas: socialdemócratas, trotskistas, maoístas, ecologistas, exguerrilleristas, han hecho los tres días de 9 de la mañana a 22 horas, sesiones interesantes. La asistencia es de aproximadamente 600 personas que pueden intervenir libremente, aunque ha predominado la idea de escuchar porque parece darse prioridad a la exposición sobre las discusiones. Este año el PT se lució obsequiando tomos de Rosa Luxemburgo, Mao tsetung, Deng xiaoping, así como un tomo de ponencias.

3. Volviendo a las movilizaciones: En las horas que estuve observando el arribo de los contingentes pude recordar a los miles de acarreos que ha realizado el PRI en los últimos 30 años en la ciudad de México y en todos los estados de la República. Los directivos del PRI reunían una semana antes a los presidentes municipales obligándolos a convocar gentes para asistir a un acto político del candidato; a las seis de la mañana del día acordado llegaban al lugar los vehículos y se avisaba a la población mediante cohetes o voladores y altavoces; se pasaba lista de asistencia en el mitin y se repartía dinero, una torta y un jugo a hombres y mujeres de todas las edades. La realidad es que todos los acarreados viajaban muy contentos a la ciudad porque además de servirles de paseo recibían una cantidad que equivalía a dos o tres días de salario. La gente aplaudía y levantaba los carteles que le ordenaban, pero siempre estaba dispuesta a repetir el viaje y los aplausos a favor de cualquier partido que le pague.

4. Reconfirmé lo que durante décadas he sostenido: que la política electoral es un asunto de dinero y que nada tiene que ver en ello la honestidad, los conocimientos de los problemas, las simpatías, el prestigio en la lucha, la “vocación de servicio”, la popularidad, pero mucho menos la ideología comprometida con el pueblo. Con razón algunos partidos hacen como sus candidatos a personas que con dinero les aseguren una buena campaña política. ¿Por qué hoy existen unos 30 diputados de varios partidos que forman una “telebancada” totalmente al servicio de Televisa y TV Azteca? ¿Por qué hay otros tantos legisladores/empresarios de diferentes partidos que están allí para defender de manera incondicional los intereses del gran capital? Hasta los años sesenta el PRI se valía de sus tres sectores (Obrero, Campesino y Popular) para repartir entre ellos a los políticos que se declaraban así mismos campesinos, obreros o profesionistas. Hor el asunto se ha “modernizado”.

5. Mientras veía bajar a 30 o 40 personas por autobús pensaba que si llegaron 10 mil esa tarde sólo se había dispuesto de un millón de pesos para repartir, de 10 mil tortas e igual número de jugos y unos 200 autobuses, así como del dinero correspondiente. Pensé entonces que si el PRI, PAN y PRD acudieran simplemente a una Agencia de Movilizaciones y Acarreos (AMA) en unas cuantas horas se podría organizar una concentración de 5, 10 o 20 mil personas con tarifas bajas que van de un millón de pesos a cinco millones; que dado el gigantesco desempleo y la enorme miseria de la población con un simple telefonema a “líderes populares de pueblos y barrios”, se organizaría alguna concentración; al fin serían más o menos los mismos. Bastaría con cambiarles las mantas y carteles del PRI, PAN o PRD, para que los medios de información saquen la foto y la nota. Bastaría la intervención de una secretaria para que los dirigentes se paren orgullosos en el estrado.

6. Acudo permanentemente a los actos para ver y sentir el ánimo y el nivel de conciencia de la gente. Oir los gritos de protesta de las personas, leer los carteles y escuchar a los animadores de la manifestación. Por ejemplo el enorme contingente de profesores oaxaqueños estuvo plantado en el Monumento de la Revolución desde tres horas antes de la marcha y los de la XIX, X y XI de la misma ciudad llegaron cuando la marcha se iniciaba. Por el contrario, en el acto del PRD el acarreo se inició muy temprano y sólo hasta que la explanada se llenó, llegaron los directivos del aparato para ordenar que aquello se iniciara. En tanto los profesores bloqueaban avenidas gritando con mucha energía contra la reforma educativa, Televisa, el PRI y Peña Nieto; los asistentes al mitin del PRD apenas podían responder el motivo de la movilización. ¿O es que ni se daban cuenta acerca del parido por el que se habían movilizado ese día? ¿Era el PRI, el PAN o el PRD? Era lo mismo.

7. Pero parece que ahora ni a quién echarle la culpa. Peña Nieto tuvo el suficiente dinero para comprar votos y obtener la Presidencia; el pueblo desempleado, miserable y desesperado no tuvo culpa porque necesitaba dinero para comer; Televisa y los empresarios deseaban quedarse justamente con la Presidencia porque tienen el control de todo el país; el IFE, el TRIFE, la SCJN no pueden hacer justicia porque son, junto al presidente, quienes más ingresos multimillonarios poseen; ¿O a caso son los inexistentes partidos de oposición que se han sumado a la cargado con el PACTO con el gobierno? ¿O López Obrador para demostrar que no es chavista, ni castrista, no movilizó a sus seguidores demostrando así que era un buen cristiano y guadalupano? Los compañeros de la “Plantada Revolución” del “Yo soy 132”, mediante presiones tuvieron que dejar aquel magnífico lugar. Mientras tanto: ¡Viva la CNTE! (21/III/13)
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Televisa, gobierno, partidos, aplauden mayor privatización; el pueblo que se joda
Pedro Echeverría V.

