La inversión en Bermuda, totalmente legal, afirma Slim


Rosa Elvira Vargas
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de noviembre de 2017, p. 4
El empresario Carlos Slim, ubicado en la lista de la investigación Papeles del Paraíso por haber creado su emporio de telecomunicaciones mediante una empresa offshore en las islas Bermudas, calificó de absurdo ese señalamiento. “Se trata de un holding (tenedora) que se estableció en 2000 y se llama Telecom Americas Bermuda, o sea, tiene el nombre y el apellido de dónde está, cómo se hizo, etcétera”, declaró.
El propietario de Grupo Carso subrayó que él, en lo personal, no tiene cuentas en moneda extranjera en ningún país fuera de México.
Entrevistado en la residencia oficial de Los Pinos, donde participó con otros representantes empresariales en una reunión con el presidente Enrique Peña Nieto para evaluar la aportación del sector privado en las labores de la reconstrucción por los sismos, Slim explicó que en Telecom Americas Bermuda, América Móvil tenía poco más de 44 por ciento de las acciones asociada con otras dos empresas de telecomunicaciones: Bell Canada y Enterprice SBC de Estados Unidos, y obviamente, como tal se reportó a las bolsas de valores tanto de México como de Nueva York.
Era una tenedora cuto propósito era buscar inversiones
“Es simplemente una empresa normal, es un holding, una tenedora cuyo propósito era tener participación en las telecomunicaciones de América Latina. Esa empresa se mexicanizó en 2007. No tenía ingresos porque era una tenedora, no tiene efectos fiscales y eso es lo que fue… su objetivo era pedir inversiones en América Latina en telecomunicaciones. Su nombre es completamente transparente”, añadió.
Consideró que la información revelada la víspera es amarillista, sobre todo porque Telecom Americas Bermuda está diciendo dónde está, su domicilio; se registró, se reportó a las bolsas de Nueva York y de México, no tuvo efectos fiscales y se mexicanizó.
De acuerdo con las filtraciones difundidas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), el origen de Telecom Americas se habría dado por medio del bufete jurídico Appleby, creado hace casi 120 años para atender corporaciones selectas y a multimillonarios, la cual habría estado inmiscuida en una de las grandes operaciones empresariales de Slim.
El magnate, considerado el hombre más rico del mundo, insistió ayer en que nada de su fortuna personal tiene que ver con la islas Bermudas.
Yo, en lo personal, no tengo cuentas en moneda extranjera en ningún país. No tengo cuenta. Tengo cuenta de cheques aquí, pero obviamente tengo acciones de empresas, América Móvil tiene acciones de tal y tal empresa.
En efecto, admitió la creación en 2000 de Telecom Americas Bermuda. “No era yo, el socio es América Móvil. Tenía 44.3 por ciento de las acciones; los otros socios eran Bell Canadá y SBC, y lo que se aportó a esa empresa fue la inversión que teníamos en ATL de Brasil y ellos tenían inversiones en Brasil y en Colombia. Ese era el holding. No está ocultando nada, simplemente está reportando lo que es. Y se reportó a la bolsa como se tienen que reportar todas las cosas” que están obligadas a ello, dijo.
El propósito, insistió, era tener participación en materia de telecomunicaciones en Latinoamérica.
Más tarde (2007), dijo, compró su participación accionaria a los otros dos socios, “se volvió una empresa de América Móvil y fue el inicio de nuestra entrada a América Latina’’, expuso Slim Helú, quien acompañaba sus declaraciones de los datos contenidos en el borrador de un comunicado que, explicó, él mismo pidió se hiciera luego de enterarse, ayer por la mañana, de que aparecía señalado en las investigaciones de los Papeles del Paraíso.
Los datos de la investigación periodística indican que la empresa en Bermudas arrancó con un capital de 2 mil 500 millones de dólares, en la que América Móvil y Bell Canadá concentraron 88.6 por ciento de la tenencia accionaria, en tanto que SBC tenía 11.4 por ciento.
Se señala además que la aportación de Carlos Slim fue con dinero, mientras las empresas asociadas aportaron las concesiones telefónicas que tenían en Brasil, Venezuela, Argentina y Colombia.

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