Un día como hoy, pero de 1922...

 
 
Un día cómo hoy pero de 1922 en un contexto no muy distinto al actual (pobres y ricos, gobernantes, clero, prisiones, cuarteles), asesinan en prisión al anarquista creador intelectual de la Revolución mexicana: Ricardo Flores Magón
"La máquina del Gobierno nunca pondrá atención a mis sufrimientos. Los intereses humanos nada tienen que hacer con los oficiales del Gobierno; ellos forman parte de una tremenda máquina sin corazón, sin nervios ni conciencia.
¿Que me voy a hacer ciego? La máquina dirá con una encogida de hombros: tanto peor para él.
¿Que tengo que morir aquí? Bien, dirá la máquina: habrá espacio bastante en el cementerio de la prisión para un cadáver más.
Tuviera yo un amigo con influencia en la política, se me podría poner libre aun en el caso de que yo pisoteara uno o todos los diez mandamientos. Pero no tengo ninguno, y por cuestión de conveniencia debo podrirme, y morir encerrado, como bestia feroz, en una jaula de fierro.
Mi crimen es uno de aquellos que no tienen expiación. ¿Asesinato? ¡No, no fue asesinato! La vida humana es cosa barata a los ojos de la máquina; por esta causa el asesino consigue fácilmente su libertad, o si él ha matado al por mayor, nunca será alojado en una jaula de fierro, sino que, en vez de eso, se le cargará con cruces y medallas honoríficas.
¿Estafa? ¡No! Si este fuera el caso, yo habría sido nombrado presidente de cualquiera gran corporación.
Soy un soñador: este es mi crimen. Sin embargo, mi sueño de lo bello y mis acariciadas visiones de una humanidad viviendo en la paz, el amor y la libertad, sueños y visiones que la máquina aborrece, no morirán con uno: mientras exista sobre la Tierra un corazón adolorido o un ojo lleno de lágrimas, mis sueños y mis visiones tendrán que vivir."

-Ricardo Flores Magón

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