No más bloqueos a países de América Latina
No más bloqueos a países de América Latina
En el
marco de los primeros encuentros diplomáticos entre el presidente
Andrés Manuel López Obrador y su homólogo estadounidense, Donald Trump,
del pasado año, se estableció impulsar un Plan de Desarrollo y
Cooperación para América Latina que busque atender las causas
estructurales de la creciente migración a Estados Unidos, en la
que miles de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños huyen de su país
orillados por la inseguridad y el hambre, ante la falta de empleo y
oportunidades para acceder a una vida digna.
Este sin duda es un primer paso que
permitirá visibilizar en la agenda de los encuentros por venir en el
primer trimestre de 2019 —si es que el veleidoso Trump no dispone lo
contrario— el origen de un problema social generado por gobiernos que en el continente se han convertido en gerentes de las multinacionales,
al permitir despojos y desplazamientos masivos en infinidad de
comunidades para favorecer megaproyectos de energía y la imposición de
un capitalismo salvaje en detrimento tanto del desarrollo económico de
muchas naciones como de su propia democracia.
Es cierto, se requiere inversión tanto
en el sur de nuestro país como en los países del norte de Centroamérica
para generar proyectos productivos que den empleo a miles de personas,
pero subsiste de parte del gobierno norteamericano su estrategia de
bloquear económicamente a aquellos gobiernos de izquierda a los que
sigue considerando una amenaza para su seguridad nacional, como es el
caso de Venezuela. Y esto atañe al resto de las naciones del continente
porque detrás del ahorcamiento financiero y comercial se oculta
el interés por apoderarse de los yacimientos petroleros venezolanos pero
también de las riquezas naturales de otras regiones del continente.
Por eso causó tanto resquemor durante la
toma de posesión del hoy presidente mexicano, la presencia de
mandatarios como Evo Morales, de Bolivia; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; y
de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre todo en el ánimo de representantes
de una derecha que ha rendido malas cuentas a sus pueblos como es el
caso de los expresidentes mexicanos Vicente Fox y Felipe Calderón, este
último que dejó tras de sí un país ensangrentado y con millones de
cesantes.
Esas voces que exigieron al entonces
presidente electo cancelar la invitación al acto del pasado primero de
diciembre son las mismas que buscaron anular los principios de la
diplomacia mexicana con hechos vergonzosos como el tristemente célebre
“comes y te vas” de Fox al entonces presidente de Cuba, Fidel Castro. Y
son los personajes que nada dicen sobre los bloqueos económicos y
financieros que desde los centros financieros se ejecutan para
desprestigiar el gobierno de Nicolás Maduro al que instituciones como el
Citibank le bloquearon el septiembre de 2017 la compra de 30
mil unidades de insulina para atender a enfermos de ese país y que han
utilizado a gobiernos como el de Colombia para bloquear el arribo de
contenedores con alimentos para el pueblo venezolano.
Es momento de que el gobierno mexicano
encabece la conformación de un bloque de lucha que busque la unidad de
los pueblos latinoamericanos para que a través de un amplio frente con
objetivos comunes se defienda la soberanía y la independencia de los
países hoy sometidos a los intereses de las trasnacionales,
para que puedan decidir en libertad sobre su democracia y el desarrollo
pleno de sus economías. La ruta ya está trazada y hay que seguir
adelante.
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