Miles de personas protestan frente a la embajada de EEUU en Kiev denunciando injerencia

Miles de ciudadanos y ciudadanas de la capital protestaron este miércoles en los alrededores de la embajada de Estados Unidos contra la injerencia en los asuntos internos y responsabilizaron a patrocinadores foráneos de la grave situación que atraviesa Ucrania.

Uno de los organizadores del mitin fue el movimiento “Kievlyani por la ciudad limpia” que rechaza la protesta opositora en la plaza de la Independencia (el Euromaidán), y las barricadas levantadas en las principales arterias de la capital, desde el 22 de noviembre.
El líder de la agrupación Iván Protsenko declaró a la prensa que en Ucrania se lleva a cabo el proyecto de la “revolución de colores “, financiada por Estados Unidos. El financiamiento procede de allá y exigimos que debe parar, se lo pedimos al mundo. “América para ya, queremos paz en Ucrania”, aseveró Protsenko.
“Hemos entregado un llamamiento con la exigencia a Estados Unidos de no inmiscuirse en los asuntos internos del país”, subrayó el activista. El movimiento realizó una acción similar el pasado día 14 frente a la legación diplomática de Alemania.
La embajada de Estados Unidos en Kiev pronunció nuevamente esta semana la advertencia de posibles sanciones a funcionarios si se reprimen a los manifestantes, y “sugirió” al Gobierno someterse a los reclamos de la oposición pro europea de anticipar las elecciones generales, en la lucha por el poder que libran los partidos Batkivschina, Udar (Golpe) y la ultranacionalista Svoboda (Libertad).
El Departamento de Estado conminó igualmente al Ejecutivo a que anule la legislación (el paquete de leyes aprobada por el Parlamento ucraniano), que calificó de antidemocrática, y advirtió que Washington evaluará pasos adicionales en respuesta al uso de la fuerza, según un comunicado divulgado la víspera.
La Unión Europea se sumó también a las amenazas de sanciones contra las autoridades ucranianas, por los disturbios que continúan en esta capital desde el pasado domingo.
En las últimas horas, manifestantes parapetados en barricadas en las calles Grushevsky y en Üretchatuk, en los alrededores de la plaza de la Independencia, lanzan neumáticos en llamas, piedras, petardos y botellas incendiarias a la policía.
Los agentes antidisturbios mantienen el área de la protestas acordonada, mientras diversas fuentes noticiosas comentaron que las fuerzas del orden preparan otra “limpieza” de las zonas ocupadas por los manifestantes. De hecho, la calle Grushevsky fue despejada este miércoles por la fuerza.
El primer ministro Nikolai Azarov declaró a la cadena BBC que la policía empleó para dispersar a los manifestantes exclusivamente los medios convencionales conocidos y no usó ni usará la fuerza contra los ciudadanos pacíficos.
Dijo Azarov que las autoridades ucranianas tienen total control de la situación en la capital y recordó el llamado de las autoridades a un constructivo diálogo con la oposición a fin de eliminar el clima de confrontación en el país, pero sin ultimátum.

LibreRed/PL 

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