La “solución militar” dispara la violencia

PROCESO 


18 de abril de 2015
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Elementos de la Sedena en Morelos. Foto: Margarito Pérez
Elementos de la Sedena en Morelos.
Foto: Margarito Pérez
Tras el fracaso de Felipe Calderón en su guerra contra el narcotráfico, el régimen priista trata de ocultar la magnitud de la violencia en el país y mantiene al Ejército en funciones policiacas. Pero un estudio estadístico realizado por expertos de la Universidad de Harvard demuestra que los municipios con mayor intervención militar, lejos de pacificarse, registran un aumento de asesinatos.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Desde el sexenio pasado, cuando Felipe Calderón decidió que el Ejército y la Armada salieran a confrontar a la delincuencia organizada, prácticamente no hay día en que no hayan protagonizado algún episodio de violencia. Donde  han realizado operativos se incrementa la tasa de homicidios, y la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informa que son más de 3 mil 500 los hechos de violencia en que el Ejército se ha involucrado, incluida la masacre de Tlatlaya.
Un reciente estudio, realizado en Estados Unidos, demuestra que los operativos militares en la llamada “guerra a las drogas” lanzada por Calderón tuvieron como consecuencia un aumento en las tasas de homicidios en la zona donde se aplicaron.
Aunque el gobierno de Enrique Peña Nieto no ha anunciado formalmente la puesta en marcha de nuevos operativos, las Fuerzas Armadas mantienen en las calles “operaciones de alto impacto para reducir la violencia”, que han dado lugar a casos como el ocurrido en aquel municipio del Estado de México el 30 de junio de 2014.
La Sedena indica que entre el sexenio de Calderón y los dos primeros dos años de Peña Nieto hubo 3 mil 536 “agresiones” al Ejército, prácticamente una por día. Excepto Tlaxcala y Yucatán, todo el país ha sido escenario de confrontaciones con la participación de militares.
La mayor parte de esa violencia ha ocurrido en el noreste (Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila), pero también ha sido repetida en el norte (Chihuahua y Durango), el noroeste (Baja California y Sinaloa), el centro (Michoacán,  Guanajuato y Zacatecas), el suroccidente (Guerrero) y el este (Veracruz).
La intervención de los militares está asociada al aumento de muertes violentas. Esa es una consideración que se debe tomar en cuenta en México para decidir la presencia de los militares en las calles, asegura Valeria Espinosa, analista cuantitativa de Google, una de las autoras del estudio ¿Las intervenciones militares en la guerra mexicana a las drogas incrementaron la violencia?
Éste fue publicado el jueves 2 de abril por la Asociación de Estadística de Estados Unidos (American Statistical Association, ASA), la principal y más antigua organización de su tipo en ese país, cuyos integrantes trabajan en más de 90 naciones.
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2007, ya en circulación)

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