“Sepulta” FMI expectativas de crecimiento de 5% en México

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17 de noviembre de 2015
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Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo. Foto: Miguel Dimayuga
Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, DF (apro).- La promesa del gobierno de Enrique Peña Nieto, en el sentido de que las reformas estructurales impulsarían el crecimiento del país a tasas superiores a 5% en el mediano plazo, fue “sepultada” hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al dar a conocer el examen sobre la economía mexicana denominado Artículo 4, el organismo dirigido por Christine Lagarde advirtió que “la implementación de reformas estructurales de amplio alcance impulsará, a mediano plazo, “el crecimiento potencial” a 3-3.5%.
No obstante, según el FMI esas reformas son la mejor carta de presentación de México en un entorno económico externo adverso, por lo que el crecimiento del PIB del país se ubicará justamente como el escenario inercial planteado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los Criterios de Política Económica 2014:
“Se estima que este conjunto de reformas podría aumentar el crecimiento potencial de la economía mexicana de cerca de 3.5 a 5.4% en el mediano plazo. El crecimiento adicional que se tendría entre 2015 y 2019 podría traducirse en una generación adicional de más de 300 mil empleos formales por año, por lo que ésta superaría el millón de plazas anuales”.
En otras palabras, el organismo financiero internacional dejó ver que las reformas sólo alcanzan para el crecimiento inercial y lejos del 5.4% potencial planteado por Hacienda.
A la baja, pronóstico del PIB
Lo cierto es que ni el repunte del consumo interno, del que presume el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ni las condiciones precarias de la economía mundial, mucho menos la volatilidad de los mercados financieros ni el desplome de los precios del petróleo ayudarán a la alicaída economía mexicana.
De hecho, en esta evaluación en la que un equipo del FMI visita al país, recopila y analiza información económica y financiera, y se reúne con las autoridades competentes, analistas del sector privado y representantes de la sociedad civil, la previsión del PIB para este año también fue a la baja.
Desde la tasa de 2.3% planteada por el organismo a principios de octubre, el pronóstico se redujo a 2.2; mientras que para el 2016 la baja fue mayor, al colocarla en 2.5 desde el 2.8% planteada hace mes y medio.
La razón principal es el desplome de los precios del petróleo, además de las condiciones adversas del sector externo, lo que afecta a las exportaciones mexicanas dirigidas a Estados Unidos, principalmente.
Sin cambios a previsión: Videgaray
En un contexto donde no sólo el FMI ha reducido su previsión de crecimiento, sino también organismos como la OCDE, el Banco Mundial y hasta el Banco de México (Banxico), Videgaray adelantó que no moverá su pronóstico (ubicado en un rango de 2-2.8% para el 2015) hasta que el Inegi dé a conocer el dato del PIB al tercer trimestre del año. Es decir, el próximo viernes.
Eso sí, al ser cuestionado por reporteros al finalizar su participación en la Segunda Convención Index 2015, el funcionario se limitó a decir que el ejercicio hecho por el FMI destacó las fortalezas y estabilidad macroeconómica que destacan al país sobre otras economías emergentes.
México, abierto a los riesgos
En su informe el FMI advirtió que México es una economía sumamente abierta, con una elevada participación de inversionistas extranjeros en el mercado de bonos interno, por lo que continúa expuesto a shocks externos.
No sólo eso, también señaló que la reforma financiera quedó corta, ya que el crédito al sector privado como proporción de PIB es relativamente bajo en comparación con otros mercados emergentes, si bien el crédito viene creciendo a un ritmo sostenido en los últimos años.
“Esto se debe a una serie de factores, entre ellos, un extenso sector informal, dificultades en la reposesión de garantías y una historia de crisis bancarias que vienen desde los ochenta y noventa”, precisó el FMI.
Sobre la política monetaria, el organismo aplaudió que “ha sido debidamente acomodaticia en el curso del último año, y la tasa real de política monetaria ha estado cerca de cero”.
De hecho, resaltó que la inflación se acerca a la meta de 3% y las expectativas inflacionarias permanecen ancladas. “El efecto de traslado de la depreciación de la moneda ha sido muy limitado hasta el momento, en parte gracias a la fuerte caída de los precios de las materias primas, que ha ayudado a mantener bajos los costos de producción”.

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