PRESIÓN Y CHANTAJE EN CONTRA DEL SME
Editorial
La Jornada Puebla
Miércoles, 23 de diciembre de 2009
En Nuevo Necaxa existe un creciente malestar de los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) como resultado de que el gobierno federal les negó el cobro del aguinaldo y de un fondo de ahorro, pues ha establecido que sólo aquellos obreros que acepten la liquidación que les ofreció la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) recibirán dichas prestaciones.
Esa determinación de la STPS es ilegal y es un auténtico acto de extorsión, de intimidación y de violencia psicológica contra los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes laboraron la mayor parte del año y, de acuerdo con la legislación en la materia, tienen el derecho de cobrar las prestaciones que se pagan en el mes de diciembre. Pero queda claro que les están negando esos beneficios como una manera de obligarlos a aceptar la liquidación que ofreció el gobierno a los obreros de LFC y que en el caso de Nuevo Necaxa ha sido rechazada –con dignidad y congruencia– por el grueso de los electricistas.
Lo que pasa en Nuevo Necaxa deja en claro dos aspectos: Uno, que esta presión obedece a la desesperación del titular de la STPS, Javier Lozano Alarcón, quien se ufanaba de que en menos de un mes podría liquidar al 100 por ciento de los trabajadores de LFC, y meses después, la mayoría de los electricistas sigue en pie de lucha contra la arbitraria desaparición de dicha empresa pública.
Y dos, que el gobierno de Felipe Calderón no sabe negociar ni convencer, razón por la cual cuando encuentra resistencias a sus proyectos recurre al uso de la violencia o el chantaje como vía para conseguir sus propósitos. Es lo que ahora está haciendo con los trabajadores de LFC.
La Jornada Puebla
Miércoles, 23 de diciembre de 2009
En Nuevo Necaxa existe un creciente malestar de los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) como resultado de que el gobierno federal les negó el cobro del aguinaldo y de un fondo de ahorro, pues ha establecido que sólo aquellos obreros que acepten la liquidación que les ofreció la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) recibirán dichas prestaciones.
Esa determinación de la STPS es ilegal y es un auténtico acto de extorsión, de intimidación y de violencia psicológica contra los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes laboraron la mayor parte del año y, de acuerdo con la legislación en la materia, tienen el derecho de cobrar las prestaciones que se pagan en el mes de diciembre. Pero queda claro que les están negando esos beneficios como una manera de obligarlos a aceptar la liquidación que ofreció el gobierno a los obreros de LFC y que en el caso de Nuevo Necaxa ha sido rechazada –con dignidad y congruencia– por el grueso de los electricistas.
Lo que pasa en Nuevo Necaxa deja en claro dos aspectos: Uno, que esta presión obedece a la desesperación del titular de la STPS, Javier Lozano Alarcón, quien se ufanaba de que en menos de un mes podría liquidar al 100 por ciento de los trabajadores de LFC, y meses después, la mayoría de los electricistas sigue en pie de lucha contra la arbitraria desaparición de dicha empresa pública.
Y dos, que el gobierno de Felipe Calderón no sabe negociar ni convencer, razón por la cual cuando encuentra resistencias a sus proyectos recurre al uso de la violencia o el chantaje como vía para conseguir sus propósitos. Es lo que ahora está haciendo con los trabajadores de LFC.
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