LA DESGRACIA
Escucha la intervención de nuestro compañero Hugo Garrido en Radio SME todos los Martes en el programa "con esta hora" dirigido por Lalo García
LA
DESGRACIA
En la década de
los 90s, mismos años en los que México empezaba a conceptualizar las
recomendaciones de los organismos financieros internacionales, Argentina
encontraba en Carlos Saúl Menem, el personaje carismático capaz de acomodar las
piezas políticas para cumplir con todas las privatizaciones que las grandes
transnacionales demandan de ese país hermano.
Miles de empresas
fueron vendidas a precios de remate a las mismas empresas que dominan en todo
el orbe, no importaba el sector, todo estaba en venta: gas, petróleo, comunicaciones,
cajas de ahorro y seguros; mientras el gobierno en turno declaraba con
algarabía el triunfo del modernismo sobre el arcaico modelo económico actual. Y
avalaban que esas decisiones “valientes” habían contribuido al crecimiento del
producto interno bruto del 25%.
En diciembre de
1990, cuando George Bush visitaba Buenos Aires, elogió a Argentina llamándola “El Campeón Mundial en
Privatizaciones”. En ese mismo sentido el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial, ponían a Argentina como “el ejemplo a seguir” para todos los
países tercermundistas o en vías de desarrollo, para lograr de una vez por
todas que su economía creciera a tasas tan considerables que podían alcanzar el
sueño dorado del primer mundo.
Han pasado 24 años
en los que el Partido Justicialista Argentino comandado por Menem, prometían a
sus ciudadanos mejores condiciones de vida, y la entrada al maravilloso mundo
industrializado. Pero el sueño nunca llegó. Lo que llego con las
privatizaciones, sólo fue más miseria y precariedad para los argentinos. Si 10
años se tardó en subir el PIB en 25% con las privatizaciones, en tan sólo 4
años el modelo neoliberal había revertido esos efectos en tasas negativas de
crecimiento. Por si fuera poco la relación PIB-DEUDA pasó del 29% al 44% del PIB.
¿dónde quedaron pues los elogios para
los privatizadores argentinos?
¿dónde quedó el dinero de los
argentinos?
Hoy, México se
suma a la larga lista de países idiotas que siguen creyendo que la adopción sin
freno de las políticas económicas neoliberales, traerán beneficios y bienestar
para sus ciudadanos. Mirémonos en el espejo de los hermanos argentinos: después
de las privatizaciones llegaron crisis económicas, políticas y sociales
inimaginables en otros tiempos para ese país que alcanzó su cúspide con el
peronismo. México en la idiotez que ostenta, ha votado por vender la riqueza
nacional a las “vampirezcas” empresas transnacionales y con ello a su famosa
estela de corrupción que les acompaña.
Dando la espalda a
la historia, a la lógica económica y al pacto social, Enrique Peña Nieto, ha culminado la traición
que comenzó su padrino el expresidente Carlos Salinas de Gortari. Hoy Enrique
Peña Nieto y el PRI, con todo descaro y petulancia, asumen la responsabilidad
histórica como “vendepatrias”.
¿Vendrán los elogios?:
¡SEGURO!......después: LA DESGRACIA.
Hugo Garrido
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