Anuncia presidente de Volkswagen recortes masivos tras el escándalo

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Planta ensambladora de Volkswagen en Chattanooga, TenesíFoto Ap
Reuters y Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de octubre de 2015, p. 21
Alemania.
El presidente ejecutivo de Volkswagen, Matthias Mueller, advirtió a su personal que se prepare para masivos recortes en respuesta al escándalo de emisiones de gases en vehículos diésel que ha afectado las acciones, borrado 10 mil millones de dólares de la marca y la reputación de la compañía que enfrenta decenas de demandas en Estados Unidos y Europa. En declaraciones a sus empleados en la sede principal de Volkswagen en Wolfsburg, Mueller dijo que todos los planes de inversión de la compañía serán revisados y que se acelerará un actual programa de recorte de costos, advirtiendo que esto no será fácil. Lo que no sea urgentemente necesario será desechado o retrasado, añadió, al precisar que por ello ajustaremos nuestro programa de eficiencia. Seré muy claro: no estará exento de dolor.
Los trabajadores en las fábricas alemanas de VW enfrentan, por lo menos, una posible reducción en la distribución de prestaciones. Recibieron bonos de 5 mil euros en 2014, cuando la compañía obtuvo una ganancia neta de 10 mil 800 millones de euros. Los analistas han reducido sus pronósticos de bonos para este año y el próximo.
Necesitamos hacer masivos recortes a fin de manejar las consecuencias de la crisis, declaró Mueller a más de 20 mil trabajadores, según un documento publicado por Volkswagen. Se trata de la primera vez que la empresa reconoce que la crisis sobre las emisiones de gases en autos de Volkswagen, que estremeció a toda la industria automotriz, podría llevar a un significativo recorte de plazas en la compañía, que emplea a casi 60 mil trabajadores en su fábrica principal, alrededor de 10 por ciento de su fuerza laboral global.
Las soluciones técnicas a los problemas están a la vista. No obstante, las consecuencias empresariales y financieras todavía no son claras, sostuvo, al agregar que VW revisará todos sus planes de inversión.
En Estados Unidos, el Comité de Finanzas del Senado abrió una investigación este martes sobre la manera en que Volkswagen usó un crédito federal fiscal concebido para vehículos ahorradores de combustible.
Los trabajadores que asistieron a la reunión usaron camisetas con la consigna un equipo-una familia y sostuvieron pancartas en las que se leía: Somos Volkswagen.
Más temprano, Bernd Osterloh, el influyente jefe del consejo laboral de Volkswagen, aclaró que el escándalo impactaría en las ganancias de la división principal de automóviles, así como en el pago de bonos a los empleados. El escándalo ha borrado 10 mil millones de dólares de la marca, valorada en 31 mil millones de dólares, según Brand Finance, firma con sede en Londres que valora los nombres corporativos estimando lo que tendría que pagar una empresa para obtener la licencia si no la poseyera. El daño podría ser peor del que sufrió Toyota por los casos de vehículos que aceleraban sin que quisiera el conductor.
Aunque descartó que haya un impacto en los empleos, al referir que no hay planes inmediatos de reducir el personal y enfatizó que los trabajadores no pagarán por los delitos de un grupo de gerentes.
La fabricante afronta decenas de demandas de estados y condados estadunidenses. Un condado en Texas reclama una indemnización de 100 millones de dólares, y eso es sólo una demanda. Además, otros países en los que se vendieron los vehículos afectados podrían demandar si hay pruebas de que también se falsearon sus pruebas de emisiones. Alemania y otros países europeos investigan la cuestión.
Los clientes que se sienten engañados también van por la empresa y ya se han presentado varias demandas colectivas en Estados Unidos y Europa. Eso podría suponer miles de millones de dólares en daños.
Y el costo de llamar a los autos a talleres y repararlos podría superar 2 mil millones de euros (2 mil 200 millones de dólares) la cantidad reservada por Volkswagen, indicó Tonn en una nota de investigación a inversionistas. Como resultado, los analistas predicen un duro golpe para los beneficios de Volkswagen.
Mueller sostuvo, además, que la tarea más importante de la firma es restablecer la confianza luego de admitir que 11 millones de vehículos fueron afectados por la manipulación de pruebas de emisiones en vehículos diésel. Aunque destacó que la rigurosidad es más importante que la prisa por aclarar el tema.
  
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