1. La única libertad por la que debemos luchar en los medios de información (televisión, radio, prensa impresa) es aquella donde los trabajadores puedan intervenir libremente en la orientación y los contenidos de los programas que se difunden. La libertad de los medios informativos en el sistema capitalista sólo ha beneficiado a los propietarios de los medios de información privados y de gobierno que han sido quienes imponen la ideología, organizan los programas, contratan a los comentaristas, seleccionan la publicidad y determinan sobre las ganancias. En el uso de los medios la clase propietaria posee toda la libertad para engañar, manipular, tergiversar la noticia, aconsejar la sumisión y exigir al gobierno políticas fascistas. Por eso partidos y legisladores se han sometido como cachorros al capital.

2. Se informa que priístas, panistas y perredistas defendieron la necesidad de abrir al cien por ciento la inversión extranjera en telecomunicaciones y comunicación vía satélite; en tanto legisladores de PT y MC afirmaron que eso es una burda traición a la patria. Una ex funcionaria panista, hoy diputada del PRD, argumentó –con enorme cinismo y desfachatez- que en todos los países de América Latina, se permite la inversión extranjera total. Arrastrándose ante el presidente Peña señaló: “estamos invitando a que vengan a fortalecernos, y no me importa de dónde venga el capital con tal de que México salga adelante”. Por eso el diputado Monreal del MC respondió con razón: si no se exigía reciprocidad en telecomunicaciones y comunicación vía satélite, la reforma sería engañabobos y entreguista. Preguntó: ¿Con quién negociaron la entrega del cien por ciento de inversión extranjera?

3. Pero el ex asesor de Televisa, hoy flamante diputado del PVEM y presidente de la Comisión de Radio y Televisión, un señor González Luna -además de ser uno de los redactores de la Ley Televisa- afirmó que el dictamen tiene un sentido político, no técnico ni económico, y dijo que no es un documento fruto del rencor, y no se incluyen furtivamente dardos venenosos contra los enemigos. Debe ser la reforma del acuerdo, de la concordia, no de la venganza y del odio; de la construcción, no de la destrucción. ¿Puede esperarse acaso una posición que no sea la de Televisa? Ellos no son diputados idiotas sino que, al contrario: los tontos solemos ser quienes seguimos creyendo en legisladores buenos y malos, progresistas y reaccionarios, sin darnos cuentan que todos ellos bailan al ritmo que les tocan desde Los Pinos y con el estilo que les recomiendan sus pastores.

4. Nunca he tenido la manía de comentar los asuntos más profundos de los personajes de la política porque en última instancia las personas son únicamente muñecos o títeres de la sociedad que camina muchas veces sin saber su rumbo. Aparentemente se confrontan entre diputados, senadores e intereses empresariales, pero en realidad son la misma cosa: cada legislador o partido desde su capillita arreglan lo que conviene a la clase dominante sin importar los intereses de quienes a través de los siglos han pertenecido a la clase oprimida y no pueden defenderse. ¿Cómo condenar simplemente a los firmantes del Pacto con el PRI y Peña, sin explicar que la historia de la formación política institucional a la mexicana, presidencialista y corporativa, controladora y represiva, lleva necesariamente a ese comportamiento de sumisión?

5. La hábil saltimbanqui Carpinteyro que del PAN brinca al PRI-Peña, expuso –sumándose a la caballada- que la reforma no va en contra de nadie; no tiene ni nombre ni apellido y, en cambio, resolverá en forma infinitamente mejor que el dejar hacer de los gobiernos pasados (los de Fox y Calderón que sirvió), que con tal de no enfrentarse con los grupos hegemónicos y de ganar su apoyo en las elecciones incluso les otorgaron más beneficios. Si en el pasado trienio sólo hubo un diputado (Fernández Noroña) que enfrentó a toda la derecha “parlamentaria” sin ayuda de nadie, hoy parece que Monreal (si continúa como opositor) será el solitario dispuesto a dar la cara por cientos de legisladores oportunistas con salarios de 300 mil pesos al mes.

6. El movimiento estudiantil “Yo soy 132” surgido en la ciudad de México a principios de mayo de 2012, levantó como bandera principal de lucha, la batalla contra la manipulación de Televisa y contra la imposición que este monopolio televisivo hacía de Peña Nieto en la Presidencia de la República. El movimiento estudiantil fue muy importante cuatro o cinco meses como lucha de masas en las calles, pero luego que Televisa y PRI lograron imponerse el movimiento comenzó a debilitarse. Las luchas estudiantiles (muy limitadas) surgidas en los primeros meses de gobierno de Peña Nieto, tanto en el CCH-UNAM como en la Universidad de la Ciudad de México han tenido –sin duda- mucha relación pero con un movimiento que dolorosamente está en picada.

7. Algunos estudiantes del Yo soy 132 que protestaban frente a los legisladores contra la ley de telecomunicación fueron amenazados; otros que lo hicieron en Teotihuacan contra la privatización fueron reprimidos. A los estudiantes del CCH-UNAM que levantaron una lucha para frenar las reformas derechistas y oponerse a la expulsión de sus compañeros están siendo amenazados. No sabemos lo que sucederá con el movimiento estudiantil que ha paralizado la Universidad de la Ciudad de México. El triunfo del proyecto privatizador de Peña Nieto avanza, como dicen: “en caballo de hacienda”; entre tanto las luchas de oposición real –con excepción de los profesores del CNTE- tiende a debilitarse al extremo. Otra vez, en lugar de avanzar, apenas resistimos.
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