Aristegui desafía al Estado mexicano
Carmen Aristegui, periodista. Foto: Octavio Gómez |
MEDELLÍN, Colombia (Proceso).-
El viernes 2, a punto de abordar un avión para regresar a México, la
periodista Carmen Aristegui saca cuentas de su visita de cuatro días a
esta ciudad colombiana. El balance, dice, es “extraordinario”.
Cumplió
su expectativa de compartir con colegas de toda América Latina su ruta
crítica de los últimos meses: desde su despido del Grupo MVS en marzo
pasado, como secuela del reportaje sobre la Casa Blanca del presidente
Enrique Peña Nieto, hasta el juicio de amparo que, “por consigna”, le
negó un tribunal colegiado.
Y el 30 de septiembre, en
esta ciudad colombiana, la Fundación para el Nuevo Periodismo
Iberoamericano (FNPI) le entregó a su equipo el Premio Gabriel García
Márquez de Periodismo en la categoría de cobertura, precisamente por su
reportaje sobre la Casa Blanca del presidente.
En esa
investigación, los reporteros del equipo de Aristegui revelaron que el
presidente de México y su esposa, Angélica Rivera, poseen una mansión de
7.5 millones de dólares construida y financiada por el Grupo Higa,
beneficiario de millonarios contratos gubernamentales. En respuesta, la
empresa MVS los despidió con argumentos que han cambiado en el curso del
juicio.
La periodista chilena Mónica González,
integrante del consejo rector del prestigiado premio, considera que
haberlo conseguido constituye “un triunfo moral de Carmen y sus
reporteros frente a la censura que ha impuesto sobre ellos el gobierno
mexicano a través de MVS”.
Aristegui recibió el premio a
nombre de su equipo y constató la solidaridad de decenas de periodistas
latinoamericanos que participaron en la ceremonia de premiación y en
otros foros organizados por la FNPI.
Entrevistada por Proceso,
la comunicadora señala que ese respaldo la animó a presentar el jueves 1
una demanda contra el Estado mexicano ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), por denegación de justicia, censura y
presiones atentatorias contra la libertad de expresión.
Aristegui
sabía del alcance internacional logrado por ese reportaje y la noticia
de su despido de MVS, pero su estancia en Medellín del 28 de septiembre
al 2 de octubre le permitió conocer el interés real de sus colegas por
apoyarla con acciones concretas.
Por ello, su demanda
ante la CIDH fue acompañada de un documento anexo en el que decenas de
periodistas del hemisferio firman como “peticionarios”. Entre ellos
figuran integrantes del consejo rector del Premio Gabriel García
Márquez, como Mónica González, el argentino Martín Caparrós y el
estadunidense Jon Lee Anderson, así como el exdirector del diario
colombiano El Tiempo Enrique Santos, y el director general de la FNPI, Jaime Abello.
El
jueves 1, la entrevista en la que relató cómo su equipo desarrolló la
investigación en torno a la Casa Blanca de Peña Nieto sirvió de portada
al diario El Tiempo. Su demanda ante la CIDH fue
noticia en Latinoamérica. La mayoría de quienes escriben sobre ella la
identifica como la periodista que se atrevió a informar acerca de la
millonaria mansión del presidente mexicano y fue castigada con su salida
del aire.
Fragmento de la entrevista que publica la revista Proceso 2031, ya en circulación
Comentarios