Indigno ataque fascista

octubre 5, 2019 | Por Martín Esparza
Revista Siempre!
 
Con métodos violentos y fascistas, ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro apoyados por un grupo de choque profesional agredieron a nuestros compañeros y a los asistentes al Foro de Solidaridad con SME en defensa de su autonomía y democracia sindicales, que al momento del ataque se encontraban saliendo de nuestra sede de Insurgentes 98, el pasado 27 de septiembre.
A los porros que encabezaron el cobarde atentado no les importó poner en riesgo la integridad de los miembros de diversas organizaciones sociales, entre los que se encontraban gente de la tercera edad, mujeres y niños, que debieron resguardarse para no salir lastimados.
Y como ha venido sucediendo desde el artero golpe al Sindicato Mexicano de Electricistas por parte del gobierno de Felipe Calderón, muchos medios de comunicación trataron de encubrir el trasfondo del deleznable hecho, bajo el argumento de un conflicto intergremial.
En el marco del 59 Aniversario de la Nacionalización de la Industria Eléctrica, consumada por el presidente Adolfo López Mateos en 1960, estos grupos disidentes trataron de colgarse de la histórica fecha para confundir a la opinión pública y apropiarse del renacer de un sindicato centenario al que en su momento abandonaron, de manera ruin y cobarde, a su suerte.
Recordemos a los autores intelectuales de esta infamia y a su caterva de agresores, el memorable discurso del presidente López Mateos cuando asignó al SME la responsabilidad histórica de salvaguardar al sector eléctrico, como patrimonio de todos los mexicanos.
“Hemos de velar todos porque la industria eléctrica nacional en México se maneje con limpieza, para que todos sus beneficios sean para el pueblo y sólo para el pueblo. Y todos estaremos atentos y vigilantes para señalar con índice de fuego y para castigar en forma adecuada a quienes falten a la lealtad que deben a la patria y al pueblo.
“No habrá en la industria eléctrica ni merinos ni ladrones, porque contamos no sólo con la energía del gobierno, que habremos de poner en juego, sino con la lealtad de los trabajadores electricistas, que habrán de ser soldados permanentes en la vigilancia de los intereses del pueblo”.
Preguntamos a los que tratan de sorprender a los medios con la versión de contar con el apoyo de miles de firmas, ¿dónde estuvieron esos miles de ahora firmantes cuando Calderón emitió su autoritario Decreto de Extinción de Luz y Fuerza del Centro? ¿Por qué corrieron a liquidarse, no importándoles la defensa de la industria eléctrica nacional ni del sindicato que les dio trabajo y sustento de sus familias, y menos la defensa del pueblo?
Es una inmoralidad que raya en bajeza venir como una horda de ladrones, a intentar apropiarse de los frutos que nunca sembraron, producto de una lucha de resistencia que ha acompañado de la mano a esos miles de mexicanos de escasos recursos que resultaron afectados con la política neoliberal de Calderón, que permitió cobros ilegales a los usuarios de la zona por la CFE. Ése pueblo al que el SME ha acompañado en su justo reclamo de una tarifa social, pugnando por una renacionalización de la industria eléctrica y el derecho a la electricidad como un derecho humano, que recobre el sentido nacionalista del presidente López Mateos.
Es cierto, el origen y trasfondo del conflicto deviene del ilegal Decreto de Extinción que aniquiló de golpe a LyFC y trató de desaparecer al SME, de ahí la importancia de abordar este tema con el actual gobierno, porque como lo denunciaron los electricistas que se quedaron a pelear de pie, fue el inicio de un retroceso histórico que debe ser revertido en bien del país.

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