Un libro que hay que leer
Néstor de Buen
P
or razones profesionales tuve que ir el fin de semana a Acapulco. Teníamos una reunión Raúl Carrancá, sus ayudantes, Claudia de Buen y yo para tratar un asunto delicado. No laboral, por supuesto, sino penal y civil.
Llegamos el jueves en la noche a Acapulco y nos pareció adecuado cenar en Sanborn’s. Lo que ocurre es que uno tiene tendencia a ver libros. Lo hice y me encontré con La mafia que se adueñó de México y el 2012, nada menos que de Andrés Manuel López Obrador. Pese a la chamba y a que me llevé unos trabajos de mis alumnos para calificarlos, me dio tiempo de leer el libro, aunque finalmente acabé de hacerlo el domingo, ya en casa.
Me fascinó por muchas razones. El estilo cómodo. Andrés Manuel sabe cómo llegarle a la gente. Impresionante, por positiva, su descripción de Oaxaca y sus habitantes. Coincidí con él en la descripción de sus cualidades. Cuando hice el servicio militar en el año de 1944, la mitad de los miembros de mi compañía eran de Oaxaca y me impresionaron por su sencillez, por su disciplina y por la firmeza de sus pensamientos. Ahora advierto por el libro que las cosas no son nada fáciles en el estado. Se requiere una transformación profunda como lo plantea Andrés Manuel.
No sólo Oaxaca. Todo el país la requiere y de manera importante en tres aspectos: la conducción de la política, el manejo de la economía y la educación. Ciertamente es un desastre lo que ocurre en los tres terrenos.
Lo más interesante es la política a futuro, el 2012 que menciona Andrés Manuel. Acepta que puede tener que competir con Marcelo Ebrard, pero se declara su amigo e insinúa una posible alianza.
Lo importante es la labor que ha hecho Andrés Manuel durante ya cerca de seis o siete años en que ha recorrido el país en una campaña impresionante, pueblo por pueblo, constituyendo agrupaciones que le ofrecen ayuda y conociendo como nadie la situación real del país. Simplemente en el libro se destacan las tareas más urgentes que procurarán que haya empleo y se disminuya la dramática pobreza que sufre nuestro pueblo.
Es claro que la candidatura de Andrés Manuel a la Presidencia de la República lleva una enorme ventaja sobre cualquier competidor. Su plan de gobierno está claramente definido en su libro, al alcance de quien quiera conocerlo. De la misma manera que precisa en donde se encuentran sus principales opositores.
Es curiosa la forma en que cita a Carlos Slim con quien al parecer le une una sólida amistad. No ocurre lo mismo con el número cuantioso de propietarios de todo, incluyendo el poder político, que se enlistan a lo largo de la obra. Por supuesto que en las filas de los poderosos no deja de incluir a los miembros del gobierno, del PAN y del PRI cuyo posible regreso al poder lo considera una calamidad. Me temo que yo también.
La conclusión es que el país está hecho un desastre. Hay que hacerlo de nuevo, no al estilo de Santa Anna sino de Juárez. Sin olvidar, por supuesto, a Lázaro Cárdenas.
Fuente
P
or razones profesionales tuve que ir el fin de semana a Acapulco. Teníamos una reunión Raúl Carrancá, sus ayudantes, Claudia de Buen y yo para tratar un asunto delicado. No laboral, por supuesto, sino penal y civil.
Llegamos el jueves en la noche a Acapulco y nos pareció adecuado cenar en Sanborn’s. Lo que ocurre es que uno tiene tendencia a ver libros. Lo hice y me encontré con La mafia que se adueñó de México y el 2012, nada menos que de Andrés Manuel López Obrador. Pese a la chamba y a que me llevé unos trabajos de mis alumnos para calificarlos, me dio tiempo de leer el libro, aunque finalmente acabé de hacerlo el domingo, ya en casa.
Me fascinó por muchas razones. El estilo cómodo. Andrés Manuel sabe cómo llegarle a la gente. Impresionante, por positiva, su descripción de Oaxaca y sus habitantes. Coincidí con él en la descripción de sus cualidades. Cuando hice el servicio militar en el año de 1944, la mitad de los miembros de mi compañía eran de Oaxaca y me impresionaron por su sencillez, por su disciplina y por la firmeza de sus pensamientos. Ahora advierto por el libro que las cosas no son nada fáciles en el estado. Se requiere una transformación profunda como lo plantea Andrés Manuel.
No sólo Oaxaca. Todo el país la requiere y de manera importante en tres aspectos: la conducción de la política, el manejo de la economía y la educación. Ciertamente es un desastre lo que ocurre en los tres terrenos.
Lo más interesante es la política a futuro, el 2012 que menciona Andrés Manuel. Acepta que puede tener que competir con Marcelo Ebrard, pero se declara su amigo e insinúa una posible alianza.
Lo importante es la labor que ha hecho Andrés Manuel durante ya cerca de seis o siete años en que ha recorrido el país en una campaña impresionante, pueblo por pueblo, constituyendo agrupaciones que le ofrecen ayuda y conociendo como nadie la situación real del país. Simplemente en el libro se destacan las tareas más urgentes que procurarán que haya empleo y se disminuya la dramática pobreza que sufre nuestro pueblo.
Es claro que la candidatura de Andrés Manuel a la Presidencia de la República lleva una enorme ventaja sobre cualquier competidor. Su plan de gobierno está claramente definido en su libro, al alcance de quien quiera conocerlo. De la misma manera que precisa en donde se encuentran sus principales opositores.
Es curiosa la forma en que cita a Carlos Slim con quien al parecer le une una sólida amistad. No ocurre lo mismo con el número cuantioso de propietarios de todo, incluyendo el poder político, que se enlistan a lo largo de la obra. Por supuesto que en las filas de los poderosos no deja de incluir a los miembros del gobierno, del PAN y del PRI cuyo posible regreso al poder lo considera una calamidad. Me temo que yo también.
La conclusión es que el país está hecho un desastre. Hay que hacerlo de nuevo, no al estilo de Santa Anna sino de Juárez. Sin olvidar, por supuesto, a Lázaro Cárdenas.
Fuente
Comentarios